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Presión alta en el embarazo: ¡Causas, síntomas y recomendaciones para tratarla!

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Cuando los niveles de presión sanguínea están por encima de lo normal (mayor de 140 mm Hg y de 90 mm Hg), se habla de presión alta en el embarazo o hipertensión gestacional. La presión sanguínea elevada durante el embarazo puede aparecer antes o en el transcurso de la gestación y ser un factor de riesgo importante, tanto para ti como para tu bebé.

Se estima que 3 de cada 50 mujeres embarazadas pueden desarrollar presión alta en el embarazo

Los cambios físicos propios de esta etapa, los nervios, una alimentación alta en sodio, hacer ejercicios extenuantes y la obesidad, pueden afectar tu presión durante el embarazo, por lo que es importante controlar la presión arterial con frecuencia para así prevenir algún tipo de hipertensión.

Desarrollar presión arterial alta en el embarazo aumenta el riesgo de sufrir complicaciones serias como preeclampsia o un nacimiento prematuro. Veamos cómo se da la presión arterial alta en el embarazo, los síntomas y los cuidados que debes tomar.

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Tener alta presión arterial durante el embarazo puede causar problemas de salud grave tanto para la mamá como para el bebé.

¿Qué es la presión alta en el embarazo?

La presión sanguínea es la fuerza con la se desplaza la sangre por las arterias, para transportar oxígeno y nutrientes a los órganos del cuerpo. Se habla de presión alta o hipertensión cuando esta fuerza es muy elevada. Para su control, la presión sanguínea se mide en números y sus valores se expresan en milímetros de mercurio (mm Hg) los cuales son:

  • Presión arterial máxima o sistólica
  • Presión arterial mínima o diastólica

En los adultos, la media normal es de 120 mm Hg para la «máxima» y 80 mm Hg para la «mínima». Si la presión excede los 140 mm Hg o 90 mm Hg, respectivamente, se habla de hipertesión arterial alta.

En ocasiones, la mayor presión de sangre puede experimentarse en el transcurso del embarazo, por esta razón, es muy importante que todas las embarazadas controlen su presión arterial, incluso si no se ha tenido problemas de este tipo anteriormente.

Tipos de presión alta o hipertensión en el embarazo

La hipertensión muchas veces se produce antes del embarazo, o bien aparecer durante la gestación. Existen diferentes tipos de presión alta en el embarazo, veamos en qué se diferencian:

Los dos principales tipos son la hipertensión crónica y la hipertensión gestacional

1. Hipertensión crónica

La hipertensión crónica es la presión arterial alta que se originó muchos antes del embarazo, o previo a las 20 semanas del mismo.

También se habla de hipertensión crónica cuando se diagnostica presión arterial alta por primera vez durante el embarazo, pero esta no desaparece después del parto.

2. Hipertensión gestacional

La hipertensión gestacional, también conocida como hipertensión inducida por el embarazo (HIE) comienza después de las primeras 20 semanas de embarazo, pero, debido a que la presión alta muchas veces no tiene síntomas, es difícil saber con exactitud cuando se presentó.

Este tipo de hipertensión suele desaparecer después de que das a luz, pero aumenta la predisposición de la madre a sufrir de hipertensión en el futuro.

Algunas mujeres embarazadas con hipertensión gestacional pueden desarrollar preeclampsia

Este tipo de hipertensión supone menos riesgos en tu bebé, pues regresa a sus valores normales luego del parto, por lo que no tiene un tratamiento específico. Sin embargo, el médico hará chequeos más seguido y estará al pendiente de cualquier eventualidad.

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Los síntomas de hipertensión gestacional generalmente desaparecen dentro de las 6 semanas posteriores al parto.

3. Hipertensión crónica con preeclampsia superpuesta

Según la Clínica de Mayo (Mayo Foundation for Medical Education and Research) esta afección se presenta en aquellas mujeres que padecen hipertensión crónica antes del embarazo y que, tras embarazarse desarrollan un  cuadro de presión arterial alta más serio, así como proteínas en la orina y otras complicaciones relacionadas con la presión arterial durante el embarazo.

4. Preeclampsia

La preclampsia es un aumento repentino de presión arterial alta durante el embarazo que se produce, generalmente, después de la semana 20 de embarazo. Aunque con menos frecuencia, también puede ocurrir después del embarazo (se conoce como preclampsia posparto).

La preeclampsia puede dañar otros órganos en tu cuerpo, como los riñones, el hígado, la sangre o el cerebro, y provocar complicaciones de salud graves e incluso mortales como el síndrome HELLP o la eclampsia, la cual induce convulsiones.

Si tienes preeclampsia, es posible que debas adelantar tu parto para reducir los posibles riesgos de tu bebé.

