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Parto natural: Etapas y beneficios de este método

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Mientras se acerca el gran día, es común sentir algo de nervios pues todas queremos que este día transcurra sin complicaciones. Resolver todas las dudas y tomar precauciones aumentará en gran medida las posibilidades de que el parto natural transcurra de maravilla.

A pesar de que no se puede conocer de manera exacta el momento en que se iniciará el parto, es común que este ocurra a partir de la semana 37 del embarazo.

El trabajo de parto es único en cada mujer, incluso entre embarazo y embarazo. No obstante, al conocer la secuencia típica de estos eventos, podrás prepararte mucho mejor para este momento.

Al tratarse de un proceso natural es común que el día del parto se presenten algunas complicaciones. Conoce las características y consecuencias de cada una y podrás estar más capacitada en caso de que se presentasen dichas dificultades.

El parto natural sigue siendo la opción más popular al momento de dar a luz.

Etapas del parto natural

Un parto natural es prácticamente un milagro, ver llegar al mundo a esa nueva vida que ha estado dentro de ti durante los últimos nueve meses es algo maravilloso. No obstante, toda gran recompensa conlleva un gran compromiso.

De acuerdo a Mayo Clinic, existen tres etapas principales de un parto natural:

1. Trabajo de parto temprano y parto activo

La primera fase del parto da inicio con las primeras contracciones regulares, ya que estas hacen que el cuello uterino se dilate y prepare para el nacimiento. Gracias a estas contracciones el bebé puede moverse hacia el canal de parto.

Comúnmente el trabajo de parto prematuro durará desde horas hasta días. Este tiempo suele reducirse en los partos posteriores.

A medida que el cuello uterino comienza a abrirse es normal que notes un flujo claro, rosado o ligeramente sanguinolento, no te preocupes por esto. Para muchas mujeres este periodo no es realmente incomodo, lo más importante será que te mantengas relajada.

El iniciar el parto activo el cuello uterino se dilatará entre 6 y 10 centímetros, además las contracciones se harán más fuertes y regulares. Es normal que para este punto sientas calambres en las piernas, náuseas y un aumento de la presión en la espalda.

Si rompes bolsa o experimentas un mayor sangrado vaginal, acude a un centro asistencial lo antes posible o llama a tu proveedor de salud.

Comúnmente el trabajo de parto activo dura de 4 a 8 horas o más. Conserva la calma y trata de mantenerte relajada, pide analgésicos si así lo deseas. Recuerda que solo tú puedes juzgar tu necesidad de alivio para el dolor.

Al comenzar la transición el dolor puede ser particularmente intenso. Si sientes la necesidad de pujar consulta con el médico, pues hacerlo demasiado pronto podría retrasar el parto. Esta fase suele durar entre 15 y 60 minutos, y las contracciones pueden durar de 60 a 90 segundos.

La primera etapa es la que toma más tiempo de las tres.

2.Nacimiento

El nacimiento del bebé mediante un parto natural puede tomar desde unos pocos minutos hasta varias horas. Ten en cuenta que en el caso de haber recibido la epidural o ser primeriza este tiempo puede extenderse.

Para este punto el proveedor de salud te indicará cuando pujar o te pedirá que lo hagas con cada contracción.

Cuando pujes, no tenses el rostro. Puedes pujar en cuclillas, sentada, de rodillas o incluso sobre manos y rodillas. Puede llegar un punto en que se te pida dejar de pujar o hacerlo suavemente, esto con la finalidad de ayudar a los tejidos vaginales a estirarse y no desgarrarse.

Una vez que la cabeza del bebé ha salido, el cuerpo saldrá de inmediato y el médico cortará el cordón umbilical.

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Una forma de motivarte en este momento puede ser ver o tocar la cabeza de tu bebé mientras se asoma.

