Para muchos, comenzar el entrenamiento es relativamente fácil, lo realmente complicado viene con no abandonar. Por esto, mantener altos niveles de motivación en el gym es uno de los pilares para conseguir los resultados que buscas.
Si estamos motivadas no nos cuesta dar los primeros pasos ni sentimos que estamos haciendo un sacrificio, por el contrario, hacemos todo el trabajo con gusto.
Durante las primeras semanas de entrenamiento el entusiasmo es alto. Tienes un programa de entrenamiento que te parece interesante y divertido, pero, luego te topas con una rutina que termina siendo monótona y no tan divertida como esperabas.
Cuando la novedad desaparece faltas un día, luego fallas dos días y finalmente estás fuera del gimnasio en menos de dos meses. Estas son las situaciones a las que debemos sobreponernos si queremos avanzar en nuestro entrenamiento.

¿Por qué perdemos la motivación para el gym?
Seguramente lo deseas con todas tus fuerzas, al finalizar el año anterior contabas los días para volverte fitness, pero, ¿y ahora?, ¿qué ha pasado? Parece que te falta algo de motivación para que sigas en el gym.
Al pagar la membresía del gimnasio la energía está a borbotones, sin embargo, a medida que entrenamos estas ansias pueden ir escapándose lentamente y por varias razones: no vemos los resultados que esperábamos, nos enfermamos y faltamos algunos días, fallamos la dieta, etc.
Los baches que atravesamos durante nuestro tiempo en el gimnasio son totalmente normales, lo importante es que logremos sobreponernos a estos.
La práctica del ejercicio es una actividad con consecuencias “negativas” a corto plazo, es decir, sudas, te duele el cuerpo, sientes cansancio, debes encontrar el tiempo, etc. Al ver esto podemos creer que no vale la pena y abandonamos.
Debido a que los resultados del entrenamiento no logran verse de forma inmediata, la motivación de ir cada día al gym se puede ir perdiendo. Esto puede deberse a que las ganas de entrenar responden a una fuente externa, como resultar más atractivo para otros.
Para que una conducta se mantenga en el tiempo, debe responder a una motivación interna, como: mejorar tu salud, verte mejor, estar más ágil, sentirte bien contigo misma, etc. Si todo inicia desde allí y respetando los beneficios a corto plazo, las posibilidades de renunciar serán menores.

Consejos para tener motivación en el gym
Puede que quieras comenzar a entrenar, pero necesitas un pequeño empujón, o puede que hayas abandonado por algunos días y no tengas suficientes ganas como para retomar. ¿Qué hacer ante esta situación? Prueba con estos truquitos que estamos seguros te serán de utilidad.
1. Ropa para la ocasión
Una forma de incrementar tu motivación para entrenar es a través de tu look. Al verte en el espejo utilizando prendas de vestir como licras, crop tops, zapatillas, etc., sentirás más ganas de comenzar cuanto antes.
Cuando utilizamos un vestuario de nuestro agrado, nuestra autoestima se fortalece y tenemos un mayor incremento motivacional para realizar actividades.
Asegúrate de que la ropa sea de tu agrado y te resulte cómoda para realizar los ejercicios, si solo luce bonita en las fotos, pero termina molestándote, lo que conseguirás será incomodarte aún más y renunciar aún más rápido.

2. Elige tu horario
Despertar temprano e ir directamente al gimnasio funciona para muchos, ya que los hace comenzar su día con más energía, sin embargo, hay quienes difieren de esta costumbre. Escoge la hora que más se acomode a tu rutina y resérvala exclusivamente para tu entrenamiento ¡sin falta!
Si acudes a primera hora al gym, no tendrás tiempo para convencerte de no ir. Además, la mayoría de las personas aún estarán dormidas, por lo que quizás te sientas más cómoda para entrenar.
En caso de que lleves una mochila con algunas cosas para entrenar, como toalla, termo, audífonos, entre otros, es recomendable que la prepares con anticipación. De esta forma no tendrás ningún estrés de prepararla sobre la marcha y olvidar algunas cosas.
Al empacar tu equipo de ejercicio con tiempo, cuando llegue el momento de ejercitarte no tendrás que preocuparte por nada mas que entrenar.

3. Respeta tu agenda
Intenta asistir al gimnasio a la misma hora todos los días, o al menos los días que tengas previsto ir. De este modo estarás programando a tu cerebro para que se adapte a este nuevo hábito, y no se te olvidará tan fácilmente respetar esa hora.
Una vez que hayas asistido durante un tiempo (aproximadamente 21 días continuos), verás cómo se te hace mucho más sencillo y natural realizar tus rutinas diarias de entrenamiento.

4. Conócete
Saber en qué situación física y emocional te encuentras te ayudará a plantearte metas alcanzables. Teniendo claras aquellas fortalezas que posees, como responsabilidad o consciencia, puedes utilizarlas como ancla para no fallar en tus entrenamientos.

5. Avanza progresivamente
Primero debemos gatear antes de caminar ¿cierto?, pues bien, lo mismo pasa con el entrenamiento. Empieza de a poco y ve supervisando tu progreso, de este modo obtendrás más motivación al ver cómo avanza tu capacidad de resistencia y fuerza.
Es importante que no trates de levantar demasiado peso desde el inicio, ya que esto te costará más y evitará que midas correctamente tu avance, pudiendo llevarte más fácilmente a la frustración.

6. Establece recompensas
Mentalízate en las recompensas significativas para ti, esto tendrá un efecto positivo en tus asistencias al gym. Intenta que estos pensamientos estén enfocados en recompensas personales, como mejorar la salud y lograr satisfacción ante la autosuperación.
Plantea tus metas a tu entrenador, este podrá aconsejarte acerca de si están bien encaminadas o no, ya que podrías poner barras demasiado altas sin darte cuenta.