La preeclampsia suele suceder en el último trimestre, pero puede producirse antes

Los síntomas de la preeclampsia incluyen:

  • Dolores de cabeza fuertes que no desaparecen
  • Cambios en la visión
  • Dificultad para respirar
  • Aumento de peso más rápido de lo habitual
  • Dolor de vientre u hombros
  • Nauseas o vómitos en la segunda mitad del embarazo

¿Quiénes son más propensas a tener la tensión alta?

La presión sanguínea elevada se debe principalmente, a la cantidad de sangre que bombea el corazón y el tamaño y estado de las arterias. Pero además, la hipertensión está relacionada con una alimentación desequilibrada y abuso de la sal, la obesidad, el consumo excesivo de alcohol, y situación de estrés recurrentes.

Si estás embarazadas, debes saber que tienes predisposición a sufrirla si tienes:

  • Antecedentes familiares de preeclampsia
  • Antecedentes de hipertensión crónica, enfermedad renal, diabetes o lupus eritematoso sistémico
  • Embarazo múltiple
  • Menos de 20 años de edad o más de 35 años
  • Sobrepeso u obesidad
  • Antecedentes personales de preeclampsia antes de las 32 semanas de gestación
  • Enfermedades del embarazo como mola hidatiforme o hidropecía fetal

Si te identificas con alguna de estos factores, házselo saber a tu médico obstetra; será él quien te indicará los estudios que debes realizar para un posible diagnostico de hipertensión.

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La tensión alta causar dolores de cabeza, cansacio, hinchazón de piernas, pies y brazos, transpiración excesiva o producirse sin síntomas.

¿Cómo saber si sufro de presión alta en el embarazo?

A menudo, los cambios físicos que se producen en el embarazo pueden alterar los valores de la presión sin previo aviso. De hecho, la presión arterial alta en el embarazo puede aparecer sin síntomas, por lo que es importante medirse la presión con regularidad para así identificar la hipertensión a tiempo.

La presión alta en el embarazo puede provocar: 

  • Cansancio
  • Dolores de cabeza recurrentes
  • Hinchazón de las manos y pies y a veces la cara (edema)
  • Visión borrosa
  • Confusión y ansiedad
  • Vómitos
  • Transpiración excesiva
  • Alteraciones en el color de la piel (ya sea con palidez o enrojecimiento)
  • Dolor en el pecho, etc.

Si después de 20 semanas de embarazo , la presión arterial supera los 140/90 mm Hg, y se registra en dos ocasiones o más con, al menos, cuatro horas de diferencia y sin que haya ningún otro órgano dañado, se trata de hipertensión gestacional, según explica la Clínica de Mayo.

En caso de que la presión arterial alta esté acompañada de otros factores de riesgo, como la presencia de proteínas en la orina, o un afección a otros órganos, como el hígado, es probable que se trate de preeclampsia.

¿Cuáles son las consecuencias de tener presión arterial alta durante el embarazo?

La hipertensión durante el embarazo puede provocar serios problemas de salud tanto para la futura mamá como para el bebé. Muchas de las consecuencias de tener presión arterial alta durante el embarazo están relacionadas con  problemas de corazón, riñones e hígado, apoplejía, problemas de coagulación de la sangre y convulsiones.

Éstas son las principales consecuencias de tener presión arterial alta durante el embarazo sin tratarse:

Disminución del flujo sanguíneo a la placenta

Si una embarazada sufre hipertensión y no se trata, puede producirse una disminución del flujo sanguíneo en la placenta, lo cual puede impedir el transporte de sustancias nutritivas y oxígeno al bebé.

De no recibir suficiente flujo sanguíneo, el crecimiento del bebé puede ser más lento de lo habitual, y por tanto, presentarse un bajo peso al nacer o nacimiento prematuro.

Desprendimiento de la placenta

La presión arterial alta puede desencadenar preeclampsia y, esta a su vez, provocar la separación de la placenta de la pared interior del útero antes del parto.

Un desprendimiento de la placenta, en el peor de los caso, puede causar un sangrado intenso y poner en riesgo tu vida y la de tu bebé.

Impedimento del crecimiento intrauterino

La hipertensión en el embarazo también podría retrasar el crecimiento del bebé (restricción del crecimiento intrauterino).

Afecciones en otros órganos

Si la hipertensión no se controla de la forma correcta, puede aumentar el riesgo de lesiones en los órganos principales, como el cerebro, el corazón, los pulmones, los riñones y el hígado.

En los casos graves, puede poner en riesgo la vida de la madre y el bebé.

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Durante el embarazo el riesgo más grande de tener hipertensión es la probabilidad de desarrollar preeclampsia. 

