Con el auge de la televisión, los videojuegos y el internet muchas veces se ha dejado de lado la lectura de cuentos infantiles por parte de los padres, quienes consideran más fácil dejar a su niño sentado frente al televisor, mientras los adultos realizan otras actividades.
Se sabe que en el mundo moderno existen muchas ocupaciones, sin embargo tomarse el tiempo para leerle cuentos a los niños permitirá un mayor desarrollo cognitivo del pequeño de la casa.
No te debes preocupar si los relatos que le leas a tu hijo son cortos, de hecho para iniciar no se deben escoger historias demasiado largas. Con dedicarte una hora diaria de tu tiempo a escoger un libro con tu bebé y leérselo con paciencia y comprensión será suficiente para que tu hijo se divierta.
Beneficios que encierran las páginas de un cuento
Muchos son los beneficios asociados a la lectura constante de cuentos a los niños de todas las edades. Entre los más resaltantes podemos enumerar los siguientes.
- Los niños que escuchan cuentos narrados por su padres desarrollan una mejor capacidad reflexiva que quienes no lo hacen.
- A través de los mensajes encerrados en los cuentos los niños pueden llegar a conclusiones acerca de las acciones buenas o malas, así como de las consecuencias que tienen sus actos.
- Al leerle cuentos a tu niño también estarás estimulando su memoria y su capacidad de recordar y expresar con palabras propias lo que se acaba de relatar.
- Los niños qué escuchan cuentos de manera regular amplían su vocabulario y, por consiguiente, tienen un mejor rendimiento en la escuela.
- Tomarte el tiempo de leerle un cuento a tu niño, ya sea de día o noche, reforzará el vínculo que tienes con tu hijo, logrando consolidar la confianza y creando momentos inolvidables para el pequeño.
- Con los cuentos infatiles, los niños también pueden aprender de distintas temáticas que los ayudarán a reforzar los aprendizajes que se dictan en la escuela.
- Los niños que leen cuentos junto a sus padres desarrollan el hábito de lectura que le durará por el resto de sus vidas.
Cuentos indicados para los pequeños de la casa
Existen muchos cuentos que puedes leer a tu pequeños, sin embargo es apropiado que escojas cada uno de ellos dependiendo de los gustos y la edad de tu hijo.
Los niños menores de 3 años les fascinan los cuentos con muchas ilustraciones. Mientras se los lees el niño ve los dibujos y va asociando lo que dices con la historia ilustrada, desarrollando de esta manera su capacidad de comprensión y asociación entre la palabra y la ilustración.
Después de los tres años puedes relatarle a tu pequeño algunas historias con más palabras, pero debes asegurarte que estos relatos sean sencillos y claros para que sea entendida por el pequeño.
A partir de los 4 años los personajes de fantasía, así como los ambientes imaginarios, son lo que más le gustan a tus hijos. Existen muchas fábulas y mitos tradicionales que tu niño puede disfrutar y aprender valores positivos.
Después de los 5 años puedes relatar le historias un poco más reales y de esta forma establecer parámetros del bien y del mal con ejemplos prácticos que los niños puedan asociar con su propia vida.
Ya cuando los niños aprendan a leer, incítalos a escoger sus propios libros y guíalos para que tomen en cuenta las historias que refuercen conductas positivas.
Busca un lugar cómodo para leer
Así como el qué leer, es muy importante también el dónde leer. Asegúrate sentarte con tu niño en un espacio tranquilo para que la experiencia sea mucho más divertido y así estarás incentivando el hábito de tu niño por la lectura.
Por tradición, a muchos padres les gusta leer un cuento a su hijo antes de que se vaya a dormir. Este es un momento ideal, pues los niños están relajados y perciben en la lectura un momento de placer.
Sin embargo no sólo debes leerle a tus niños en la noche, también en el día puedes establecer sesiones de lectura que duren el tiempo que tu niño quiera, porque es importante que el pequeño no lo vea como una imposición sino como un momento divertido.
Tengo un problema con ese tema… mi hija tiene 23 meses y no cambia un hábito de romper el papel y si le leo atina a querer agarrar el libro… al principio hojea… luego se aburre y lo rompe… Pregunta: a alguna mamá le pasa lo mismo? Y otra: cómo puedo solucionar su hábito?