La piel del cutis está expuesta a numerosos agentes irritantes día con día. Además, esta es una de las áreas más sensibles del cuerpo, por lo que puede sufrir irritaciones constantemente. ¿Quieres saber cómo quitar la irritación de la cara? Te contamos.
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y actúa como barrera protectora de amenazas externas, sin embargo, también puede verse afectada por agentes irritantes.
El concepto de irritación se refiere a una inflamación de la piel, que incluye enrojecimiento y picor. En algunos casos también puede presentarse con dolor o resequedad, provocando así malestar en quien la padece.
Sentir constantemente estrés en la piel puede tener consecuencias incluso a nivel mental, ya que puede causar frustración y pérdida de la autoestima. No obstante, si pones en práctica unos cuántos consejos podrás volver a tener tu piel aliviada en muy poco tiempo.
Principales causas de la irritación en la piel de la cara
El primer paso para solventar un problema será conocer su origen. Es importante antes de saber cómo quitar la irritación de la cara, conocer qué ocasionó la irritación, pues de lo contrario sería como querer pintar una filtración sin reparar antes el origen.
Son muchas los desencadenantes de una piel irritada, incluso, hay ocasiones en que los especialistas no consiguen determinar una causa. Pero, sin ir a los casos más extremos es probable que el origen de tu irritación esté en alguno de estos lugares:
Causas externas
Cualquier agente, producto o sustancia que se ponga en contacto con nuestra piel puede agredirla y terminar provocando una irritación, por lo que la barrera protectora cutánea podría verse afectada.
- Cosméticos. Algunos cosméticos y productos para la piel pueden contener agentes que resultan irritantes para la piel, como alcohol, perfumes, detergentes, entre otros.
- Limpiadores. Algunas sustancias químicas comúnmente presentes en los limpiadores, pueden ser bastante irritantes si entran en contacto con la piel.
- Radiación solar. Los rayos del sol son irritantes para la piel en general, no obstante, una piel dañada por el sol termina siendo más sensible a la acción de otras sustancias irritantes.
- Cambios en la temperatura. Los cambios bruscos en la temperatura afectan la piel, resecándola y pudiendo llegar a irritarla, particularmente en las zonas más expuestas, como el rostro y las manos.
- Textiles. Muchas veces prendas de vestir o calzados que son fabricados en tejidos sintéticos no permiten una correcta transpiración, lo que termina provocando roces e irritaciones en la piel.
- Sudor. La humedad, sumada a los componentes propios del sudor y los productos que podamos llevar en la piel, más el roce con prendas u otras zonas del cuerpo, son una combinación ideal para la aparición de irritaciones.
- Animales. Las reacciones irritativas también pueden darse tras el contacto con ciertos animales como insectos, medusas, entre otros.
- Radioterapia. La radioterapia externa suele provocar una mayor sensibilización e irritación de la piel.
Causas internas
El equilibrio en nuestra piel puede verse afectado no solo por agentes externos, sino también por reacciones internas. Patologías y algunos estados de la piel están entre los principales.
- Reacciones alérgicas. Una alergia es la respuesta del sistema inmunitario ante un agente que encuentra como extraño. Este tipo de reacción comúnmente incluye irritación cutánea y prurito.
- Alteraciones hormonales. Los desequilibrios hormonales pueden afectar las defensas de la piel. Periodos como la pubertad, la menstruación o la menopausia, pueden favorecer que agentes externos irriten la piel.
- Edad. Con el paso de los años, la piel va perdiendo capacidades de protección, por lo que es más fácil que se irrite. De igual forma, en el caso de los bebés estas capacidades de protección también son débiles, pero porque aún no se han desarrollado completamente.
- Dermatitis atópica. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se caracteriza por una mayor sensibilidad, picor intenso y piel muy seca que tiende a la reinfección.
- Xerosis. La falta de hidratación en la piel debilita su equilibrio y funciones básicas, lo que la deja más vulnerable a las irritaciones. Además, habitualmente la xerosis se acompañada de picor, lo que termina causando aún más irritación.
- Estrés. El estrés puede afectar nuestro cuerpo de diferentes maneras y la piel no es una excepción. Las situaciones estresantes o de tensión pueden agravar la sequedad, el picor y las irritaciones cutáneas.
¿Cómo saber si tengo una irritación facial?
Una irritación puede ser fácilmente reconocida, sobre todo por quién la padece, pues representa una molestia considerable. No obstante, es importante conocer cuáles son los signos más comunes de una irritación en el rostro.
