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¡6 emociones tóxicas que te arruinan la vida!

emociones tóxicas

En el transcurso del día, podemos experimentar diversas emociones de acuerdo a las situaciones que vayamos vivenciando: emociones positivas o tóxicas.  A todas nos ha pasado que podemos despertar tan felices como el sol que ilumina cada mañana, y al llegar al trabajo nos llenamos de angustia por el abarrotamiento de tareas que te han asignado para el día. Las situaciones no siempre se pueden controlar, pero sobre lo que sí tienes control es sobre tus propias emociones. Tú eres quien decide cómo sentirse.

Conocer de qué tratan las emociones tóxicas puede ayudarte a reconocerlas y así no sufrirlas.

¿Qué son las emociones tóxicas?

Las emociones tóxicas son aquellas que no puedes digerir y que terminan haciéndote daño. Las emociones tóxicas se desencadenan por un conjunto de emociones procesadas inadecuadamente o incluso, reprimidas. Dichas emociones reprimidas se unen y forman una gran emoción tóxica y esta se van acumulando de forma progresiva en la persona.

Asimismo, es importante saber que al decidir inconscientemente reprimir estas emociones, el cuerpo busca sacarlas de cualquier forma. Y es acá donde se comienza a desarrollar diferentes síntomas físicos como las alergias, gastritis, enfermedades cardiovasculares, gripes inesperadas, etc. De esta manera, la persona llega un estado físico y mental negativo.

Las causas de la aparición de las emociones tóxicas son múltiples. Sin embargo, vale destacar que son desencadenadas por el procesamiento poco adecuado de las emociones.

Las emociones son contagiosas por lo cual es muy importante saber que emociones vivimos y transmitimos a los demás

Sin embargo, ¡todo tiene solución! Recuerda que tú eres la responsable del manejo de tus propias emociones, por lo que la solución viene de ti. Para poder liberarte de las emociones tóxicas, debes poder hacerlo desde tu mundo más interno hasta lo más externo de ti. La clave está en cómo gestiones tus emociones, pues de esto dependerá tu felicidad y bienestar personal.

emociones tóxicas
Las emociones tóxicas se desencadenan de la gestión errónea de las emociones

6 Emociones tóxicas y cómo las puedes solucionar

Las emociones tóxicas pueden ser muchas, desde culpa, inseguridad, ansiedad, peroy lo más importante es que puedes liberarte ellas. Veamos cuales son las emociones tóxicas más comunes y cómo puedes resolverlas.

1. Dependencia afectiva de otros

Los vínculos afectivos dependientes son perjudiciales para las personas, porque pueden hacer sentir a la persona dependiente como incapaz ante el mundo. Esto puede ocurrir en diferentes tipos de relaciones: madre e hijo, relaciones de pareja, entre hermanos o incluso entre amistades.

Los vínculos emocionales son conocidos en psicología como apego, el cual se comienza a desarrollar desde que nacemos, y el tipo de relación que tenemos con nuestros cuidadores determinará el tipo de relación que tengamos de adultos, si de niños nos criaron con apego inseguro,  y nos sobreprotegían en todo momento, es posible que ahora seamos una persona dependiente.

Recuerda que una persona dependiente emocionalmente significa que le entrega el poder de sus emociones en su totalidad a la otra persona. ¡Solo tú puedes ser quien gestiones tus propias emociones!

¿Cómo evitamos la dependencia tóxica?

Para evitar ser una persona dependiente puedes considerar los siguientes aspectos:

  • Poder reconocer que tan dependiente eres de la otra persona. Y es que en ocasiones estamos metidos de lleno en la dependencia que nos volvemos ciegos ante ella. Para esto, preguntas como ¿yo soy feliz solo si esa persona es feliz? ¿estoy más pendiente de hacer sentir bien a esa persona que de hacerme sentir bien a mí? ¿primero pienso en las necesidades de esa persona que de las mías? ¿esa persona puede manipularme emocionalmente con facilidad? ¿siempre accedo a sus peticiones sin primero escucharme a mí misma? ¿evito confrontar a esa persona para no hacerla sentir mal? Si la respuesta a todas estas preguntas es sí, entonces usted es una dependiente emocional. Sin embargo, recuerde que todo puede solucionarse y reconocerlo es el primer paso.
  • Haz un listado de las cosas que te gusta y disgustan, sin tomar en cuenta los gustos de la otra persona.
  • Es importarte que conozcas la importancia de saber decir “No” cuando lo consideremos necesario. Colócate frente al espejo y comienza a decir “No, gracias” “No, eso no me gusta mejor probemos esto” “No, eso no me hace sentir bien, que tal si intentamos así”. Recuerda que la otra persona no morirá por un “No” que venga de ti.
  • Decirle a la otra persona las cosas que a ti te gustan o disgustan. Generalmente, las personas dependientes emocionalmente buscan depender de personas autoritarias, por tanto, es relevante tener cuidado con esto, ya que a la otra persona le conviene que tú dependas de él o ella para que cumplas sus peticiones. Es por ello que decirles tus opiniones con determinación es importante. Tener miedo al rechazo es normal al principio, ¡tranquila! Sí se puede. ¡Practica frente al espejo!
  • Inscribirse en actividades que te llenen de satisfacción sin estar con la otra persona, es también una gran opción. Comienza a hacer cosas sin esa persona y verás lo placentero que puede ser.
  • Frases como “No puedo” “Necesito la ayuda de” es importante poder ir eliminándolas de nuestro vocabulario.
  • Ten un día de spa, asiste a una clase de bailoterapia, inscríbete en el gimnasio. Todo esto sola, y verás como comienzas a conocer nuevas amistades que pueden ser muy enriquecedoras.

