Muchos son los hobbies, juegos y actividades extras que pueden realizar los pequeños, pero existe una práctica que los ayudará a reforzar todas las anteriores: La meditación para niños. Una herramienta ideal para liberarlos del estrés o fatigas que transmiten los adultos y conectarlos con su ser interior para que estén más atentos a su alrededor.
La meditación para niños puede enseñarse en el periodo de la primera infancia, desde los 3 años de edad
Con la meditación para niños se refuerzan las habilidades cognitivas, mejoran su atención, aprenden a regular sus emociones y desarrollan la capacidad de abstracción, cálculo y lógica. También mejoran el funcionamiento del sistema cardiovascular y neurológico, entre muchos otros beneficios increíbles.
¿Quieres iniciar a tus niños en el mundo de la meditación? Te compartimos herramientas útiles para que enseñes a los pequeños a meditar, paso a paso, de forma sencilla y súper divertida.
Meditación para niños ¿Cuándo y cómo comenzar?
El estilo de vida actual es cada vez más acelerado y aunque pienses que los niños viven en «su mundo», la verdad es que las situaciones cotidianas pueden afectarlo más de lo crees. Los niños son «esponjas» que absorben todo a su alrededor, lo positivo y también lo negativo.
Es por ello que, cada vez se hace más necesario recurrir a la meditación infantil, para bajar un poco el ritmo acelerado de la cotidianidad, que puede llegar a afectar a los niños en su desarrollo físico, mental y/o cognitivo.
Las actividades en la práctica de meditación para niños, varía de acuerdo a las edades de los pequeños.
- Para los más pequeños, menores de 3 años de edad: es suficiente con que le permitas observar tu práctica de meditación. Deja que se acerque e interactúe un poco, así le vas enseñando con tu ejemplo.
- A partir de los 3 hasta los 9 años de edad: lo ideal es leerles cuentos, cantar canciones o mantras, oír música relajante, jugar juegos sencillos y divertidos que lo inicien en la meditación. Una dinámica muy popular para poner en practica la respiración, es hacerlo imitando el movimiento de las ranas que hacen al respirar, como se «inflan y se desinflan».
- Entre los 8 y 9 años de edad: ya los niños son capaces de comprender distintas cosas, como la actitud correcta a la hora de meditar y también los ejercicios requeridos. Por esta razón, puedes introducir técnicas de respiración, mantener el silencio durante la práctica y probar una meditación guiada.
Meditación para niños: Ejercicios divertidos para enseñarles
Cuando se enseña a meditar a los más pequeños, hay mayor probabilidad de que sean los adultos que tanto se anhelan: seres humanos compasivos, humildes, centrados, saludables y sobre todo, felices.
Para iniciar a los pequeños en la meditación debes cargarte de mucha paciencia, ser flexible y dejar a un lado las expectativas de una meditación infantil «perfecta». El tiempo recomendable para la práctica no debe ser más de 10 minutos, y si los niños se están apenas iniciando, 3 minutos son suficientes.
Debes apostar por técnicas divertidas y sencillas, apropiadas para las edades de los pequeños. No te frustres si no obtienes de inmediato las respuestas que deseas por parte de los niños como posturas o concentración, con constancia y dedicación poco a poco aprenderán sin forzarlos.
Si quieres guiar a tus niños para que aprendan herramientas de meditación, pon en práctica estos sencillos pasos:
1. Motiva a los niños con tu ejemplo
Los niños normalmente son muy atentos a lo que ocurre a su alrededor, observan tu manera de comportarte y hacer las cosas, así que si despiertas su curiosidad en el mundo de la meditación con tu ejemplo, él mismo se integrará.
El interés genuino y natural es la forma más orgánica y menos forzosa para los pequeños, ya que si ellos sienten que de alguna forma le estás imponiendo la práctica, existe la posibilidad del rechazo y obtendrás resultados negativos, y no es la idea.
2. Consigue un lugar adecuado
Una vez hayas despertado el interés en los pequeños es hora de que busques el sitio ideal para meditar y relajarse de forma amena.
Elige una habitación tranquila con luz tenue y ventilada donde estén apartados de ruidos, distracciones o cualquier otra cosa que pudiera perturbar la meditación.
¡No olvides que los niños se despistan con cualquier cosa!
3. Enséñales a respirar correctamente
La respiración es una de las técnicas indispensables para la meditación, pues es la que te permite concentrarte en el momento y en el lugar presente. Puedes enseñar a respirar a los niños con el simple hecho de observar su propia respiración, fijándose en cómo su pancita sube y baja.
