El género es una construcción social que reune un conjunto de roles, comportamientos y actitudes que definen lo masculino y lo femenino. Es posible que un niño no se sienta a gusto con el genero que la naturaleza le asignó al formarse y nacer esto debe ser atendido y sobre todo comprendido por todo el sistema de soporte familiar.
El término “identidad de género” hace referencia a cómo nos sentimos y vivimos con nuestro cuerpo y cómo lo llevamos al ámbito público
En 2018 la OMS deja de considerar la transexualidad como una enfermedad mental y cada vez son mas los estudios relacionados a este evento y el como afrontralo para brindarle al niño salud mental y conformidad entre lo que siente y quien es en la sociedad.
Niños transexuales: Identidad biológica
Los niño transexual tienen una identidad biológica, pero esto no significa que ellos acepten del todo el sexo que se les asignó al momento de nacer. Un niño transexual al momento de darse cuenta de este cambio en su cuerpo comienza a cuestionarse y ha definir su género. Esta identificación puede influir en diferentes aspectos: lo externo, la forma de vestir, el cabello, etc.
Se denomina a un niño/a transexual cuando el sexo que se le asigna al nacer, según sus genitales, no corresponde con la conciencia
Es decir, el niño transexual es una niña encerrada en el cuerpo de un niño, en caso contrario si es una niña. En la actualidad los cambios de géneros son un poco más comunes y relativamente normales para una sociedad de mente abierta. Hablar de homosexualidad, transexualidad e intersexualidad no despierta un rechazo tan grande.
¿Los niños transexual se hacen o nacen?
Entre los 18 meses y los 3 o 4 años (aproximadamente) los niños toman conciencia de su cuerpo y de las diferencias anatómicas entre niños y niñas. Pero en realidad la identidad sexual estable comienza alrededor de los 6 ó 7 años.
A esta edad los niños comienzan a identificar etiquetas de género como lo es (realidad de ser niño o niña), estabilidad del género (sentimiento de que este género no va a cambiar con el tiempo) y consistencia del género (sentimiento de estabilidad independientemente de la apariencia física).
Todo comienza en la niñez cuando el niño o niña comienza a definir su identidad sexual
Sin embargo, es importante definir entonces si estamos hablando de identidad sexual es la identificación con un sexo (mujer, hombre), orientación sexual, es hacia quién dirigimos nuestro deseo «quién nos atrae» (heterosexual, homosexual, etc.). Mientras que el género, son conductas que socialmente están ligadas a uno de los dos sexos, que establecemos como “típicas”.
Primeras señales que podrían indicarte que tu hijo es transgenero
La mayoría de niños y niñas empiezan a identificar claramente las diferencias entre masculino y femenino alrededor de los 2 años. Muchas veces los padres hacen caso omiso de ciertas campanas que alertan que sus hijos podrían estar viviendo este proceso y por eso es vital saber exactamente dónde poner el foco de su atención para llegar a conclusiones veraces.
Tras la etiqueta transexual existen una amplia realidad y muchos matices que van más allá de una mera cuestión de cromosomas o genitales
¿Quién soy y quién siento que soy?
Los niños están en constante desarrollo, están aprendiendo sobre ellos y sobre el mundo, se hacen preguntas, nos hacen preguntas, y debemos buscar y reconocer qué hay detrás de ellas para garantizar su bienestar. Que el niño o niña juegue con muñecas o carros no define su orientación o género sexual.
Las conductas de género cruzado son aquellas que desarrolla un niño o niña y que son «típicas del género contrario». La aparición de estas conductas lleva a algunos padres a plantearse cuestiones como la identidad y orientación sexual de sus hijos, pero no son indicativo, son juegos y juguetes, sólo eso.
La sociedad está empeñada en crear estereotipos desde tempranas edades. Así como el típico «¿Cuántas novias tienes?» hacías los niños o para las niñas «ni se te ocurra tener novio hasta los 18 años», es cuando los confundimos y estamos hablando que ellos no pueden experimentar otra cosa que no sean perteneciente a su género sexual establecido.
