¿Te has preguntado que puede existir la posibilidad de que nuestros pequeños sean víctimas o agresores de la violencia escolar? La violencia escolar es un tema delicado para todos, que puede llenarnos de mucha angustia a nosotras como madres al tan solo imaginarnos a nuestro pequeño con temor a ser agredido o que violente a otro niño.
2 de cada 10 niños en el mundo sufren acoso y violencia escolar
Por tanto, es significativo hablarles sobre la violencia escolar y sus métodos preventivos, haciendo énfasis en el daño que pueden ocasionarle a ellos, o incluso, en el daño que ellos pueden ocasionarle a otras personas.
Nosotras como mamás, podemos participar activamente en la prevención de la violencia escolar para la protección de nuestros hijos.
¿Que es la violencia escolar?
La violencia escolar es aquella agresión física, psicológica o verbal que se da dentro del ambiente escolar, bien sea en el colegio o sus alrededores. Asimismo, la violencia escolar se puede presentar entre alumnos o de profesor a alumno. Al menos 246 millones de niños y adolescentes son víctimas de violencia escolar de acuerdo a lo reportado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
El bullying es un tipo de violencia escolar se presenta a través del acoso psicológico principalmente, que puede o no incluir agresión física. Sin embargo, a pesar de ser tan conocido se sigue presentando en las instituciones escolares. Por tanto, crear una cultura de prevención ayuda a reducir los índices de violencia escolar.
Asimismo, es importante saber diferenciar entre una discusión esporádica y un acoso constante; y entre un llamado de atención del profesor al alumno a una agresión verbal e incluso física.
Existen tres grandes manifestaciones de la violencia:
- La violencia psicológica que se centra en la humillación, acoso y degradación de la persona.
- La violencia física se manifiesta a través de los golpes, empujones y cualquier agresión física hacia la persona.
- La violencia verbal es toda aquella agresión que incluya insultos y gritos hacia la persona.
Un estudio organizado por la UNESCO en el 2016 entre 100.000 jóvenes de 19 países, indica que un 25 % de los encuestados afirma haber sido acosado por su apariencia física, otro 25 % por su género u orientación sexual, y otro 25 % por su origen o nacionalidad.
En un entorno escolar desprotegido es muy propenso a que se presenten cualquiera de estos tipos de violencia escolar. Ya que los mecanismos de intervención y la cultura preventiva son escasos o ausentes. Por tanto, como padres es importante estar atentos a estos hechos para ayudar a reducir los índices de violencia en el colegio, mientras que protegemos a nuestros hijos.
6 Formas para prevenir la violencia escolar desde casa
A pesar de que la violencia escolar se da en el colegio y sus alrededores, nosotros como padres podemos contribuir en la prevención desde casa. Asimismo, la participación de nosotros significa darle apoyo y protección a los niños.
Además, es importante que como padres podamos reconocer si nuestro hijo es víctima o agresor, o incluso, reconocer si algún amigo de nuestro hijo está pasando por una situación de violencia escolar.
1. Conversa con tu pequeño sobre su día escolar
Hablar sobre el día a día en el colegio con tu pequeño, te permite tener una visión de su entorno escolar, si existe algún índice de violencia entre compañeros o incluso con el profesor. Sin importar la edad que tenga el niño, conversa con él o ella a diario.
Asimismo, el ofrecerle un espacio para la escucha a tu pequeño, sin duda, le estarás dando un espacio para la confianza.
2. Conoce a los amigos de tu hijo
Involucrarnos como padres con las amistades del colegio de nuestro hijo resulta significativo cuando se hace de forma sana, es decir, sin invadir la privacidad. Ofrécele la confianza al niño para que sea él quien te converse de sus amigos y te presente con ellos.
Además, puedes organizar reuniones con sus compañeros de clase para que puedas conocer mucho más como se comportan en grupo.
