¿Alguna vez imaginaste que jugar ajedrez fuera tan divertido? Básicamente para los niños de esta nueva era el ajedrez se ha vuelto uno de los juegos de mesa más virales del momento. Más cuando hasta series televisivas se han creado para darle el mayor auge a este tipo de juegos, pero estas son las razones por las que deberías enseñarle ajedrez a tu hija.
¡El ajedrez es increíble! Promueve habilidades que se pueden aplicar a una gran variedad de situaciones de la vida real
La creatividad, la lógica matemática y la resolución de problemas son los principales beneficios que el ajedrez aportará a tu hija o hijo una vez comience a entender la dinámica del juego. Recuerda que la practica hace al maestro y todo al principio siempre se torna difícil y fastidioso.
Estas son las razones por las que deberías enseñarle ajedrez a tu hija
Tener en casa una niña creativa y altamente superficial en temas de conocimiento es un tarea cuesta arriba. Esto quiere decir que no es fácil mantener entretenida a un niña que quiere saberlo todo. El ajedrez es una destreza que ayudará a que ellas y ellos obtenga con mayor facilidad algunos conocimientos. La creatividad es el inicio de este maravillo juego de mesa.
Jugar ajedrez es un ejercicio excelente para entrenar la mente y potenciar la inteligencia
Estimular la creatividad
Con los movimientos de las piezas del ajedrez y crear estrategias para hacer que el contrincante deje la partida y se sienta derrotado, estamos haciendo que nuestras niñas y niños estimulen la creatividad. Inventar soluciones nuevas y eficaces para adaptarlas a la vida cotidiana estas son las razones para las que deberías enseñarles ajedrez a tu hija.
La creatividad es una actitud que todos las personas poseemos, más o menos desarrolladas, para producir ideas y soluciones nuevas. Desde que nace el ser humano tiene la capacidad de crear. Dale como instrumento de desarrollo el ajedrez a nuestros hijos una buen opción. Además podemos agregar la fantasía y curiosidad.
La imaginación es uno de los grandes tesoros de la infancia. Estimular la creatividad en nuestras niñas las ayudará más adelante a saber de que manera y como expresarse en cualquier ámbito de la vida cotidiana ejercitando el pensamiento abstracto. Además de desarrollas la facilidad para relacionarse con las demás personas a lo largo de la vida.
Mejora el coeficiente intelectual
Al momento que nuestras niñas descienden entrar en el mundo del ajedrez comienza una nueva aventura y una nueva manera de poner a trabajar la mente. El ajedrez aporta a los niños y adultos que la ejercen el ejercicio de ambos hemisferios cerebrales ayudando que cada resolución de problema se vuelva más fácil y cotidiano.
Mejora la memoria
La capacidad de memorizar los movimientos del oponente para poder hacer tu jugada magistral, es otra habilidad que el ajedrez agrega a tu vida. Esto no significa que vas a imitar sus movimiento, pero si das un paso más adelante para saber debes mover cada pieza. De esta manera desarrollamos la habilidad de organización y memoria.
Desarrollo de las habilidades sociales
Socializar con nuestros iguales o con gente mayor que nosotros a veces resulta algo difícil, el ajedrez aporta seguridad en la personalidad de quien lo practica. Además se hace mucho más fáciles cuando ambos o el grupo como tal comparten gustos por el mismo juego de mesa. El ajedrez enseña a entender la sociedad y la similitud entre el juego y la vida cotidiana.
Asimismo el ajedrez ayuda a aprender a controlar sentimientos de frustración ante la derrota y convertirlos en motivación para afrontar los próximos retos, superando las incidencías erróneas cometidas.
Ayuda a concentrarse
Aprender los movimientos básicos del ajedrez toma poco tiempo. Cuando se identifica la función de cada pieza, un novato logrará empezar una partida. Los niños y jóvenes pueden aprovechar este verano para practicar esta actividad. Los niños y jóvenes pueden aprovechar este verano para practicar esta actividad.
Cuando tú, por ejemplo, estás jugando al ajedrez, existen numerosos estímulos para tu vista, sonidos y sensaciones que suceden a tu alrededor. La sensación térmica, el viento golpeando la ventana, los movimientos de tu oponente, la rememoración de conversaciones o sucesos.
La atención y concentración es un concepto estudiado en la psicología cognitiva que hace referencia a cómo procesamos la información activamente en nuestro medio ambiente
- Lo primero, gestión adecuada de tus expectativas: Nadie está 100% concentrado en una partida. Por lo tanto, el objetivo no será ese. Fíjate un objetivo alcanzable, como disminuir el número de distracciones en un período de tiempo.
- Céntrate en el aquí y en el ahora: Para poder olvidarte del resto puede ayudarte una técnica sencilla que es observar elementos pequeños del tablero, centrarte en cosas pequeñas.
- Procura no cambiar demasiado de opinión: Si has evaluado una posición favorable o desfavorablemente, o si has definido un plan a medio plazo procura respetarlo y tu atención se incrementará. Esto no significa que no debamos reevaluar o reorientar los planes.
Enséñale ajedrez a tu hija y te traerá muchas satisfacciones
Los efectos del ajedrez se han estudiado a través de su instauración en los programas en muchas escuelas y sus beneficios son incontables, desde la mejora del rendimiento académico hasta la reducción de problemas de comportamiento. Y es que lo que el ajedrez tiene que enseñarnos no se limita al aspecto intelectivo, sino que se extiende al humano y social.
Asimismo mejora las habilidades de comunicación y comprensión, el reconocimiento de patrones y reglas.