- Enrojecimiento. Es el síntoma más fácilmente asociado a una irritación. La piel se vuelve de una coloración más rojiza en el área afectada, incluso llegando a sentirse con una temperatura más elevada al tacto.
- Tirantez. Comúnmente, la piel irritada se vuelve un tanto tirante debido al proceso de inflamación o resequedad por el que atraviesa.
- Ardor. Probablemente el síntoma más molesto de una irritación es la sensación de pinchazos o quemazón en el área afectada. Esto se debe a que la piel se encuentra mucho más sensible de lo habitual, por lo que incluso el aire o la temperatura en el ambiente puede afectarle.
- Aspereza. La sequedad suele acompañar las irritaciones en la piel, lo que ofrece una textura más áspera de lo normal.
¿Cómo quitar la irritación de la cara con tratamientos naturales?
A pesar de que sufrir una irritación en el rostro no es nada raro, son pocas las personas que saben cómo actuar ante esto. No obstante, la solución para saber cómo quitar la irritación de la cara puede haber estado en tu casa todo este tiempo.
Elige cuidadosamente los productos que aplicarás sobre tu piel, pues si no prestas atención podrías terminar con el efecto contrario. Utiliza ingredientes catalogados calmantes, como la alantoína, el áloe vera o el extracto de camomila.
Té verde
Los antioxidantes que contiene el té verde son útiles para acelerar la recuperación de la piel en casos de agresiones por el sol o las toxinas. Además, sus principios activos estimulan la reparación de los tejidos y frenan las reacciones alérgicas que provocan irritación.
Ingredientes
- 2 cucharadas (20 gr) de té verde
- 1 taza (250 ml) de agua
¿Cómo prepararlo?
- En primer lugar lleva una taza de agua en una olla a ebullición, cuando alcance este punto agrega el té verde y deja reposar a temperatura ambiente.
- A continuación lleva el agua por un par de horas al refrigerador.
- Después de este tiempo cuela el té y aplícalo con un trozo de algodón sobre las zonas irritadas. Deja que se absorba
Usa este tónico todas las noches, hasta mejorar el estado de la piel.
Áloe vera y coco
Ingredientes conocidos por si acción hidratante, el áloe vera y leche de coco le proporcionarán a tu piel un plus de antioxidantes y ácidos grasos que ayudarán a disminuir la irritación, el enrojecimiento y otros síntomas similares.
Ingredientes
- 5 cucharadas (75 gr) de gel de áloe vera
- 3 cucharadas (45 gr) de leche de coco
¿Cómo prepararlo?
- Esta preparación resulta tan sencilla como procesar en la licuadora el áloe vera junto a la leche de coco.
- A continuación frota la crema sobre las áreas afectadas y déjala actuar por 30 minutos.
- Finalmente enjuaga y repite el uso, por lo menos, 3 veces a la semana.
Pepino y agua de rosas
El pepino contiene altas cantidades de agua, por lo que es un ingrediente altamente humectante. Por su parte, el agua de rosas ofrece propiedades reafirmantes y antiinflamatorias que, tras ser asimiladas en la piel, reducen la irritación y comezón.
Ingredientes
- 1 pepino
- ½ taza (125 ml) de agua de rosas
¿Cómo prepáralo?
- En primer lugar deberás pelar el pepino y procesarlo en la licuadora con el agua de rosas. Licua hasta obtener una mezcla homogénea.
- A continuación, extiende la preparación sobre las áreas de piel que deseas aliviar y déjalo actuar 30 minutos.
- Finalmente enjuaga y almacena la mezcla restante en el refrigerador.
Repite este tratamiento todos los días hasta mejorar la salud de la piel.
Banana y miel
Una mascarilla de banana y miel resulta ideal para hidratar y restaurar a profundidad la piel sensible, acelerando su recuperación en caso de quemaduras o alergias. Las propiedades de estos ingredientes revitalizan los tejidos y crean una capa protectora contra las agresiones bacterianas.
Ingredientes
- 1 banana madura
- 3 cucharadas (75 g) de miel
¿Cómo prepararlo?
- Tritura muy bien la banana en un pequeño tazón y añade la miel.
- A continuación extiende la mezcla sobre la piel irritada y deja actuar durante 30 minutos.
- Finalmente enjuaga con agua templada y repite su uso 2 o 3 veces a la semana.
Otra forma de utilizar la miel en una mascarilla, es mezclando una cucharada de este ingrediente con una manzana rallada y unas cuantas gotas de zumo de naranja.
