Al pasar la cuarta década, era acostumbrado que las mujeres ya habían completado su grupo familiar y se encontraban en etapa de crianza. No obstante, en la actualidad podemos ver de forma común un embarazo después de los 40, pero ¿es esto seguro? ¡Te contamos eso y más!
Tomar la decisión de comenzar una familia involucra más que solo las ganas de tener un bebé. Al pensar en procrear se deben considerar factores personales, profesionales, económicos y sociales. Por esto, muchas mujeres prefieren esperar a tener una mayor estabilidad para ser madres.
Sea cual sea la edad a la que se decida tener hijos, actualmente existen avances tecnológicos capaces de ayudar a casi cualquier mujer a quedar embarazada.
Los embarazos tardíos son más comunes hoy en día, no obstante, los padres deben considerar varios factores antes de establecer el tiempo que desean esperar. Si tú también estás por tomar una decisión similar, toma nota, estamos seguros que despejaremos más de una de tus dudas.
Probabilidades de conseguir un embarazo después de los 40
Según datos aportados por la Clínica Universidad de Navarra en 2020, una mujer de unos 20 años que esté tratando de quedarse embarazada en sus días fértiles tendrá un 25% de probabilidades de conseguirlo en cada ciclo. Para cuando se alcanzan los 40 estas posibilidades se reducen a un 1%.
Embarazarse después de los 40 puede no ser tan fácil como a los 20. No obstante, la edad en sí misma no representa un gran problema. Las complicaciones se deben a que existe un mayor número de patologías que pueden alterar un embarazo asociadas a esta edad.
Según la ginecóloga Paula Ferrer: “La fertilidad disminuye progresivamente a medida que aumenta la edad de la mujer… Las mujeres nacemos con todos los ovocitos que usaremos a lo largo de nuestra vida y no generamos nuevos, por lo que su número va mermando”.
No solo se trata de la cantidad de óvulos disponibles a los 40, aquellos que no han sido utilizados están envejecidos, por lo que su integridad cromosómica se ve afectada.
Según David James, del grupo de desarrollo de directrices de fertilidad del Instituto Nacional del Reino Unido para la Excelencia de la Salud y el Cuidado, la posibilidad de una anormalidad cromosómica a los 30 años es de uno de cada 400, y uno en 60-70 cuando se llega a los 40.
De acuerdo a estas estadísticas, 59 de cada 60 mujeres de 40 años no tendrán bebés con problemas cromosómicos. Si bien es más difícil quedar embarazada y las probabilidades de un niño con anormalidad cromosómica aumentan, estos problemas no se incrementan con la edad tanto como pensábamos.
¿Qué tan fértil es una mujer pasados los 40 años?
Uno de los inconvenientes más marcados al buscar un embarazo después de los 40, es la fertilidad. Esta comienza a decaer a partir de los 35 años, teniendo una baja más marcada entre los 40 y los 44 años, cayendo drásticamente al llegar a los 45.
Desde el nacimiento, las mujeres poseen una cantidad finita de óvulos, alrededor de un millón, y para la pubertad solo quedan unos 300.000. No obstante, cada mujer tiene una reserva ovárica diferente en función de su edad, genética y el ambiente al que ha estado expuesta a lo largo de su vida.
La disminución en la fertilidad de la mujer con el paso de los años se debe a una baja tanto en la cantidad de los óvulos, como en la calidad de los mismos.
Estadísticas recientes muestran cómo el número de mujeres que consigue quedar embarazada tras cumplir los 40 ha ido en aumento. Esta tendencia ha ido evolucionado positivamente sobre todo en países industrializados que cuentan con un buen sistema de salud.
De acuerdo al Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (2011), del 2007 al 2009, la fertilidad de mujeres entre 40 y 44 años se incrementó un 6%, y para el grupo entre 45 y 49 la tasa fue de un 17%.
Consulta a un especialista si transcurren más de 12 meses y no logras quedar embarazada. Puede que no haya ningún problema biológico y solo sea cuestión de seguir intentando, o quizás haya un trasfondo de infertilidad.
¿Cómo prepararse para un embarazo después de los 40 años y qué esperar de este?
Si bien es cierto que un embarazo a los 40 posee mayores riesgos, este también representa una maternidad posiblemente más sabia y madura. A esta edad una mujer puede enfrentar la llegada de un hijo con más calma y mayores conocimientos de experiencias cercanas.
Para una mujer que ha decidido convertirse en madre los cambios no comienzan tras la concepción, sino mucho antes. Por ejemplo, el consumo de pescado, frutas y vegetales ricos en ácido fólico, siempre serán hábitos beneficiosos para un embarazo saludable.
Es bueno mantenerse en forma realizando algún tipo de ejercicio como nadar, pasear o bailar, siempre de forma moderada y bajo supervisión médica.
Lo primero que se debe hacer tras haber decidido quedar embarazada es buscar asistencia médica. A través de diversos análisis, el especialista podrá determinar los mejores preparativos en el caso particular de cada mujer.
Primeros meses
Una de las fortalezas de las madres de 40 años es su capacidad de afrontar las nuevas dificultades físicas asociadas a la maternidad tardía. Para esto, es fundamental que la mujer posea un buen estado físico antes del embarazo.
Es recomendable que apenas sepas que has quedado embarazada, asistas a una cita médica. A partir de esto se podrá tener un mejor control sobre los diversos aspectos que involucra el desarrollo del embarazo.
Durante el primer trimestre es común que aparezca el cansancio físico intenso y las molestias abdominales. La intensidad de estas dependerá no solo de la edad, sino del estado de salud previo en que se encuentre la embarazada.