2. Miedo a todo

El miedo es un mecanismo de defensa del cuerpo, que activa nuestro sistema nervioso y prepara nuestro cuerpo para la huida, para ponerse a salvo. El miedo puede tener dos salidas: Huir o paralizarse. El miedo se puede presentar en situaciones desconocidas o de peligro, es lo normal.

Sin embargo, si experimientas el miedo en diferentes momentos de tu día a día, sin necesariamente ser una situación de peligro, esto puede ser una emoción tóxica que hay que eliminar. Aunque lo vivimos como real, debemos saber que este miedo no es real, es una exageración de nuestras inseguridades y pensamientos.

El miedo es inevitable y podemos sentir que no tenemos control sobre él ¡Esto es falso!

Lo importante es poder reconocerlo y así controlarlo de forma positiva, ya que de lo contrario puede inhabilitar a la persona y perjudicar su sistema nervioso.

¿Cómo evitar el miedo tóxico?

Para evitar el miedo incontrolable e incapacitable en una persona, considera los siguientes tips.

  • Identifica a qué le tienes miedo. ¿Me altero cuando estoy dentro de multitudes de personas? ¿Me da miedo hablar en público? ¿Me da miedo mi jefe? ¿Me da miedo hacer el ridículo con mis amigos? ¿Tengo miedo a que algo malo me pueda pasar así esté en lugares seguros? ¿Tengo miedo a que me detecten una enfermedad terminal así esté saludable? ¿Me da miedo un objeto o situación específica? Todas estas preguntas te ayudarán a ubicar el desencadenante de tu miedo paralizante. Por tanto, es importante que puedas descartar si se trata de algún trastorno de ataque de pánico, fobias o cualquier trastorno de ansiedad. Esto lo puedes hacer visitando al psicólogo.
  • Una vez identificados tus miedos, es momento de buscarles solución. Haz un listado de tus miedos, desde el más pequeño hasta el más aterrador. Ahora, al lado de cada miedo realiza un plan de intervención ¿cómo lo solucionarías y cómo se pueden prevenir? Si uno de tus miedos es que ocurra un incendio en casa por alguna falla eléctrica, entonces la solución sería desconectar la toma central de electricidad de la casa al momento del incendio y llamar inmediatamente a los bomberos. ¿Cómo lo puedes prevenir? Contrata un servicio de electricidad que pueda chequear todas las tomas de luz de la casa. De esta manera, estarías sustituyendo tus miedos por soluciones efectivas.
  • Los miedos para hablar en público se pueden solucionar tomando cursos de oratoria, coaching sobre la autoestima y motivacionales. Además, puedes practicar discursos frente al espejo, luego frente a tus amigos o familia. Si el miedo persiste, puedes consultar al psicólogo.
  • Confronta tus miedos de forma gradual. Es decir, si le temes a tomar el subterráneo, puedes comenzar solo entrando a las estaciones. Das vueltas, conoces el espacio, hablar con los trabajadores del subterráneo. Luego, en una próxima visita puedes ir con una amiga y tomar una ruta corta. Si sientes que tus niveles de ansiedad aumentan considerablemente, sal del subterráneo, toma agua, respira y vuelve a intentarlo. La mejor forma de superar los miedos es enfrentándolos de forma gradual. Ten en mente cuantas personas lo usan a diario y siguen teniendo su vida a salvo, con salud y felicidad.

3. Culpa innecesaria

La culpa es un sentimiento que se experimenta, que viene acompañado de pensamientos recurrentes que nos ponen en juicio a nosotros, lo que hicimos, lo que podiamos haber hecho. Es decir, estos pensamientos acentúan más el error que pudimos cometer. Sin embargo, la culpa puede ser solo percibida por la misma persona y no por el supuesto afectado. Esto se da, por aquellos pensamientos invasores que tiene la persona que hacen vulnerable la confiabilidad de sus valores éticos y morales.