Rechazo a sus genitales y apariencia física
Cuando aparece el rechazo persistente de sus genitales y su apariencia física, estamos hablando directamente de un niño o niña transgénero. Sus conductas son las del sexo “opuesto”, y no de manera esporádica, sino que conforman un patrón estable. Es decir, no son conductas de momento si no persistentes con patrones estables, básicamente entre los 2 a 5 años de edad.
Algunas de estas señales pueden ser:
- Rechazo del género asignado: pueden aparecer afirmaciones del tipo “Soy una niña” en el caso de chicos, y viceversa, afirmaciones que son estables en el tiempo y persistentes.
- Nombre: es frecuente que demanden que se les denomine con un nombre del sexo “contrario”, y que se autodenominen con él.
- Vestimenta: fuerte rechazo a la ropa típica de su género y deseo persistente por vestir con la vestimenta típica del sexo sentido.
- Juego: se sienten más cómodos, buscan y desarrollan juegos que socialmente se establecen como propios del género opuesto
¿La transexualidad es temporal?
Como padres debemos definir cuando nuestros hijos están confundidos (por la edad) sobre su sexualidad, es importante enseñarles y hacerlos definir si se sienten bien con su personalidad y genero o simplemente se siente encerrados. Algunos dirán que la transexualidad es una etapa, una manera de llamar la atención o un capricho.
Lo que sí debe ser bien claro es que como padres debemos definir y ayudarlos. Psicólogos infantiles expresan que tenemos que ser extremadamente cautelosos con las etiquetas “diagnósticos” en la etapa infantil así como dar por hecho lo que va a suceder en el futuro. También con el tipo de intervención que debemos llevar a cabo.
Hay niños que pueden desarrollar cambios en su maduración o crecimiento que hacen que las suposiciones o hipótesis de una transexualidad queden completamente desacreditadas. Por tanto, el sentido común y la prudencia deberían imponerse más allá de modas o ideologías, vengan de donde vengan.
¿Qué podemos hacer los padres?
En base a nuestra propia experiencia y conocimiento de la psicología infantil y, evidentemente, al margen de modas, ideologías o creencias de cualquier tipo. Nuestra prioridad es el bienestar de las personas, los niños y sus familias.
Si llegamos a la conclusión de que nuestro hijo puede ser transgénero es importante que sepamos transmitirles nuestro apoyo
- No siempre es lo que pensamos o nos pare, visitar a un experto en la materia nunca es mejor «suponer»
- Cada niño es diferente, cada familia es un mundo y cada caso debe analizarse individualmente para determinar qué tipo de ayuda o intervención, si procede, es necesaria.
- Reprimir a un niño o niña de forma severa lo que de forma natural siente puede llevarnos a que la persona genere un gran malestar interno y percepción de que es poco comprendido en su entorno, generando baja autoestima y conductas de desesperanza, frustración y rabia que pueden desembocar en un estado emocional depresivo.
- La comprensión debe ser la base de toda conversación
- Nunca supongas que hace comentarios por hacerse el «cómico» o «llamar la atención»
- Tratar el tema con naturalidad. No dar nada por hecho. Vigilar la evolución del niño. Cuando son pequeños podemos «permitirles» algunas cosas discrepantes con su género, pero restringir otras que puedan suponer que el niño o niña se someta a las risas o menosprecio de sus compañeros u otras personas.
- Lo más importante es observar y analizar a nuestros hijos
Más allá de la transexualdad
Cuando hablamos de transexualidad algunos lo pueden definir como patologías o estados mentales parciales, lo que es bien cierto es que este tipo de «confusiones» también pueden llevar a otro tipo de patologías desarrolladas en niños que pueden afectar más allá de la sociedad.
La condición transgénero podría causar como efecto secundario la depresión en quien la lleva acuesta. Incluso produciendo ansiedad, estrés, pesadillas, no querer ir al cole, retraimiento, retroceso en los hitos evolutivos alcanzados en los más pequeños. El sufrimiento por el rechazo social y el acoso que puedan experimentar en su entorno.