Parto prematuro

Debido a las posibles complicaciones que se derivan de la presión arterial alta en el embarazo, a veces, es necesario inducir un parto prematuro, sobre todo si éstas ponen en riesgo la vida del bebé.

Un nacimiento prematuro puede causar problemas respiratorios, mayor riesgo de contraer infecciones y otras complicaciones en el bebé.

Enfermedad cardiovascular en el futuro

La hipertesión y la preeclampsia aumentan el riesgo de sufrir enfermedades del corazón y de los vaso sanguíneos (cardiovascular) en el futuro. Sobre todo, si has sufrido preeclampsia más de una vez o si ya tuviste un parto prematuro por presión arterial alta en el embarazo.

¿Cómo se trata la presión alta durante el embarazo?

El tratamiento de la hipertensión en el embarazo, es similar al de la hipertensión crónica. Aunque la hipertensión implica algunos riesgo de salud, en su mayoría se pueden prevenir y controlar con un buen cuidado prenatal.

Controlar la presión arterial es una parte importante de tu cuidado prenatal

Al seguir un tratamiento para la presión arterial, tener un control minucioso en casa, y acudir a todos los controles prenatales, la mayoría de las embarazadas pueden transcurrir esta etapa de forma saludable. Por esta razón, te recomendamos:

  • Pauta una consulta médica antes de concebir: Si sufres de hipertensión crónica o cualquier otra afección y deseas quedar embarazadas, lo mejor será acudir a una consulta previa con el médico obstetra para saber que medicamentos puedes tomar y en qué cantidades para no afectar al bebé.
  • Asegúrate de ir a todos los controles prenatales: Los cuidados prenatales de rutina siempre son importantes, pero cuando tienes presión arterial alta en el embarazo, los controles serán más seguidos, por lo que tienes que asegurarte de acudir a todas las consultas para que chequeen tu presión sanguínea, peso, orina (pipí) y sangre.
  • Realiza las ecografías de rutina, y todas las que indique tu médico para seguir el crecimiento y el desarrollo del bebé. También es posible que se realice un control de la frecuencia cardíaca fetal para evaluar el bienestar del bebé.

La mejor manera de trata la hipertensión en el embarazo es tomar tu medicamentos, y visitar más seguido al médico para asegurarte de que esta no derive a la preeclampsia, la cual supone complicaciones serias.

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En cada visita prenatal, tu médico obstetra medirá tu presión arterial, controlará tu peso y pedirá análisis de sangre y de orina frecuentes

¿Cómo reducir el riesgo de complicaciones si tengo hipertesión?

Son muchas las cosas que puedes hacer para cuidar de ti misma y evitar en lo posibles el riesgo de complicaciones que pueden aparecer a causa de la hipertesión.

Toma nota de estas recomendaciones y asegúrate de seguirlas al piel de la letra:

  • Acude a las citas médicas prenatales: Visita seguido a tu médico obstetra durante todo el embarazo.
  • Toma los medicamentos según las indicaciones. El médico te recetará el medicamento más seguro y en la dosis más adecuada para ti y para el bebé, si tu hipertensión es seria o empieza a causar problemas de salud.
  • Mantente activa: Sigue las recomendaciones del médico y practica alguna actividad física apta para ti.
  • Sigue una dieta saludable: La alimentación sana y balanceada es indispensable, pues la sal es un factor clave en la hipertensión. Asesórate con un nutricionista para que puedas cuidar aun más de tu alimentación
  • Evita todo lo que está prohibido: Evita fumar, consumir alcohol y drogas ilegales. En caso de tomar cualquier medicamento de venta libre, consulta antes con el médico.

 

¿Cómo afecta la hipertensión al parto?

Diversos estudios han comprobado que los bebés de las mujeres que tuvieron una presión arterial durante el embarazo pesan menos y pueden presentar presiones arteriales más altas que los bebés de mujeres con una tensión normal durante el embarazo.

Si durante el embarazo la presión alta no cesa a pesar del tratamiento, el médico puede sugerir provocar un parto antes de tiempo, entre la semana 37–38, siempre que el bebé esté totalmente formado, para así evitar complicaciones.

La presión alta en el embarazo no suele provocar problemas importantes cuando se está bajo la supervisión médica, por eso es fundamental seguir las indicaciones del médico y acudir a los controles prenatales,  para controlar la hipertensión y evitar la pre-eclampsia. 

Una vez finalizado el embarazo, existe la posibilidad de que continúes con presión alta por lo que es importante tomar los medicamentos y seguir una dieta sana.

Ante cualquier duda consulta con tu médico obstetra de confianza para tu caso particular

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