Generalmente, las personas que se siente constantemente culpables puede estar asociado a baja autoestima. La culpa es una de las formas más usuales en las que las personas acceden a ser manipuladas, maltratadas o castigadas

Asimismo, cuando nos sentimos culpables, somos capaces de acceder a todas las peticiones de la otra persona sin tan siquiera considerar escucharnos a nosotros mismos. La culpa nos hace sentir malas personas y merecedores de todas las desdichas y rechazos provenientes de la otra persona. Sin embargo, ¡Esto no tiene  que ser así! Y es que si bien cometimos un error, lo más importante es reconocerlo y pedir disculpas, así como ofrecer ayuda para solucionarlo. Somos seres humanos y tenemos derecho a equivocarnos.

¿Cómo puedo evitar sentir culpa tóxica?

Veamos algunos consejos que te permitirán liberarte de la culpa.

  • Reconocer tu error, identificarlo te facilitará poder superar la culpa.
  • Respira y busca alternativas para solucionarlo, si tiene solución, de lo contrario, pídete perdón a ti o a la persona afectada y sigue adelante.
  • Es importante plantearse diferentes escenarios para la solución. Incluso, puedes hacer este procedimiento junto a las personas afectadas.
  • Lo mejor es poner toda la atención en la búsqueda de la solución que en el problema en sí. La situación problemática ya ocurrió, ya pasó, ahora hay que solucionarla. Engancharnos en el pasado, en lo que se pudo hacer y no se hizo es solo llenarnos de más emociones tóxicas.
  • Ten en cuenta que nadie es merecedor de desdichas, ni la persona menos buena lo es. Así que el poder escuchar lo que sentimos y queremos también es significativo.
  • Participa en actividades que te llenen de placer y alegría, ya que la culpa puede bajarnos la autoestima y así que debemos evitarlo.

4. Insatisfacción permanente

La insatisfacción permanente es aquella sensación de nunca estar  contentos, o del todo bien con lo que se hace u obtiene. Es decir, la persona insatisfecha es incapaz de reconocer los logros obtenidos, pues siempre estará centrada en lo que no pudo alcanzar. Son personas muy apegadas a frases como «Si yo hubiese…» o «Hubiera hecho…». Este tipo de personas son las que se ilusionan más ante la idea o expectativa de un regalo, pero el regalo siempre los desilusiona, sin importar cuan grandioso haya sido.  Estas personas siempre se desilusionan ante la realidad, o al lograr lo que quieren. La insatisfacción permanente trabaja con la expectativa (podría ser mejor) o con la idea de otra posibilidad (hubiese…).

Existen personas que pueden sentirse constantemente insatisfechas con absolutamente todo. ¿Por qué sentirse así cuando podemos ver un sol iluminado todas las mañanas y sentir como el aire entra por nuestros pulmones? Existen muchos motivos para llenarnos de alegría en la vida, y el principal de ellos es estar vivo. Sentirnos insatisfechos en algunos momentos de nuestra vida es normal. El problema aparece cuando esta insatisfacción se vuelve crónica y nos obliga a la búsqueda de la perfección permanente.

La insatisfacción si bien no es una emoción propiamente dicha, genera diferentes emociones tales como tristeza, desilusión, frustración, ingratitud y desprecio, por lo cual la insatisfacción crónica es extremadamente tóxica.

¿Cómo podemos evitar la insatisfacción tóxica?

Ten en cuenta los siguientes tips y así podrás ir librándote de esta emoción tóxica.

  • ¿Lo necesito o simplemente lo quiero? Identifica si la insatisfacción proviene de necesitar o solo querer algo porque sí. Cada vez que te sientas insatisfecha por algo pregúntate a ti misma ¿realmente lo necesito? Así, podrás identificar tus propias necesidades y enfocarte en ello. Coloca tus emociones por encima de la avaricia.
  • Enumera todas las cosas buenas de tu vida. Desde el poder respirar cada día, hasta tus logros. De esta manera, harás consciente lo positivo de tu vida, dejando de lado la insatisfacción.
  • Olvídate de la palabra “Hubiese” en todas sus formas. Y es que frases como “Si yo hubiese hecho” “¿Qué hubiese pasado si…?”  nos aferra a la falta en el pasado, y desperdiciamos el maravilloso presente que tenemos frente a los ojos.
  • Agradecer.

5. Celos sin sentido

Los celos es aquel sensación de que una persona querida la esta reemplazando por un tercero, quedando de lado. Las personas celosas quieren ser el centro de atención de la otra persona. Y es que puede sentir gran temor de que esa otra persona las reemplace, siendo un claro ejemplo de inseguridad.

Los celos tienen el poder de controlarnos si nosotros se lo permitimos. Los celos son perjudiciales, nos llenan de dudas, rabias, tristezas y de inmensa infelicidad. Los celos se pueden presentar en cualquier relación, porque los celos están referidos a ese miedo irracional de perder a alguien.