Sin Embargo cuando hablamos de ACEPTACIÓN familiar, el trastorno psicológico y social presentan una tasa de depresión exactamente igual que la media poblacional en sus rangos de edad. E
l malestar, la ansiedad e incluso depresión, en muchos casos viene marcado por el rechazo del entorno o el cuestionamiento constante de sus emociones, sentimientos e ideas.
Historias de niños transexuales y padres que pueden orientarte sobre este proceso
Desde hace mucho tiempo hemos visto que la transexualidad no escoge en familias, dinero ni personalidad. ¿Qué quiere decir esto?, que hasta los famosos han sido tocado por este tema tan delicado. En algunos caso hemos conocido la historia de los actores de Hollywood Angelina Jolie y Brad Pitt incluso siempre han hablado abiertamente de la condición de su hija.
Entre ellos van abriendo el camino a esta nueva generación para que vivan en una sociedad que acepte a cada individuo
Brad Pitt Y Angelina Jolie
Shiloh Jolie-Pitt es la primera hija biológica de pareja, desde temprana edad Shiloh comenzó a identificarse como niño transgénero. Quien en 2017 comenzó la terapia de reemplazo hormonal necesaria para frenar su desarrollo como mujer y dar, así, el primer paso para su reasignación de género.
«Le gusta vestir como un niño. Quiere ser como un niño. Tuvimos que cortarle el pelo. Que ella misma encuentre su lugar». Angelina Jolie
Luken – Lucía
En Europa también tenemos historias tan conocidas como la de Luken – Lucía, específicamente en España pequeña de cuatro años de edad que le gritó al mundo que era «niña». Calificada como la menor más pequeña de España en conseguir un cambio de nombre.
A partir de este comentario sus padres decidieron comenzar a instruirse respecto al tema. Porque una cosa es jugar con cosas que suelen gustar más a las niñas pero que perfectamente pueden ser usadas por los niños, y otra es que tu hijo te diga continuamente que no es un niño, sino una niña. En 2016 un El registro civil cambió su nombre por Lucia.
Sofía logra cambiar su nombre
Sofía fue la primera menor declara administrativamente por nombre y partida de nacimiento con cambio de género, ella era niño. Cuenta la madre de Sofía que la primera vez que ella le comentó algo sobre su sexualida fue cuando tenía un año y medio y se emocionó porque le habían quitado los pantalones para ponerle una bata. «Me dijo: ‘Mami, me pusieron un vestido'».
Desde esa edad Sofía comenzó a tener comportamiento distintos a su género, de ser niño a ser niña. Todo comenzó a ser más fuerte al momento de ingresar al preescolar. Luego de algunos años difíciles, visitas a médicos, abogados, tribunales se le fue otorgado legalmente su partida de nacimiento especificando su género y su nombre de niña en México.
Sophía hoy vive feliz y libre, al ser por fin quien ella deseaba, con el género con el que se identifica.
Karina y su hija Hannah
La cantante Venezolana Karina en 2016 atravesó una gran transformación al aceptar el cambio de género de su hija Hannah al apuesto y gracioso Xander. La cantante confiesa que «Desde que nació, desde que le di pecho, ella me ha dictado qué hacer, entonces ha sido de alguna manera fácil porque yo simplemente la sigo».
Xander comenzó con su cambio físico desde los 10 años y a la edad de 11 años confesó que en su escuela todavía sus amigos lo llamaban Hannah, «pero eso a mí no me molesta porque sé que todavía no saben nada de Xander.» Ya en 2021 cumple tres años de haber cambiado su aspecto físico.
Cuando un niño es transexual, emite algunas señales. Los niños transexuales, presentan conductas que implican identificación acusada y persistente con el otro sexo. Tienen preferencia por la ropa del otro sexo, muestran un deseo intenso de participar en los juegos propios del otro sexo, insisten en pertenecer al otro sexo o muestran mucho deseo por ellos.
Asimismo muestran un malestar persistente con el propio sexo y rol, los chicos evitan los juegos violentos y manifiestan aversión hacia su órganos sexuales, del mismo modo que las chicas. A los padres se les aconseja no culpabilizar o dañar la autoestima del niño transexual con comentarios o valoraciones acerca de sus expresiones. !Olvídate de los prejuicios!