Nuestra piel requiere atenciones básicas para mantenerse sana y radiante. Por ello es importante crear una rutina para el cuidado de la piel con el que nos aseguremos de proporcionarle una limpieza, hidratación y nutrición adecuada.
La piel es el órgano encargado de recibir cualquier ataque de factores externos, por lo tanto, necesita de cuidados que mantengan su salud. Además, actúa como una especie de barrera protectora que nos protege de los factores externos y nos da señales del comportamiento de nuestro organismo en su totalidad.
Sin importar tu edad, mientras más pronto te acostumbres a seguir una rutina de cuidados diarios, mejor lucirá tu piel con el pasar de los años.
Prevenir problemas en nuestra dermis es un trabajo de todos los días, que involucra nuestra alimentación, actividad física y atenciones puntualizadas en el área de la piel. No se trata solo de evitar arrugas, se trata de prevenir resequedad y problemas cutáneos que puedan desencadenar problemas mayores.
Si en ocasiones olvidas lo importante que es el cuidado de la piel, te compartimos una rutina de belleza con algunos trucos para que lo hagas de la forma correcta.
¡Tu piel estará más suave, sana y radiantemente hermosa!
Importancia del cuidado de la piel
El cuidado de la piel no es un tema exclusivo para las mujeres maduras, las chicas jóvenes también son propensas a sufrir problemas cutáneos si no siguen una rutina básica de cuidados. Todas debemos estimular y proteger nuestra dermis, pues es el único órgano de nuestro cuerpo que está en contacto directo con el exterior continuamente.
Nuestra piel es un reflejo de nuestra salud, incluso de nuestro estado de ánimo. Si no dormimos lo suficiente, si estamos pasando por un momento de mucho estrés, o si no nos estamos alimentando bien, todo esto podrá desencadenar acné, manchas, erupciones, resequedad y otros trastornos que conduzcan a una visita al dermatólogo.
Si descuidamos nuestra piel a tal punto de sufrir lesiones y no buscar atención médica, podríamos terminar con graves infecciones
Una piel suave, brillante, firme y limpia refleja un organismo sano, mientras que una piel seca, rugosa y con impurezas, refleja problemas de deshidratación, incluso, puede ser muestra de algunos problemas hormonales o alérgicos.
6 Trucos claves para el cuidado de la piel
Para proteger nuestra dermis no hace falta estar al pendiente de los últimos lanzamientos en el área de cremas y lociones que cuiden nuestra piel, tan solo debemos hacernos con una rutina de vida más sana, y nuestra piel nos lo agradecerá.
Si la frase “rutina diaria” te suena a mucho esfuerzo, sigue leyendo y verás que pronto estarás cuidando tu piel casi sin darte cuenta.
1. Protégete del sol
Sabemos que necesitamos el sol para que nuestro cuerpo produzca vitamina D, sin embargo, para esto solo necesitamos 15 minutos de exposición durante la mañana (cuanto más temprano mejor).
Una exposición prolongada a los rayos solares no es conveniente para nuestra piel si no está correctamente protegida. El sol puede causar manchas, quemaduras y acelerar el envejecimiento prematuro de la piel, además aumenta el riesgo de cáncer de piel.
Incluye el protector solar en tu bolsa de maquillaje como si se tratara del compacto, y asegúrate de usar un bloqueador con un mínimo de FPS número 15.
Para cuidar la piel del sol debes aplicar protector solar cada día, sin importar que el cielo esté nublado. Además, trata de no exponerte al sol y en su lugar buscar sitios con sombra o utilizar una sombrilla. De igual forma puedes optar por utilizar prendas largas que bloqueen el paso de los rayos a nuestra piel.
2. Dile no a los vicios
Los vicios como el cigarrillo, el licor, y otras sustancias nocivas, no son buenos para nuestro organismo. Fumar, por ejemplo, deja en tu piel un aspecto avejentado, reseco y contribuye a la aparición de arrugas tempranas.
El cigarrillo daña el colágeno y la elastina, fibras que le aportan fortaleza y elasticidad a la dermis.
3. Controla el estrés
El modo de vida que llevamos casi todas las mujeres, en la actualidad, nos llena de toneladas de estrés sin embargo, debemos aprender a controlar esto. El estrés no controlado puede provocar brotes de acné, hipersensibilidad y otros problemas de la piel.
Lo más recomendable, si tu rutina es muy estresante, es tomar medidas al respecto.
- Duerme lo suficiente
- Establece límites para tus actividades y ocupaciones diarias
- Acorta tu lista de quehaceres
- Tomate tiempos de descanso
- Dedica un momento en el día para hacer algún pasatiempo
- Y finalmente cede el control de algunas cosas.