¿Cómo podemos evitar esta emoción tóxica?

Veamos algunos consejos para liberarnos de los celos tóxicos.

  • Ofrecerte una oportunidad para confiar en la otra persona es el primer paso. Recuerda que hay personas que sí son sinceras contigo y están dispuestas a darte amor y entendimiento, mientras que tú le ofreces celos. Recuerda que los celos son sinónimo de alejamiento.
  • Cuando los celos nos invaden nos llenamos de ideas casi  fantasiosas sobre la otra persona. Sé consciente y realista. Sustituye estas ideas por pensamientos positivos. Cuando se te venga a la mente “Seguro está pasándola buenísimo con otra persona y por eso me dijo que no me podría acompañar”, piensa que la otra persona puede estar muy ocupada y por eso canceló, se le pudo presentar una emergencia. Por tanto, sustituye ese pensamiento que tanto te persigue por una planificación para salir a pasear en otra oportunidad y sigue adelante.
  • Realiza actividades que aumenten tu autoestima, como por ejemplo la danza, yoga, ir al gimnasio, spa, compartir con tus amigas son muy buenas opciones.
  • Ten un espacio para ti y ofrécele un espacio a la otra persona.
  • Permítete el beneficio de la duda. Estás echa una furia porque tu pareja te acaba de cancelar y tus celos se disparan pensado que está con otra chica, que te es infiel como todos los hombres. Primero, pregúntate ¿Cómo puedo saber que todos los hombres son infieles? Evita las generalizaciones. Puede que tu pareja te quiera sorprender con una linda cena o paseo en bici, mientras que tú estás invadida por los celos.

6. Victimización incapacitante

La victimización es aquella persona que les encanta posicionarse en el lado afectado de la historia. Ser la pobrecita de todo. Si bien pudo verse afectada por algún evento, la persona con victimización estará tan sesgada con querer ser la victima, que no podrá ver las capacidades que tiene para salir de la situación difícil. Estas personas recurren constantemente a las quejas y desdichas que pueden o no estar atravesando.

Algunas personas les encantan ser la víctima en todo. Esto es realmente tóxico para la persona. Y es que se incapacita desde el inicio, sin darse la oportunidad de intentarlo. La victimización implica dependencia y extrema inseguridad. Asimismo, le entrega todo el poder de la gestión de sus emociones a cualquiera que reaccione ante la escena dramática que arme.

Si sientes que todo te sucede a ti, o que todos están contra tí estas movilizándote. Las cosas pasan, la gente hace, y la mayoría de las veces no es nada personal. El problema de la victimización es que no nos deja hacer, solucionar ni avanzar.

¿Cómo podemos evitar esta emoción tóxica?

Veamos algunos consejos para liberarnos de la victimización incapacitante.

  • Las quejas solo nos llevarán a ver el panorama mucho más nublado. Por tanto, se vuelve mucho más importante identificar el problema e inmediatamente comenzar a buscar varias alternativas para solucionarnos.
  • Hacer un listado de todas nuestras capacidades como personas pensantes, colocarlo en una pared de nuestro cuarto y leerlo cada mañana nos hará ser consciente de todo lo bueno de nosotros.
  • Aumente su autoestima diciendo cada mañana frases como “Soy una persona capaz” “Tengo la fuerza y vitalidad para afrontar las situaciones complejas” y todas aquellas frases positivas que te puedas decir a ti mismo. La idea es poder ser consciente de la fuerza positiva que tenemos.
  • Poner la atención en el presente y lo beneficioso que puede ser, es una gran opción. Evita engancharte al pasado, es mejor crear nuevas experiencias en el presente y así tener historias positivas que contarle a nuestras amistades.
  • Reconoce las personas de tu entorno y lo valiosas que son. Y es que en ocasiones las personas víctimas tienen rasgos narcisistas, por lo que creen que el mundo gira a su alrededor. Esto nos hace perdernos de las maravillas de conocer a otras personas.
  • Cuando compartamos con nuestra amiga, comentémosle lo bonita que se ve ese día. Pues reconocer las cosas positivas del otro, también nos ayuda a identificar las propias y así contar con más herramientas para resolver nuestros conflictos.

Estas son las emociones tóxicas más perjudiciales que podemos experimentar. Recuerda que lo más importante es reconocerla y centrarnos en la solución, porque solo desperdiciaríamos tiempo y energías al enfocarnos únicamente en las quejas. Rodearnos de personas optimistas y positivas siempre es una buena opción, tanto que llegará un momento que tú serás también esa persona que buscan para contagiarse de tu positivismo. Darnos el espacio para trabajar estas emociones tóxicas que surgen en cualquier momento  de nuestras vidas, es necesario. Y es que esto nos dará fuerza para darle la bienvenida a nuevos retos.

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