Todos lo sabemos, una casa sin reglas es el caos, abundan las peleas y los conflictos son cosas de todos los días.. Por eso es esencial que una casa tenga reglas y normas claras, ellas permiten la armonía, el respeto entre los miembros de la familia y para los niños incluso son más importante por que influyen en su autoestima, seguridad y confianza. Poner reglas es fácil pero el fin es que tengan una utilidad, que sirvan para algo es un poco más difícil. Y es así que muchas veces las reglas, son caprichos.
Y es que es muy común cometer errores a la hora de establecer las normas en el hogar, reflexionemos: ¿De que sirven las reglas si no se pueden cumplir? ¿si atentan contra los miembros de la familia?¿si se establecen pero nadie las respeta?¿Para que poner reglas si nos hacen infelices?
Las reglas y normas de la casa se establecen para ayudarnos a ser felices, a respetarnos y poder convivir en armonía.
Como madre seguramente has llegado a aplicar alguna de estas 10 normas que debemos evitar, pero ¡no te preocupes!
Lo ideal es que después que conozcas su infuncionalidad, la cambies por una normas y reglas sanas y positivas para que toda la familia pueda vivir mejor.
Nuestra familia por más pequeña o grande que sea, al ser un grupo de personas, amerita normas para asegurar un funcionamiento amoroso y positivo para todos. Por tanto, es importante que evitemos a toda costa esas 10 normas de la casa que te mostraremos más adelante.
Como pilares de la casa nos importa que nuestro hogar funcione adecuadamente y las normas pueden ser un gran aliado cuando se utilizan de forma sana y positiva
10 normas de la casa que debes evitar
La familia es un grupo social, el primero en el que estamos inmersos como personas, por lo que su funcionamiento adecuado depende de la utilización de normas y reglas útiles al grupo. Por ello, te presentaremos las normas que jamás deberías usar con tu familia, puesto que reducirá la efectividad en su funcionamiento como grupo.
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Normas llenas de violencia
Puede ocurrir que como pilares de la casa creemos normas muy efectivas, pero las damos a conocer a los otros miembros de la familia a través de la violencia. Esto sin duda creará un efecto contradictorio, puesto que la otra persona tratará a toda costa contradecir la norma o solo la seguirá tal cual robot, y más adelante tendrá una explosión emocional. Recordemos que la violencia solo genera más violencia y ensordece a la víctima por el temor que produce el agresor, por tanto, la norma no se entenderá y aumentará el número de posibilidades de que no se cumpla.
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Normas impuestas
Las normas impuestas solo provocarán romperlas. Debemos conversar y discutir con el grupo familiar la creación de una nueva norma, porque si se impone, los demás integrantes del grupo familiar se preguntarán ¿si no escuchan mi opinión, para qué seguir la opinión del otro?
Generalmente, las normas impuestas ocurren cuando creamos reglas a partir de castigos.
Las reglas «porque si» suenan más a capricho. Recordemos se trata de construir normas que nos ayuden a vivir mejor. También debemos evitar crear reglas como castigo. Y es que habitualmente, las normas impuestas ocurren cuando uno de los padres se fastidia, esta de mal humor y crea nuevas reglas como castigo. Lo ideal es crear reglas que nos ayuden a vivir mejor, esto también quiere decir poner limites.
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Las decisiones finales las tiene mamá
Esto suele ocurrir en muchos grupos familiares, sin embargo esto solo produce que los hijos le tengan mayor respeto a una de las figuras de autoridad. Por supuesto, con la que tienen que negociar el permiso. Mientras que, la otra figura no representa en lo absoluto autoridad para los hijos.
Es importante que ambos padres puedan compartirse la autoridad ante los hijos, esto representa unión y fortaleza ante ellos, lo que hará que los hijos les otorguen mayor importancia a las normas propuestas por ambos padres.
Tengamos presente, que si ambos padres estén de acuerdo da mucho más sentido a los niños y la regla parece más normal o «correcta». Si la regla es establecida por solo una persona más que una familia parece una monarquía.
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Los niños también ponen sus normas
Esto puede ser un arma de doble filo, por lo que solo los padres pueden tener la palabra final cuando hay niños en casa. Es importante que antes de que las normas se establezcan en casa sean conversadas con los niños. Sin embargo, si los padres notan que los pequeños se desvían a su conveniencia, deberán guiar la conversación siempre en busca del bienestar del pequeño y el grupo familiar.
Es importante que cada uno comprenda su rol en la familia, y son los padres lo que saben que es bueno para sus hijos y quienes deciden se vive en su familia.
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Normas que al final no se cumplen
Cuando los padres pasamos por alto alguna norma, y no la aplicamos por “consentir” a los hijos, solo estamos quitándonos autoridad. Pues lo niños sentirán poca firmeza ante las normas establecidas y evitarán cumplirlas.
El problema es que la excepción se convierte en la norma.
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Normas ambivalentes en casa
Esta es una de las 10 normas de la casa que jamás puede presentarse en el hogar. La ambivalencia ocurre cuando mamá le dice una cosa al niño y papá otra, respecto a una misma norma. Sin duda, el niño se sentirá confundido y no cumplirá la norma. O peor, lo usará para generar conflicto entre los padres.
Lo ideal es que las normas y reglas estén planificadas con anterioridad. Poner una regla a las apuradas y sin consenso muchas veces termina siendo contraproducente.
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Normas que se repiten y repiten
Evitemos aplicar normas poco firmes que tengamos que repetir y repetir ante los pequeños. Como padres y/o miembros del grupo familiar es importante que podamos crear normas claras, fijas y firmes, por ejemplo “El horario de comida es tal», » No se puede hacer tal cosa», «A dormir a tal horario».
Si debemos estar recordardo las normas, evidentemente es que no se cumplen o normalizan.
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Hazle caso a tu hermano mayor
Cuando hay varios hermanos en casa, como padres solemos atribuirle inconscientemente responsabilidades que no le corresponden al hermano mayor.
Recordemos que son niños o adolescentes, por lo que necesitarán de nuestra guía para la mayoría de las cosas. Además, cuando le indicamos a los hermanos menores que deben hacerle caso a todo lo que diga el hermano mayor, puede crear rivalidades entre hermanos.
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Lleva a tu hermano menor contigo
Otras de las 10 normas de la casa que debemos evitar aplicar, es la de hacer que el hermano mayor salga a todos lados con su hermano menor. Y es que puede que nuestros hijos se lleven unos cuantos años de diferencia y confiemos en que el mayor puede cuidar del menor, sin embargo, esta no es su responsabilidad.
Con este tipo de normas solo estaremos avivando la rivalidad y peleas entre hermanos.
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Los hijos deben atender a los padres
Esta es la última de las 10 normas de la casa que jamás deberíamos aplicar como pilares del hogar y padres de familia. Algunos padres les inculcan a sus hijos deben atender a los padres. Esto no debería de ocurrir.
Recordemos que siguen siendo niños o adolescentes, por lo que nosotros somos los que debemos estar dispuestos a satisfacer sus necesidades básicas. La mejor opción es inculcarles la humildad, respeto a los padres, así como colaboración con su familia, lo que hará que les nazca ayudarnos y ayudar a su familia.
Recordemos: las reglas y normas de la casa son para ayudarnos a vivir mejor.
La familia siempre será nuestro principal sostén por más pequeña o grande que pueda ser. Las normas de la casa siempre deben basarse en el amor y respeto entre los miembros de la familia, así verás lo efectivas que se vuelven y los vínculos de la familia se hacen cada vez más fuertes e indestructibles.