Arcilla blanca y yogur
La arcilla blanca combinada con yogur natural te brinda un tratamiento revitalizador y emoliente, ideal para disminuir la irritación y la sequedad cutánea. Esta combinación te ofrece minerales, ácidos grasos y antioxidantes que actúan en conjunto para reparar las agresiones en la piel.
Ingredientes
- 3 cucharadas (30 gr) de arcilla blanca
- 5 cucharadas (100 gr) de yogur natural
- 2 cucharadas (50 gr) de miel de abeja
¿Cómo prepararlo?
- Para comenzar, vierte la arcilla en un recipiente y mézclala con el yogur y la miel hasta obtener una pasta cremosa.
- Después de tener una pasta homogénea, frótala sobre la piel y déjala por 30 minutos.
- Finalmente enjuaga con agua templada y repite su uso 2 veces a la semana.
Consejos y recomendaciones de los expertos para aliviar la irritación del cutis
Saber cómo quitar la irritación de la cara es solo una parte de la solución, pues lo realmente importante es prevenir que vuelva a ocurrir. Para esto, y para mantener una piel sana, es vital establecer una rutina de cuidado facial con productos específicos para tu tipo de piel.
Si tu piel es sensible, lo más recomendable es que utilices solo aquellos productos que estén dermatológicamente probados y hayan sido recomendados por tu médico tratante.
Para calmar la piel irritada o prevenir futuras irritaciones, pon en práctica la siguiente rutina:
Limpia
La limpieza es fundamental para permitir a nuestra piel funcionar como de costumbre, no obstante, en el caso de las pieles sensibles o con irritaciones, esto debe ser realizado con mucha precaución.
Un buen limpiador facial o corporal, debe conservar la humedad natural de la piel, a la vez que elimina la suciedad, los restos de maquillaje y el exceso de grasa.
Limpia tu rostro con un gel o leche limpiadora suave y verifica que no tenga fragancia, además, en la etiqueta debe indicar para pieles sensibles. De esta forma te asegurarás de que el limpiador no sea demasiado agresivo o que termine irritando tu cutis.
Tengas una irritación o no, cuida de no lavar tu piel en exceso, recuerda que los aceites que secretan nuestros poros también ayudan a mantener las barreras naturales de la piel en funcionamiento. Limpiar el rostro una vez en la mañana y una vez por la noche debe ser suficiente.
Evita exfoliaciones muy agresivas
La exfoliación es muy importante para limpiar profundamente la piel, eliminar las células muertas y estimular la renovación celular, sin embargo, este tratamiento de limpieza no se lleva muy bien con la piel irritada.
Nunca exfolies tu rostro si estás pasando por un proceso de irritación, lo mejor es que esperes a que tu piel haya recobrado su equilibrio antes de exfoliarla. Además, cuida que el exfoliante que vayas a utilizar esté formulado específicamente para pieles sensibles.
Hidrata
La hidratación es importantísima para una piel irritada. Además de ayudar a que la piel se sienta bien, las lociones, cremas o geles humectantes, pueden mejorar la hidratación, reducir la irritación y restaurar la capa más superficial de la piel.
Busca un producto que no solo humecte tu piel, sino que también posea activos calmantes. Si incluye ingredientes refrescantes y antioxidantes, tendrás la combinación perfecta.
Repara
La piel estresada o irritada necesita un cuidado extra de reparación, pues sus funciones básicas se han visto afectadas. Aplica mascarillas o cremas reparadoras antes de dormir, déjalas actuar por el tiempo necesario y despierta con un rostro renovado.
Para mantener alejadas las irritaciones en tu rostro, es recomendable que optes por fórmulas suaves con ingredientes de origen natural o que no resulten agresivos con la piel.
Protege
Sea cual sea tu tipo o color de piel, la protección contra los rayos solares es importantísima para evitar futuras complicaciones. Puedes incluir un humectante con FPS para reducir la probabilidad de exposición aguda a los rayos UV, incluso cuando estás dentro de casa.
Proteger tu piel también incluye cuidarla de aquellos agentes que le resultan más dañinos. Presta atención a lo que causa irritaciones en tu piel y elimínalo de tu entorno.
Tener la piel irritada ya no será un problema, pues ya conoces cómo quitar la irritación de la cara y prevenir este tipo de brotes. Además, si sufres alguno solo deberás aplicar cualquiera de estos remedios y tu piel se recuperará rápidamente de la irritación, permitiéndote disfrutar nuevamente de una piel sana y hermosa.
La mejor prevención para las irritaciones será una rutina de cuidados diaria, adecuada para tu tipo de piel.