Hacer actividades como charlar con amigas o beber una taza de té, puede ayudar a mejorar el aspecto de tu dermis gracias a la liberación de serotoniñas al relajarnos y pasar un momento agradable.
4. Aliméntate correctamente
Puesto que la piel es el reflejo de nuestro organismo, si no le ofrecemos nutrientes y la hidratación adecuada, nuestra piel nos lo hará saber. Asegura la salud de tu cuerpo comiendo alimentos variados y saludables, además de tomar suficiente agua a lo largo del día.
Existen muchos alimentos que contienen vitaminas y antioxidantes ideales para el cuidado de la piel, con los que te aseguras de mantener una tez radiante, sin gastar en ningún producto especial.
5. Respeta la sensibilidad de tu dermis
El baño, las depilaciones, el smog, incluso algunos jabones, perfumes o cremas, pueden resultar nocivos para la salud de nuestra piel, por lo que debemos protegerla de estos factores.
Por ello, es importante verificar algunos cuidados como: la duración y temperatura del baño diario, la composición de los jabones que utilizamos, los aspectos de una depilación cuidadosa, el secado suave de toda la piel y la correcta humectación con productos naturales o lociones especializadas.
6. Verifica tu tipo de piel
No todas tenemos el mismo tipo de piel, ni todas las cremas están pensadas para un mismo tipo de piel. Por esto, es importante que conozcas cuál es tipo y, en base a ello, utilices productos especialmente pensados para su cuidado.
De igual forma, no todos las áreas de la piel, por lo que no es recomendable usar una crema para el cuerpo en el rostro.
Si desconoces cuál es tu tipo de piel, te recomendamos leer: Tipos de piel: ¿Cómo saber qué tipo de piel tengo? ¡Descúbrelo!
Rutina de cuidado de la piel ¡Para el día y la noche!
Una limpieza diaria con dedicación y una correcta hidratación te ayudarán a conservar una piel sana y bonita. Para ello es fundamental que inviertas en productos de cuidado facial y corporal, adecuados a las características de tu piel e incorpores tratamientos intensivos semanalmente como, la exfoliación o la mascarilla facial.
Seguir una rutina de skin care es muy importante para cuidar y proteger la piel de los estragos causados de los factores externos
Con dedicar tan solo 15 o 20 minutos al cuidado de tu rostro por las mañanas y antes de ir a dormir, estarás atrasando, por varios años, la aparición de líneas de expresión y manchas provocadas por la edad.
Si eres de las que no cuenta con mucho tiempo para el skin care, puedes aprovechar el momento de tu rutina dermatológica para escuchar música, ver el capítulo que te falta de tu serie favorita, o hablar con tu pareja o familia.
Cuidado de la piel corporal
El cuidado de la dermis comienza en la ducha, pues además de limpiar y refrescar cada área nos permite prepararla para la aplicación de cremas y otros productos. Además, si tomas en cuentas las recomendaciones claves de los expertos tras la ducha diaria, tu piel se mantendrá sana y joven.
Tomar una ducha con agua templada
La piel del cuerpo es generalmente más seca que la de la cara, por eso conviene tomar una ducha diaria en lugar de un baño, ya que tiende a resecar la piel.
Recuerda regular la temperatura del agua para que no esté caliente y usar un jabón neutro para evitar irritaciones. Asegúrate de retirar todas las impurezas y químicos que se puedan encontrar sobre tu cuerpo.
Al terminar el baño es importante aplicar una loción humectante que refresque nuestra piel y la mantenga suave e hidratada
Si eres amante del baño, puedes tomar un baño relajante, de vez en cuando, antes de ir a la cama, pero procura de no permanecer mucho tiempo bajo el agua.
Seca con suaves toques
Antes de salir de la ducha, deja correr el agua y retira cualquier resto del producto de limpieza. Luego, toma la toalla y seca con suave golpes en piernas, brazos, pecho, etc.
Nunca frotes la piel con agresividad, ya que puedes irritarla.
Hidratación diaria con lociones y cremas
La dermis está compuesta en un 70% de agua, mientras que la epidermis posee un 15%. De esta forma puedes notar la importancia de que no falte agua en tu organismo. De igual manera, para mantener un buen nivel de hidratación, es importante utilizar un factor hidratante que equilibre el nivel de agua en todas las capas de la piel.
Para que la piel esté sana y pueda realizar todas sus funciones es imprescindible que esté correctamente hidratada.
Hidrata los pies, codos y rodillas
Al tratarse de las zonas con la piel más gruesa, estas tienden a resecarse de manera pronunciada muy a menudo, por ello debemos hidratarlas con frecuencia. Para el cuidado de estas zonas podemos utilizar productos ricos en ingredientes hidratantes y nutritivos, como lociones o aceites corporales.
