Durante las vacaciones de verano muchas somos las mujeres que nos dejamos seducir por esas ricas comidas que se nos presentan a los lugares que vayamos, y ya al finalizar la temporada vacacional probablemente tengamos unos cuantos kilitos de más que nos queremos quitar lo más pronto posible.
No hay que estresarse, retornar a la normalidad nos ayudará a disminuir nuestro consumo exagerada de comida. Sin embargo, es importante que tomemos algunos consejos importantes para que nuestra dieta sea mucho más saludable y nos lleve a conseguir nuestro peso ideal.
1. La comida en casa es la mejor opción para realizar dieta
Comer en casa es primordial cuando queremos retomar o empezar unos hábitos de alimentación saludable. Cada vez que cocinas tus alimentos estás segura de las calorías que estás consumiendo y que estás utilizando los ingredientes de la mejor calidad.
Salir a comer en la calle puede resultar muchas veces engañoso para nuestra dieta. Muchas comidas que pueden parecer baja en grasas realmente no lo son, y pueden estar llenas de edulcorantes o grasas saturadas que atenta contra tu salud y tu figura.

2. Haz un plan de alimentación semanal
Si tienes bien planificado lo que vas a comer durante la semana es menos probable que te salgas de esta planificación y logres comer de forma más saludable. Puedes realizar una lista o tener un pizarra con los días de la semana y anotar la comida que harás.
No te decimos que hagas las cosas de una manera rígida, sino que evalúes las distintas posibilidades que tienes y así compres lo necesario para cocinar durante la semana. De esta forma irás al supermercado con una lista de compras y evitarás agarrar cosas de más.
3. Separa y congela los alimentos
Es importante que cuando llegues de comprar las cosas necesarias para la comida de la semana, las refrigeres correctamente y las separes en bolsas individuales. Recuerda que si llegas a congelar la carne sin separarla, después no podrás volverla a congelar sin que se dañe.
Al tener ya el menú de la semana, entonces será mucho más sencillo dividir las porciones.
4. Incluir todo tipo de legumbres en la dieta
Las razones para ello son muchísimas. Las legumbres son la principal fuente de proteínas vegetales y están llenas de nutrientes para nuestro cuerpo. Además son muy prácticas y rápidas de hacer, por lo que son un perfecta opción para acompañarlas con distintas comidas.
La puedes preparar en sopa o guisadas y obtener excelentes resultados sin muchas complicaciones. Son un sustituto perfecto de la carne, si desea reducir el consumo semanal de proteína animal.
5. Muchas más verduras
En este punto solemos errar la mayoría de las personas. Las verduras se utilizan como acompañantes de la comida cuando realmente deben ser las protagonistas del plato que sirves en la mesa.
La recomendación general es aumentar el consumo de verduras en cada plato. ¿Cuánto? Bueno, la ración de verdura debe ser el doble e incluso el triple que las de las proteínas. También puedes mezclarlas en la cocción. Al realizar un pollo o carne guisada llénala de muchas verduras y súbeles la calidad.
6. Menos grasas y más sabor
Tenemos una idea errónea de que el sabor de la comida proviene de las grasas, por lo que terminamos usando mucho aceite, mantequilla o mayonesa cada vez que comemos, por solo nombrar algunas de las opciones más comunes.
Lo cierto es que los alimentos por sí solos tienen una gran sabor, la idea es irlos descubriendo poco a poco y experimentar con más sabores y texturas en la cocina. Las especies brindan un gran sabor a la comida, así como el zumo de limón o naranja, o el vinagre o vino tinto. Prueba con estos productos y te sorprenderás de los resultados.
7. La fruta es indispensable
Por último, pero no menos importante, la fruta entra en la lista de alimentos que debemos tomar en cuenta en nuestra dieta diaria.
Lo principal con la fruta es saber que debemos comerla y no tomarla en jugos. La razón es muy sencilla, a los jugos muchas personas les agregan edulcorantes artificiales, lo que aumenta en consumo de azúcar. Además, utilizas mucha más cantidad de fruta cuando la haces en jugo que cuando la comes como una porción sólida.