3. Hablémosle sobre la violencia escolar
Es importante poder brindarle la información necesaria sobre la violencia escolar nuestros hijos, para que ellos también puedan identificarla, y así y facilitarles el camino de la intervención. Ofrécele ejemplos sencillos, pueden ser pequeñas dramatizaciones en casa, para que el niño identifique rápidamente si las ve en el colegio, ya sea hacia él o hacia otro compañero.
Los métodos de disciplina violenta afectan al 73% de los niños de entre 2 y 4 años.
También, puedes señalarle escenas de violencia en los programas de televisión que ven juntos. Lo importante es que el niño pueda reconocer las conductas, para evitar la naturalización de las mismas. Debemos tomar conciencia que cada vez más la violencia nos parece normal. Por ejemplo, en la Argentina, 7 de cada 10 niños de entre 2 y 4 años sufren violencia física o psicológica y 2 de cada 10 alumnos en el mundo sufren acoso y violencia escolar.
4. Busquemos alternativas de solución juntos
Además de explicarles qué es la violencia escolar, también es necesario darles alternativas para una solución inmediata que le permita salir de la situación de violencia. Avisarle a algún directivo es importante, sin embargo, se pueden presentar casos en los que acceder a profesores o directivos sea poco factible.
Por tanto, en algunos casos el niño deberá alejarse inmediatamente de los agresores, puede correr para avisar o llamar a algún amigo que esté cerca para que lo ayude a alejarse. En otros casos, el niño deberá aprender a resolver la situación y a defenderse por si mismo.
Los niños deben aprender a solucionar los problemas por si mismos, pero los padres deben estar atentos a los casos donde la violencia puede lastimarlos
En este punto, es importante comprender que tipo de violencia escolar sucede, por quién es realizada y que opciones hay. Lo ideal es que los padres actuen cuando el niño no lo puede resolver por si mismo o cuando la violencia es muy fuerte que pudiera lastimar a nuestro hijo.
5. Visitemos el colegio con cierta frecuencia
Como padres, el poder visitar el colegio de nuestros hijos nos permitirá conocer a profundidad el entorno escolar de los niños. Conocerás a los compañeros, profesores y espacios físicos donde se desenvuelve tu pequeño.
Además, conversar con los profesores de nuestro hijo nos da una visión amplia del entorno escolar, pues más allá de las notas es importante solicitar información sobre los amigos que tiene el niño y ver como se comportan en el aula de clases.
Por otro lado, tener contacto constante con el profesor del niño nos permitirá detectar a posibles profesores agresores y así intervenir a tiempo.
6. La educación en el hogar es la base de todo
Enseñarles en el hogar sobre la cultura de prevención en la violencia escolar marcará la diferencia. Hacer énfasis en valores como la humildad, la solidaridad, amor y amistad es vital. Asimismo, enseñarles a ponerse en el lugar del otro es maravilloso, ya que serán capaces de comprender y ayudar a las personas con sinceridad. Esto sin duda reducirá los índices de violencia.
Debemos enseñarles a nuestros hijos, que el maltrato que no tiene justificación. Y eso comienza desde casa
Debemos enseñarles a nuestros hijos, que el maltrato hacia los demás esta mal y que no tiene justificación. Recuerda que, la educación del hogar se basa prácticamente en la imitación de los padres, es decir, somos su principal ejemplo a seguir. Si en casa hay violencia, muy probablemente ocurra en el colegio. Por otro lado, puedes incluir a tu pequeño en la participación de actividades de labor social para que aprenda a relacionarse.
Roberto Benes, representante de Unicef Argentina dijo:
La violencia durante la infancia y la adolescencia deja marcas imborrables en los chicos, y tiene consecuencias en su desarrollo presente y futuro
La violencia escolar es delicado y a merita la intervención a tiempo, pero lo más importante es incentivar la prevención de la misma. Y es que de esta manera, los niños la reconocerán y evitarán por sí mismos. De igual manera, evitar la naturalización de la violencia escolar es vital para todos los niños, es decir, los niños deben reconocer que ver como “normal” que un amigo lo golpee, le grite o lo insulte de forma constante es incorrecto. La violencia se reporta, se interviene y se previene, sobretodo cuando hay niños involucrados.