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Cuidados para la piel seca que te evitarán arrugas

Cuidados para la piel seca

La piel seca se traduce en falta de hidratación en el cuerpo, a causa de distintos factores como la genética, el envejecimiento u otros agentes externos del entorno. La piel seca se puede reflejar con la tensión en la piel, enrojecimiento y resequedad evidente, escamosidad e incluso grietas en las manos y los pies.

La sequedad de la piel puede derivar en síntomas más graves como son la descamación, irritación y envejecimiento prematuro

Basicamente la piel seca se da por, desequilibrio de agua y lípidos en la capa más externa de la piel: la epidermis. La causa principal de este hecho es un mal funcionamiento de las glándulas sebáceas o sudoríparas que, desde la dermis, no producen los suficientes fluidos para lubricar la piel. Si la piel no tiene el debido cuidado puede perder su belleza y brillo natural.

Hidrata tu piel y tu cuerpo

¿Cómo saber si tengo la piel seca?

Tanto la piel seca como la piel deshidratada presentan una serie de síntomas. La piel deshidratada muestra un tono apagado, tirantez y líneas de expresión que se marcan de forma prematura. Una piel seca en el rostro presenta rojeces, descamaciones, picazón y envejecimiento prematuro.

Una piel seca pierde el estatus de ser una barrera protectora natural y de hidratación, si no se evita que la humedad se escape

Causas

La piel seca (xerosis) suele tener una causa ambiental. Ciertas enfermedades también pueden afectar significativamente la piel. Las causas posibles de la piel seca son las siguientes:

  • Clima: La piel tiende a estar más seca en invierno, cuando las temperaturas y los niveles de humedad descienden. Sin embargo, la estación puede no importar tanto si vives en regiones desérticas.
  • Calor: La calefacción centralizada, las estufas a leña, los calefactores y las chimeneas reducen la humedad y secan la piel.
  • Baños y duchas calientes: Tomar largas duchas o baños de inmersión calientes puede secar la piel. Nadar con frecuencia, especialmente en piscinas que tienen mucho cloro, también puede secar la piel.
  • Jabones y detergentes abrasivos: Muchos de los jabones, detergentes y champús populares eliminan la humedad de la piel porque están formulados para eliminar la grasa.
  • Otras afecciones de la piel: Las personas con afecciones cutáneas, como la dermatitis atópica (eccema) o la psoriasis, son propensas a tener la piel seca.

Factores de riesgo

Cualquier persona puede presentar piel seca. Sin embargo, es posible que tengas más propensión a desarrollar la afección si reúnes algunas de estas condiciones:

  • Tienes 40 años o más. El riesgo aumenta con la edad; más del 50 por ciento de los adultos mayores tienen piel seca
  • Vives en un clima seco, frío o con bajo porcentaje de humedad
  • Tienes un trabajo que requiere que sumerjas la piel en agua, como el caso de personal de enfermería y estilistas
  • Sueles nadar en piscinas que contienen cloro
Algunos productos pueden causar irritación

Complicaciones

La piel seca suele ser inofensiva. Pero, cuando no se cuida, puede provocar problemas como los siguientes:

  • Dermatitis atópica (eccema): Si eres propenso a tener esta afección, el exceso de sequedad puede activar la enfermedad, lo que causa enrojecimiento, agrietamiento e inflamación.
  • Infecciones: La piel seca se puede agrietar, lo que permite que ingresen bacterias y que estas provoquen infecciones. Es más probable que estas complicaciones ocurran cuando los mecanismos protectores normales de la piel están muy comprometidos.
Aplica productos especiales para tu tipo de piel

Tratamientos y cuidados para la piel seca

No todo es mal, para este tipo de piel debes tener sumo cuidado y un tratamiento estricto que te ayude a mantener tu piel sana y saludable.

Evita los productos cosméticos agresivos

Tanto en la limpieza como en el cuidado dermatológico, debes dejar atrás productos con ingredientes que puedan agravar la sequedad de tu piel o incluso producir irritaciones u otras lesiones cutáneas. Así que si tienes algún cosmético astringente o que contenga alcohol, por ejemplo, no será adecuado para tu tipo de piel.

