La reducción del consumo de azúcar en los niños es un tema que preocupa enormemente a las instituciones especializadas en la salud de los pequeños. La Organización Mundial de la Salud ya prendió las alertas acerca del creciente aumento del número de niños con obesidad alrededor de todo el mundo, ubicándose en un aproximado de 41 millones de niños obesos menores de cinco años.
El alto consumo de azúcares libres es una de las principales causas para que los pequeños muestren un alto índice de obesidad, la cual ocasiona graves complicaciones para su desarrollo y su salud en general, por lo que estar atentos y reducir el consumo exagerado de dulces es imprescindible.
Según la Organización Mundial de la Salud el consumo de azúcar debería representar sólo el 10% del consumo calórico diario de una persona, independientemente que sea niño o adulto. En el caso de los niños, su dieta se debería basar en 1.750 calorías, por lo que debería consumir un máximo de 175 calorías provenientes de azúcares libres, lo cual es el equivalente a 35 gr o 8 cucharaditas de azúcar al día.
Azúcar oculta en los alimentos
Lo primero es diferenciar el azúcar libre del azúcar presente en las frutas y verduras. La Organización Mundial de la Salud determinó que el riesgo para la salud proviene del azúcar procesada, no del que se encuentra de forma natural en los alimentos, por lo que el consumo de manzanas, peras o cualquier otro tipo de fruta no representa un problema para la salud del pequeño.
Aunque muchos padres puedan pensar que sus niños no consumen más de 8 cucharaditas de azúcar en el día, lo cierto es que realizando un estudio más detallado de los alimentos regulares en la dieta de los pequeños podremos observar que estos límites se rebasan de una forma sorprendente.
El contenido de una lata de bebida de cola equivale a los 35gr de azúcar, lo que representa el total de consumo permitido por la OMS. El cereal del desayuno puede contener 13 gr de azúcar, mientras que dos caramelos pequeños proporcionan 10 gr. Si además su hijo como postre o chocolates, ya podrá notar que el límite rebasa por mucho lo recomendado.
La tarea de disminuir el consumo de azúcar
Puede ser que muchas personas piensen que quitarle el gusto por el dulce a sus hijos puede ser una misión imposible, sin embargo el primer paso para ayudar a manejar el consumo de azúcar en los pequeños es enseñar con el ejemplo.
Los estudios señalan que la mayoría de niños obesos provienen de familias cuyos padres también presentan desordenes alimenticios, por lo que iniciar la reducción de los niveles de azúcar debe ser una tarea que involucre a todos los miembros de la casa.
Otro punto clave es sustituir los azúcares libres por los naturales, es decir, que los postres en la casa involucren el consumo de frutas que aportan la suficiente energía para el desarrollo normal de un niño. También es necesario dejar de lado el consumo excesivo de bebidas de cola y solo dejar su consumo para ocasiones especiales.