Para mantener una correcta hidratación, se recomienda retocar estas áreas dos o tres veces al día.
Cuidado de la piel del rostro ¡Paso a paso!
Una vez realizada la limpieza general de tu cuerpo, puedes continuar con la limpieza e hidratación de tu cutis. Un buen cuidado del rostro implica una serie de pasos básicos: limpiar, tonificar, exfoliar (regularmente), nutrir e hidratar a diario.
1. Limpieza facial suave
Es el primer paso y uno de los más importantes en el cuidado de nuestra piel. Retirar todas las impurezas al despertar y desmaquillar nuestro rostro antes de irnos a la cama es un paso fundamental para mantener nuestros poros sanos.
La limpieza es especialmente importante para la piel propensa al acné, dado que contribuye a mantener su equilibrio sano natural y sustenta el proceso regenerativo natural. ¡Recuerda limpiar e hidratar tu rostro por la noche y al despertar!
Sin importar si utilizaste maquillaje o no, es importante limpiar tu rostro. De esta forma eliminas la suciedad, el sudor y la grasa. Además, preparas la piel para su pauta de cuidado facial, de modo tal que los valiosos componentes de los productos para el cuidado facial se absorban de manera más eficiente.
2. Realizar una exfoliación semanal
Una o dos veces a la semana (tu piel te irá indicando el tiempo), deberás limpiar tu piel en profundidad utilizando un exfoliante adecuado. El producto que utilices debe ser eficaz, a la vez que suave y respetuoso con la piel.
Elige una exfoliación fisiológica, ideal para suavizar y purificar la piel respetando su equilibrio. De igual forma, puedes utilizar mascarillas exfoliantes que vayan desde el escote, el cuello, o simplemente se enfoquen en el rostro.
3. Refrescar con un tónico
Después de realizar la limpieza, el ph de nuestro cutis puede verse afectado, por lo que debemos usar un tónico que devuelva el ph que se ha perdido.
Este producto se debe usar después de la crema limpiadora o desmaquillante y antes de la crema hidratante.
4. Hidratar labios y contorno de ojos
Tanto los labios como el contorno de ojos necesitan exfoliaciones e hidrataciones. Ambos constituyen un área particularmente frágil, por lo que deberás prestar atención a cualquier resequedad y aplicar productos humectantes cada vez que sea necesario.
La piel de estas zonas presenta diferencias significativas respecto al resto del rostro, es más sensible, más seca, con mayor tendencia a la deshidratación
El contorno de los ojos es otra área sensible de nuestro rostro, que requiere cuidados específicos, ya que es propensa a problemas concretos (bolsas, ojeras, grietas). Por norma general, los productos, como cremas y parches que se usen en esta área, deben estar formulados para ello.
La crema de contorno para ojos debe ser aplicada en el párpado inferior (sobre el hueso que forma la cuenca del ojo).
5. Nutrir el rostro con un sérum
Llega el momento de nutrir tu rostro, y un sérum será de gran ayuda. Este producto facial suele tener una concentración más alta de activos en su fórmula. Tienen una textura más ligera que la de las cremas, bálsamos o mascarillas, por lo que penetran con mucha más facilidad en la piel.
El sérum debe ser aplicado directamente sobre la piel limpia, pero sin ninguna crema de por medio, ya que esta podría actuar como barrera que dificulte la absorción de los componentes presentes en el suero.
6. Aplicar crema hidratante facial (Día y noche)
Si decides usar sérum como único tratamiento nutritivo, está bien. Sin embargo, para una nutrición más profunda y marcada, usa una crema facial de día y de noche. De esta forma, podrás elegir un producto, en función de tus necesidades específicas.
Por ejemplo, podrás usar cremas hidratantes en el caso de pieles deshidratadas que necesiten un tratamiento rápido y más intensivo, cremas nutritivas en el caso de pieles secas constitucionales o adquiridas, antienvejecimiento, entre otras.
Aplicar una crema que nutra nuestro rostro por la noche puede compensar, en cierta forma, la falta de elementos nutritivos en nuestra alimentación. Además, estas aportan confort de forma inmediata y elementos que ayudan a mejorar los mecanismos de reparación y desintoxicación de nuestra piel.
Una rutina diaria como la que te mencionamos puede parecer agotadora de solo leerla, pero, una vez que comienzas a utilizarla lo harás de forma súper práctica. Además, al observar los cambios beneficiosos en tu rostro te aseguramos que querrás practicarla por siempre.
Ten presente que si haces pequeños cambios en tu rutina y das pasos hacia una vida más sana, tu piel lucirá joven y tersa por mucho más tiempo.
Además, recuerda prestar especial atención a todos los productos que aplicas sobre tu rostro, asegúrate que estén dermatológicamente probados para no provocar ningún tipo de alergias.