Utiliza productos específicos como, por ejemplo, un limpiador facial para piel seca y sensible, o bien mascarillas para piel seca, que la nutrirán sin perjudicarla. También es importante que utilices un tipo de maquillaje especial para piel seca y apto para pieles sensibles. Generalmente contiene activos minerales que evitan la sequedad cutánea.

Si te hidratas constantemente y haces el uso del protector solar adecuado para tu piel, luego te debes maquillar con productos actos para la piel seca así evitarás irritaciones.

Cuidado con el sol y otros factores climatológicos

Evita la exposición directa al sol y usa un buen factor de protección solar. Si no sabes bien cuál es el protector solar más adecuado para tu piel. Por último, hay que procurar evitar los cambios bruscos de temperatura, el frío o el calor extremos y otras inclemencías meteorológicas como el viento, ya que no favorecen en nada a la piel seca.

Utiliza productos con protección UV

Minimiza los efectos de la cal o el cloro en la piel

Las personas con pieles secas deben poner especial atención a la cal que puede contener el agua con la que nos duchamos (en algunas zonas geográficas más que en otras), y al cloro de las piscinas, pues pueden resultar irritantes y generar más sequedad y tirantez en la dermis.

Después de estar en contacto con estas sustancias, te recomendamos que te realices una buena sesión de hidratación en todo el cuerpo.

Hidrátate también por dentro, come equilibrado y descansa bien

Es fundamental beber mucha agua, para mantener el organismo hidratado y ayudar a que todo funcione correctamente: se notará en la epidermis, pues estará más radiante y luminosa. Además, en el cuidado de la piel seca también es importante seguir una dieta saludable, rica en vitaminas y antioxidantes, ácidos grasos Omega-3 y con alimentos que contengan colágeno.

El descanso es también importante, pues es cuando dormimos cuando se regeneran las células cutáneas. Así que procura seguir una rutina de sueño durmiendo 7-8 horas diarias.

Mima ciertas zonas más sensibles

Las pieles secas se manifiestan en unas partes del cuerpo más que en otras. Por ejemplo, los labios, el mentón, la frente, el contorno de los ojos, etc. deberán reforzarse con productos especializados, ya que son de las zonas más problemáticas en este tipo de pieles. Además masajear la zona afectada con cremas adecuadas activa tus glándulas sebáceas.

Proteje tu piel

 Acude con regularidad al dermatólogo

Es importante revisar periódicamente tu salud dermatológica, visitando al/a la especialista de la piel, especialmente ante cualquier síntoma de alerta o anomalía. Las pieles secas a menudo van ligadas a patologías cutáneas crónicas como la dermatitis atópica.

Importante, aunque no lo creas

  •  Limpieza facial diaria: Lávate la cara con aceites limpiadores y con agua tibia.
  •  Utiliza un tónico y un serum: Prepara tu piel para recibir los nutrientes mediante el uso de tónicos faciales o serums naturales.
  •  Hidrátala con una crema hidratante que contenga nutrientes adicionales como aceites vegetales, de onagra o germen de trigo. Aplica la crema siempre en círculos tanto en el rostro como en el cuello.
  •  Utiliza siempre protector solar. Lo ideal es que tu crema hidratante ya contenga este plus de protección y así la puedas cuidar todo el tiempo.

Alimentación y cuidado de la piel seca

El primer paso para nutrir la piel desde dentro es incorporar a nuestra dieta alimentos de alto contenido graso pero saludable.

Grasas saludables

  • Aceites vegetales de primera presión en frío: oliva, sésamo, coco, girasol, lino, germen de trigo.
  • Frutos secos, especialmente las nueces de macadamia y los piñones
  • Aguacate, una fruta de alto contenido graso
  • Pescado azul
  • Yema de huevo

Grasas perjudiciales

  • Carnes rojas y embutidos
  • Margarina y otras grasas trans
  • Alimentos fritos y procesados
  • Derivados lácteos: cremas, helados, etc.

Beber suficiente agua

Hay personas que han notado la piel más hidratada sencillamente bebiendo aproximadamente litro y medio de agua al día, fuera de las comidas. Este consejo mejorará en pocos días el estado de nuestra piel. Si empezamos el día bebiendo de 2 a 4 vasos en ayunas será ya muy beneficioso, no solo para nuestra piel sino para nuestro organismo en general.