Para que resulte mucho más sencillo, sigue estos sencillos pasos:
- Acuéstense boca arriba, sin zapatos, y coloca su juguete favorito sobre su abdomen.
- De esta forma, cuando inhale profundamente empujará el juguete con el estómago y aprenderá a practicar la respiración diafragmática.
Luego podrás ir cambiando un poco la dinámica:
- Pídele sentarse cómodamente con la espalda recta, apoyado a la pared, si es necesario.
- Con los ojos cerrados y respirando con el estómago, comienza a motivarlo a que imagine cosas en cada inhalación y exhalación.
- Invítalo a imaginar cosas divertidas como que al toman aire, introducen flores a su cuerpo y al soltarlo, liberan burbujas de jabón.
Cuando hayan terminado, invítalos a que abran sus ojos lentamente y compartan su experiencia individual durante el momento de relajación.
Puedes guiarte con el siguiente vídeo para hacer más enriquecedora la practica:
4. Imitar el sonido de las abejas los tranquilizará
Un ejercicio bastante divertido en la meditación para niños es utilizar la boca para hacer sonidos, lo cual resulta fantástico, porque servirá para centrar la atención de los pequeños y no durará más de un minuto.
Sienta a los niños con las piernas cruzadas y pídeles que se tapen las orejas, cierren sus ojos, respiren profundo y comiencen a percibir la tranquilidad del momento. Luego que comiencen a imitar el sonido de la abeja.
5. Sumerge a los niños en un silencio pleno
A veces es un poco complicado lograr que los niños guarden total silencio para que puedan concentrarse en la meditación. Por ello, puedes apoyarte en una dinámica que inundará de silencio el ser interior del pequeño.
Cuando todos estén con los ojos cerrados y sin hacer ruido, comienza a tocar un instrumento que vibre, puede ser un triángulo o un cuenco tibetano. Al detener el sonido, los niños deberán alzar la mano, de esta manera se estimula la concentración en una sola cosa y estar presente en el aquí y el ahora.
¡El silencio genera una paz plena!
6. Mantén la tranquilidad con la postura de rana
Es recomendable que las posturas que vayamos a incluir en los ejercicios sean relacionadas con algún animal. En este caso, se adoptará la posición de rana, cada día más utilizada en la meditación para niños.
El objetivo es lograr que los pequeños concentren su atención en respirar y sentir como aumenta y disminuye su abdomen. Esta técnica es ideal para que los niños estén concentrados en la respiración (mente), combinando con la posición (cuerpo).
7. Desarrolla la atención con juegos de memoria visual
La meditación para niños no debe ser tan rígida, al contrario, utilizar palabras como «juegos» o «dinámicas», despertarán la atención genuina de los pequeños. Para que sean más atentos y desarrollen la observación y la memoria visual, prueba el siguiente juego:
- Elige varios objetos y juguetes de colores llamativos y muéstreselos a los niños durante 20 segundos aproximadamente para que puedan recordarlos.
- Pide que cierren los ojos y deberás quitar alguno de los objetos.
- Al abrir de nuevo los ojos, los niños tendrán que adivinar qué objeto es el que falta.
8. Cantar mantras los relajará
Las mantras son esas afirmaciones o palabras que se repiten en medio de la meditación para liberar emociones y centrar pensamientos, y así lograr una armonía contigo mismo. Normalmente estas oraciones se cantan o recitan y la música ofrece reacciones placenteras a los niños.
Al recitar en voz alta, liberarán la mente de pensamientos negativos y conseguirán un estado de calma
Así pues, cantar es una opción ideal para practicar la meditación. Prueba utilizar mantras ya creadas o puedes inventar nuevas con palabras y oraciones positivas que les genere bienestar y refuerce su estado de ánimo.
9. Deja que el niño fluya
La mejor manera para que la meditación cumpla su propósito en los pequeñines, es dejar que fluya la práctica sin ser estrictamente inductivos. La actitud como «instructor» de la meditación infantil debe ser comprensiva y paciente.
Entonces, en el caso de que los niños no respondan de la forma que esperas, es recomendable mantener la calma, recuerda que eres ejemplo de lo que predicas e impartes. Asume el reto con total responsabilidad y ofrece las herramientas necesarias.
¡Serás una grandiosa guía espiritual infantil!
Meditación para niños antes de irse a dormir
Al caer la noche, la mayoría de las mamis ya se encuentran agotadas, al contrario de lo que ocurre con algunos niños, que al parecer se les «recargan las energías» y están súper activos a la hora de dormir.