El ajedrez puede enseñarnos los valores del trabajo duro, la concentración, la objetividad y el compromiso
Foco visión
El ajedrez es un estupendo ejercicio de foco. Una práctica para saber centrar la atención en una cosa, una forma de permanecer en atención plena. Desde este estado, la dinámica del juego exige tener una visión global y estratégica. Las partes forman parte de un todo.
Lo individual obedece a un orden colectivo, de manera que hay que saber centrar la mirada en un detalle teniendo en cuenta la percepción general. Saber afrontar las cosas de igual modo en la vida cotidiana puede evitarnos ser simples e irresponsables. La sabiduría es saber integrar lo particular en lo global, ver las cosas como un todo orgánico, igual que en una partida de ajedrez.
Estrategias
La estrategia lo es todo en el ajedrez. Según sus bases, si te dejas llevar sin tener objetivos o pautas preestablecidas, entras en el juego del otro. Los jugadores de mayor éxito parten de una estrategia planificada que moldean y adaptan a las situaciones que se van presentando.
Algo parecido sucede con nuestro propósito vital. Si no existen objetivos a largo plazo, las reacciones tienden a ser reactivas y podemos acabar perdiendo el sentido de nuestro juego en la vida. Hay un viejo dicho del ajedrez que dice que un mal plan es mejor que ningún plan. En la vida también es bueno tener un plan, y una estrategia para llevarlo a cabo.
Adaptación al cambio
Aunque el ajedrez sea un juego de estrategia, hay que tener cintura y flexibilidad mental para acometer todo aquello no previsto. A veces el rival nos sorprende, sacándonos de nuestras casillas. En la vida también. Somos de una manera, imbuidos por nuestras creencias y, en ocasiones, el juego nos obliga a reprogramarnos.
A veces hay que poder cambiar para sobrevivir o vencer en una partida. En los momentos complicados es preciso valorar qué cambios son necesarios y por qué realizarlos. Aprendemos de las crisis o las derrotas y nos adaptamos al cambio. Cuando una estrategia fracasa, hay que saber cambiar a tiempo.
Arte y ciencia
Pese a que la mayoría creemos que el ajedrez es pura matemática, la realidad es que este juego no sólo vive del análisis racional, sino de las chispas de intuición y de golpes de ingenio o creatividad. En la historia ha habido jugadores ilustres como Marcel Duchamp, artista dadaísta de principios del siglo XX, para el que todos los jugadores de ajedrez eran artistas
La lógica, la memorización y la precisión en el cálculo son esenciales; pero también hay que tener en cuenta el elemento creativo, la sorpresa y lo inesperado. Garry Kasparov considera que el cálculo debe guiarse por una suma de creatividad y orden. el ajedrez es un belleza del arte.
Dentro del mundo del cine, Stanley Kubrick encarna al cineasta genial y analítico que forjó sus películas desde una precisión matemática aprendida en sus tiempos como ajedrecista. Más tarde, como director consagrado, hizo que el computador HAL venciera a uno de los tripulantes, en 2001, una odisea en el espacio.
Superación
Un buen rival desnuda tus carencías en el ajedrez. Te hace ver tus puntos débiles, los errores que cometes, señalando las zonas ciegas que no sabes ver. Aprender de la derrota y los pasos que damos en falso es importante. Saber que no hay vuelta atrás y conocer las propias debilidades son unas de las grandes cualidades que el ajedrez nos enseña.
El juego nos hace averiguar los fallos cometidos por uno mismo, con el afán de superarnos. Revisar las partidas es una práctica constante de aprendizaje.
Gestión del tiempo
En una partida de ajedrez el tiempo es fundamental. El control temporal llegó en el siglo XX, después de que en siglos anteriores una partida pudiera llegar a durar cinco días. Uno de los ritmos más clásicos en el ajedrez son noventa jugadas en noventa minutos, pero también hay modalidades frenética,s como la partida en un minuto, conocida como bullet.
Jugando a ajedrez uno aprende tanto a dilatar el tiempo para oxigenarse, aunque la jugada esté clara, como a ser ágil de mente cuando no se dispone de él. Como plantea Pepo Viñas, “uno de los síntomas de madurez del gran ajedrecista es tomarse tiempo para hacer sus jugadas. El control de la pausa y el tiempo, lo son todo en esta vida“.
Autoanálisis, conocimiento y reflexión
El ajedrez te impulsa a la reflexión y con ella a descubrir quién eres. Cómo manejas las piezas, cuáles son tus estrategias preferidas, si eres de los que tiene una salida impulsiva y te gusta acorralar a los rivales o más bien eres cauto y te proteges hasta que ves tu oportunidad.
A lo largo del juego, descubrir y explotar sus talentos, siendo consciente de sus carencias.
Impronta personal
La vida puede contemplarse como una gran partida de ajedrez, sin necesidad de que sea un combate. Simplemente, un camino en el que acertar con las decisiones y en el que planificar una estrategia, a veces cambiante, para dar con la felicidad. Tan sólo es necesario escuchar al corazón y mezclarlo con unas dosis de intelecto y conciencia.
Lo importante es que todos jueguen nuestra propia partida, no la de otro. Como dice el maestro Kasparov “desarrollar nuestra propia impronta personal permite que tomemos decisiones mejores, que tengamos confianza en nuestros instintos y que sepamos que, sea cual sea el resultado, nos habremos fortalecido”.
Este muchos beneficios encontrará en la práctica de ajedrez con tu hija, siempre es importante enseñarle desde las bases y con un solo propósito «crear seres competitivos». Tanto en el ámbito laboral, como personal es imprescindible hacer adultos que poco a poco sean éxitos desde su niñez.