Un consejo de los expertos es que no te obsesiones por tu edad, un embarazo siempre conlleva riesgos y vivir con miedo no te ayudará a solventarlos. En su lugar, opta por disfrutar al máximo tu embarazo y vivir estos meses lo más tranquila que puedas.
Segundo trimestre
Desde el inicio de la gestación, el médico evalúa a la paciente y se encarga de recomendar los hábitos que esta deberá seguir en los próximos meses. Para este momento es muy importante que la madre siga al pie de la letra las recomendaciones dietéticas básicas, así como el ejercicio físico.
Cuando la gestación está rondando su segunda etapa, es común que los médicos comiencen a controlar más de cerca aspectos como la presión arterial.
Si la madre ha sido diagnosticada con diabetes gestacional, el control de la dieta y el ejercicio deberá ser más estricto, puesto que las descompensaciones incrementan otros riesgos del embarazo, como la alteración del crecimiento fetal, el parto prematuro o la hipertensión.
Cerca del parto
Un parto a los 40 años puede ser perfectamente normal y tranquilo. No obstante, la posibilidad de tener un parto prematuro es más habitual a esta edad.
Existen factores físicos y psicológicos que pueden influir al momento de dar a luz, como la percepción y tolerancia al dolor, o la vascularización placentaria deficiente, aumentando así el riesgo de complicaciones fetales durante el parto.
El médico puede considerar que al haber mayor riesgo de enfermedades asociadas como diabetes o tensión alta, puede haber la necesidad de adelantar el nacimiento del pequeño. Esto con la finalidad de garantizar la seguridad del niño y la madre.
Riesgos de un embarazo después de los 40
Además de ser más difícil conseguir el embarazo a partir de los 40 años, también hay que tener en cuenta que el riesgo de que aparezcan complicaciones durante la gestación es más elevado que en edades más tempranas.
De acuerdo a investigadores de la OMS en 2014, entre las posibles complicaciones del embarazo pasados los 35 años se encontró un mayor riesgo de:
- Complicaciones que provoquen que la madre tenga una experiencia cercana a la muerte.
- Nacimiento prematuro, es decir, antes de las 37 semanas.
- Mortalidad fetal o mortalidad neonatal precoz. Ocurre al nacer o en los primeros siete días de vida del bebé.
- Muerte materna durante el embarazo, el parto o en los 42 días posteriores
- Bebé con bajo peso al nacer (menos de 2,4 kilogramos).
La edad avanzada y el embarazo también pueden resultar en una combinación que provoque un mayor riesgo de que la mujer sufra diabetes gestacional, hipertensión arterial, preeclampsia, hemorragias preparto, alteraciones renales, enfermedades cardiacas e incluso cáncer de mama.
Cuidados de un embarazo después de los 40 años
Ser madre después de los 40 es tan maravilloso como a los 20 o 30 años. Lo básico es asumir el compromiso de cuidarse un poco más, sabiendo que la salud del futuro bebé depende en gran medida de la salud psico-física de sus padres.
Muchas de las complicaciones en cualquier embarazo se pueden prevenir con un correcto control prenatal y el seguimiento riguroso de las indicaciones médicas.
Los cuidados prenatales cobran especial importancia cuando se alcanza esta edad. Entre las recomendaciones más comunes por parte de los especialistas están:
- Asistir al médico
- Suspender sustancias nocivas (cigarrillo, alcohol y drogas)
- Disminuir la cafeína
- Consumir una dieta equilibrada
- Tomar ácido fólico y otras vitaminas
- Practicar ejercicio
- Limitar el estrés
- Promover el descanso y la relajación
Una vida ordenada en todos sus aspectos (alimentación, ejercicio, sueño y estabilidad emocional) es la mejor fórmula para un embarazo saludable a cualquier edad.
Beneficios de un embarazo después de los 40
No todo es sombrío al hablar de embarazos tardíos. Día a día podemos ver cómo famosas consiguen ser madres pasada su cuarta década de vida. Y es que, si existe un adecuado control prenatal, las posibilidades de un embarazo saludable aumentan considerablemente.
Así mismo, un estudio elaborado por investigadores de la Universidad Birkbeck de Londres, y el Colegio de Universidades de Londres, afirma que existen algunos interesantes beneficios de postergar un poco la maternidad:
- Los hijos de mujeres mayores de 40 tienen una mejor salud física y emocional debido al mejor cuidado y atención que reciben, comparados con los hijos de madres en los 20.
- Niños de madres mayores sufren un 22% menos de probabilidades de lesionarse de forma accidental.
- Casi un tercio de los niños producto de embarazos a esta edad son menos propensos a ser ingresados en un hospital antes de los tres años de edad.
- El desarrollo del lenguaje de niños con madres maduras es mejor.
- Los conflictos entre padres e hijos se reducen a mayor edad de la madre.
Gran parte de estos beneficios se deben a que las madres mayores poseen más recursos económicos, experiencia y estabilidad, que las madres más jóvenes.
A la hora de pensar en un embarazo, la edad no debe tomarse a la ligera, pero tampoco debe ser el único factor determinante en la decisión.
Muchas mujeres son completamente sanas y tienen embarazos normales pasados los 40, mientras otras presentan problemas desde los 20.
Lo primordial es la salud de la madre y el bebé, por lo que la máxima recomendación será siempre buscar ayuda profesional. De esta forma se puede asegurar la toma de una decisión completamente acertada.
En tus manos está aprovechar al máximo las posibilidades que la naturaleza te ofrece para quedarte embarazada, ya sea de forma natural, o con la ayuda de los expertos.