Comer alimentos verdes ricos en antioxidantes

Cremas para piel seca que puedes hacer en casa

Conseguir la solución en casa siempre es más fácil, pero cuidado con lo que apliques a tu piel podrías causarte daños irreversibles o quemaduras graves. Aceites, almendras, cremas caseras pueden ser algunas de tus opciones.

Hidratar la piel es algo vital para que esté saludable y podamos evitar problemas cutáneos o mejorar y tratar los que ya tenemos

Tónico facial

Prepara tu propio tónico facial para piel seca mezclando los siguientes ingredientes:

  • 200 ml de agua
  • 2 cucharadas soperas de vinagre de manzana ecológico
  • Unas gotas de aceite esencial de romero o lavanda

Mezclaremos bien y lo agitaremos siempre antes de usarlo. Lo aplicaremos con la ayuda de un disco de limpieza o un algodón, dando suaves toques en el rostro después de haberlo lavado con agua fresca.

Hidratante

Si optamos por lo más natural no deberíamos usar cremas faciales, aunque si son naturales al menos no tienen los riesgos de las convencionales, que incluyen muchos ingredientes tóxicos.

Pero en realidad podemos usar productos sencillísimos y completamente naturales que hidratarán nuestra piel en profundidad:

  • Aceite de coco: para pieles poco secas o mixtas
  • Aceite de almendra: para pieles secas
  • Aceite de rosa mosqueta o de argán: para pieles muy secas, arrugadas, maduras

Aplica el aceite realizando un suave masaje para que se absorba bien. Si te queda la piel demasiado brillante puedes usar un aceite menos graso, mezclalo con un poco de gel de aloe vera o bien eliminar ese brillo con la ayuda de una toallita.

Los mejores hidratantes son los aceites

Mascarillas a base de frutas para hidratar la piel

Las mascarillas a base de frutas hidratan la piel seca y la nutren; además ayudan a mantener la piel hidratada y suministran antioxidantes, vitaminas y minerales indispensables para tener una piel saludable.

Mascarilla de almendras y zanahoria

En primer lugar, este tratamiento actúa de forma efectiva gracias al grado de penetración del aceite de almendras. Por ello, la mezcla alcanza las capas más profundas de la piel.

  • 4 cucharadas de aceite de almendras (60 ml).
  • 4 cucharadas de aceite de zanahoria (60 ml).
  • 2 cucharaditas de aceite de germen de trigo (20 ml).
  • 10 gotas de aceite esencial de manzanilla (0.2 ml).

Preparación

  • En primer lugar, en un recipiente mezcla todos los aceites.
  • Una vez hecho, agita la mezcla.
  • A continuación, untar la mezcla en la piel aplicando suaves masajes con las yemas de los dedos.
  • Permite actuar durante 15 minutos.
  • Para acabar, retira la mascarilla con agua tibia.
  • Esta mascarilla la puedes aplicar cada 15 días para resultados constantes y fabulosos.

Mascarilla de melocotón

Además de combatir la sequedad de tu piel, el melocotón aporta una sensación fresca durante y después de su aplicación. Prueba esta mascarilla.

  • ½ taza de yogur natural (125 ml).
  • ½ melocotón (40 g).
  • 2 cucharadas de aceite de oliva (30 ml).

Preparación

  • Lavar y pelar el melocotón. Luego cortarlo en pedazos.
  • Colocar el yogur en una licuadora junto con el melocotón y el aceite de oliva.
  • Licuar por unos instantes hasta que los ingredientes estén bien mezclados.
  • Aplicar la mezcla obtenida en las áreas secas y agrietadas de la piel.
  • Para acabar, permite actuar entre 15 y 20 minutos.
  • Retira con agua fresca.
La zanahoria balancea tu tono de piel

Para cuidar correctamente de tu piel si tiende a resecarse, lo mejor será que consultes con tu dermatólogo. De esta manera conseguirás recomendaciones de un experto en la materia, recuerda que la piel es el órgano más grande del cuerpo humano y te protege de muchas cosas.

Además, deberás procurar mantener buenos hábitos de vida. Una dieta balanceada, rica en frutas y vegetales frescos y lo más libre de grasas saturadas, comida chatarra y alcohol que puedas. No olvides tu hidratación diaria y mantener una buena hidratación diaria.

 

 

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