Nada mejor para conciliar el sueño de los pequeños que un juego de relajación antes de ir a la cama
Este es un momento oportuno para recurrir a la meditación y generar sensación de tranquilidad, pues reducen los niveles de tensión o ansiedad desarrollados por situaciones cotidianas. Además, les permitirá a los niños regular sus emociones negativas y controlar ciertas conductas agresivas e impulsivas.
Veamos algunas ideas y actividades de meditación para niños ideal para antes de dormir:
- Ameniza el ambiente para transmitir tranquilidad, con luces tenues como la luz de las velas y aromas suaves como la lavanda, para facilitar la inducción al sueño.
- Realicen algunas posiciones de yoga, utilizando posturas de animales como referencia. Selecciona unas 6 posturas (de oso, mariposa, ave, árbol, etc.) y también pueden imitar sus sonidos o realizar ruidos similares.
- Es muy importante que pongan en practica la respiración e imaginación. Mientras cuentas 4 segundos por intervalo para inhalar y exhalar, puedes ir haciéndole referencia a sensaciones, sonidos para que se los imagine.
- Cuéntale alguna historia o cuento y pon a volar la creatividad, creando sus propios personajes para que se sientan integrados en la dinámica.
- Coloca música de fondo, preferiblemente clásica, a lo largo de todas las actividades previas a dormir. Acuéstate a su lado y haz los ejercicios de meditación con él. Esto creará grandes lazos con tus hijos.
Beneficios de la meditación para niños
Por medio de la meditación se ejerce una especie de «entrenamiento mental» en los niños, el cual favorece el proceso educativo, ya que ayuda a mejorar la concentración y el aprendizaje se hace más sencillo cuando los niños están totalmente concentrados y atentos.
Además, si enseñas a los niños a practicar la meditación desde que son pequeños, tendrán mayor oportunidad de aprender a controlar su ansiedad, mantenerse enfocados y vivir de manera plena y consciente en su etapa adolescente y adulta.
¡En un futuro serán personas mejor equilibradas!
Entre los grandiosos beneficios de la meditación para niños, destacan:
- Los niños, especialmente los hiperactivos o inquietos, aprenden a ser más tranquilos. Comienzan a sentir la paz y la calma de la meditación, debido a que cuando se respira de forma correcta, el oxigeno actúa en su cuerpo y las emociones alteradas o reacciones impulsivas disminuyen.
- Al momento de meditar, se centra la atención en algo y cuando el niño realiza esta acción constantemente, se le hará más fácil mantener la concentración y ser más atentos de manera consciente y durante mayor tiempo.
- La práctica de la meditación les enseña a no juzgar, ya que todo se acepta tal cual es, no hay bueno ni malo. De esta forma, aumenta su autoestima, la aceptación, amor propio y aprenden a quererse sin juicios.
- Al reconocerse con cariño, se vuelven más amables consigo mismos, y a su vez también lo serán con su mundo exterior y se estará fomentando el desarrollo de niños con mayor comprensión, compasión y respeto hacia los demás, lo cual le facilitará relacionarse socialmente.
- La inteligencia emocional se desarrolla con la meditación, ya que los niños aprenderán a reconocer sus emociones y podrán manejar con mayor facilidad la tristeza, la frustración e inclusive, el miedo.
- El apego es una emoción que normalmente no se aprende a controlar y que por medio de la meditación, los pequeños comienzan a ser más independientes, es decir, su dependencia emocional disminuye y sus relaciones serán más sanas, gracias a que conoce sus límites y son precavidos.
- Estar en estado de calma por unos instantes, fortalece el sistema inmune, pues de esta forma sus órganos pueden cumplir sus funciones de manera adecuada y además, regula la producción de químicos corporales.
- Cuando el niño relaja el cuerpo, libera la tensión de los músculos y suelta las emociones, duerme mucho mejor y mejora la calidad del sueño.
Vídeo de meditación guiada para niños
Para reforzar los ejercicios de meditación para niños antes de dormir, prueba este grandioso vídeo de relajación infantil guiada:
Todas las habilidades individuales, a nivel intelectual y psicomotor y cualquier otra actividad que el niño desarrolle, bien sea creativa, artística o deportiva, se verán beneficiadas por la práctica de la meditación. Pero lo más importante de todo, son las cualidades espirituales que adquirirán.
¡La paz lo es todo!
El simple hecho de saber que por medio de la meditación infantil se podría reducir la violencia en la generación de futuro, es razón suficiente para intentarlo y hacerlo parte de un estilo de vida para los pequeños.