7. Snacks antes de comenzar
Si eres amante al café, una taza antes de entrenar podría ayudarte. La cafeína tiene propiedades que activan el sistema nervioso, así que puedes tomar un café por lo menos una hora antes de asistir al gimnasio. Eso sí, cuidado con la cantidad de azúcar que le añades.
¿No te gusta el café? Las bananas son un excelente sustituto. Esta fruta ofrece una importante fuente de potasio, lo que ayudará a evitar que te marees o te falten fuerzas durante la realización del ejercicio. Es recomendable comerlas media hora antes de entrenar

8. Con música todo mejora
Tu música favorita puede mejorar todo el ambiente, así que ármate con tus auriculares y olvídate del mundo. Lo ideal es que elabores una playlist con canciones que inviten al movimiento, en internet hay un montón que puedes añadir a tu biblioteca musical.
La música posee un gran componente motivacional, tanto así que muchos deportistas de alto rendimiento la utilizan durante sus ejercicios.

9. Busca compañeros
Tener un compañero o grupo de compañeros a la hora de entrenar es una buena forma de conseguir motivación. Tanto el apoyo moral, como la compañía, harán que el camino hacia la meta sea más ameno.
Así mismo, entrenar acompañados propicia los retos, por lo que nos vemos impulsados a mejorar cada día. Recuerda que la curva de dificultad de los retos que te plantees debe ser siempre razonable, está bien que conlleve un esfuerzo, pero este no debe ser súper difícil de lograr.

10.Descansa
El esfuerzo también necesita del reposo. Si entrenas sin tener un día de descanso, o demasiadas horas al día, solo conseguirás fatigarte y, ¡lo adivinaste!, abandonar.
Descansar es importantísimo para reponer fuerzas. Si duermes las horas recomendadas (entre 7 y 9), estarás dando a tu cuerpo el tiempo necesario para reponerse, por lo que no sentirás debilidad en tu próxima jornada.

11. Aprovecha las tecnologías
En la actualidad existen aplicaciones capaces de recordarte incluso que tomes agua, así que no hay excusa para no llevar una vida sana. Descarga una app para recordarte tus ejercicios, y así, no tendrás ni siquiera que planear tu próxima rutina.
Las redes sociales también pueden brindarte motivación en tu entrenamiento, ya que, si gritas al mundo que has comenzado a ir al gimnasio, tus amigos y seguidores te harán rendir cuentas sobre tu progreso. Sentirás una sana presión por demostrar a todos que sí puedes.

12. Fija premios
Recompensarte al final del ejercicio o al final de una semana de entrenamiento puede ayudarte a mantenerte enfocada. Puede tratarse de algún alimento, una salida al cine o al spa, incluso podría ser una visita por redes sociales.
Asegúrate de que la recompensa no retrase cualquier progreso que hayas logrado hasta entonces. Si bien existe el cheat day, esto no significa que puedas hacerlo todas las semanas. Evalúa tu progreso junto a tu entrenador y juntos ideen cuáles son tus recompensas ideales.

¿Cómo no perder la motivación al ir gym?
Encontrar la motivación para ir al gym te resultará más sencillo que mantenerla, pero, aun así, esto puede ser complicado. Todo es cuestión de tener claros algunos puntos, como conocer en detalle los beneficios de esta práctica y plantearte motivaciones internas.
El ejercicio debe responder a metas propias, nada de recomendaciones impuestas por la cultura, la sociedad o las influencers. Recuerda que serás tú la principal beneficiada, y serás tú quien hará todo el esfuerzo e invertirá su tiempo en ello.
Desafíate con el reto de mantener la motivación de hacer ejercicio a lo largo del tiempo. Cuando sientas cansancio (que lo sentirás), debes hacer un esfuerzo extra para restar importancia a esas molestias y continuar haciendo ejercicio.
Los dolores y el cansancio son transitorios, disminuirán con el tiempo, y, además, cambiarán por beneficios en los que ni siquiera habías pensado.
A largo plazo seguramente ya sabes cuáles son los beneficios de ejercitarse, sin embargo, estos no se ven inmediatamente. Prueba con escribir una lista de beneficios del ejercicio a corto plazo y colócalos en un lugar visible para mantenerte motivada.
¿No recuerdas cuáles son estos beneficios? Toma nota:
- Tendrás más energía
- Mejora el estado de ánimo
- Es divertido (elije rutinas dinámicas)
- Despeja la mente
- Mejorará tu autoestima
- Desarrollas mayor tolerancia al estrés
- Tendrás una sensación de bienestar
- Tus articulaciones, huesos y músculos tendrán una mayor resistencia
- Mejorará tu sistema cardiovascular
La lista puede continuar, incluso, puede que tu cuerpo presente beneficios particulares. Ten en cuenta todos estos cambios durante las primeras semanas, esto te ayudará mientras los beneficios a largo plazo comienzan a ser visibles.
Si llegas a un punto de agotamiento psíquico en el que no deseas ni pensar en las actividades que debes hacer, ¡detente! Toma conciencia de lo que estás atravesando y pregúntate ¿qué ha cambiado?, ¿por qué me siento así? A parir de acá podrás volver a encaminar tu rumbo.

No a todas las personas les motiva lo mismo, incluso, aquello que te motiva hoy puede variar con el tiempo. Conoce tus necesidades y alinéalas con un objetivo importante para ti, la satisfacción que sentirás al final del camino te recompensará todo tu esfuerzo.
Deja de buscar la motivación, ¡créala!