3.Expulsión

El trabajo no acaba con la salida del bebé. Después que este ha nacido, es probable que sientas un gran alivio, sin embargo, aun deberás expulsar la placenta. La expulsión de la placenta suele ser dentro de los 5 a 30 minutos tras el alumbramiento, aunque puede tardar hasta una hora.

Expulsar la placenta no representa mayores inconvenientes, seguirás teniendo contracciones leves y es posible que te administren medicamentos para estimular las contracciones y minimizar el sangrado. Pujarás una vez más y todo habrá acabado.

Después de la expulsión el útero continuará contrayéndose para retornar a su tamaño normal. Un miembro del equipo médico te masajeará el abdomen para asegurarse de que el útero se sienta firme. Asimismo, de ser necesario podrán aplicar puntos de sutura en la región vaginal.

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Sostener a tu bebé en brazos te ayudará a relajarte y aliviar el dolor.

Pros y contras de un parto natural

Cada vez es más común que las futuras madres opten por un parto con la menor intervención de medicamentos o procedimientos clínicos. Esto implica seguir los tiempos naturales del parto y vivirlo de una forma más íntima, no obstante, pueden llegar a presentarse algunos contratiempos.

Complicaciones

Sea cual sea la modalidad de parto elegida existen riesgos. No obstante, esto no significa que debas tener miedo, el personal médico que te acompañe durante este momento está capacitado para responder ante cualquiera de estos contratiempos.

Las complicaciones más comunes suelen ser:

  • Trabajo de parto prematuro. El trabajo de parto inicia antes de las 37 semanas.
  • Ruptura prematura de membranas. La fuente se rompe antes de que la madre entre en trabajo de parto.
  • Problemas con el cordón umbilical. El cordón puede provocar complicaciones si se engancha a un brazo, pierna o el cuello del bebé. Asimismo puede presentar problemas si este sale antes que el bebé.
  • Frecuencia cardíaca anormal. Si la frecuencia es demasiado lenta o rápida, esto puede significar que el bebé no está recibiendo suficiente oxigeno o hay otros problemas.
  • Problemas con la placenta. Puede producirse un desprendimiento de la placenta previo al nacimiento, o una adherencia demasiado firme al útero.
  • Sangrado excesivo. El parto causa desgarros en el útero o no se desprende la placenta después de dar a luz al bebé.
  • Trabajo de parto estancado. El cuello uterino no dilata, el bebé no se coloca en posición, las contracciones disminuyen, el bebé no consigue atravesar el canal de parto.
  • Distocia de hombro. La cabeza del bebé sale pero el hombro se atasca.
  • Parto de nalgas. El bebé sale primero con los pies.
  • Desgarros perineales. Desgarro de la vagina y los tejidos circundantes.
  • Asfixia perinatal. El bebé no recibe suficiente oxígeno.
  • Embarazo postérmino. El trabajo de inicia aunque se alcanzan las 42 semanas.
Aunque puedan parecer bastante atemorizantes, estas complicaciones suelen ser fácilmente atendidas por los profesionales de la salud.

Beneficios

Durante un parto natural el padre posee una mayor participación, lo que contribuye al nacimiento espontáneo y el bienestar materno-fetal. Además, existen otros beneficios para la salud y bienestar del feto y la madre. Estos son algunos de ellos:

  • Libertad de postura. La madre puede moverse hasta encontrar una posición adecuada para su comodidad.
  • Menos riesgos para la madre. Se suele perder la mitad de la sangre en comparación a las cesáreas y las posibilidades de infecciones son menores.
  • Niveles equilibrados. Los niveles de azúcar en la sangre se mantienen estables y la placenta recibe más oxígeno, por lo que el bebé recibe una mayor oxigenación.
  • Menor costo. Al no necesitar intervención quirúrgica, los costos no se elevan.
  • Hospitalización menor. El tiempo de recuperación postparto será mucho menor.
  • Fortalecimiento del sistema inmune. Al pasar por el canal de parto el bebé se impregna de las bacterias de la madre, lo que ayuda a fortalecer su sistema de defensa.
  • Liberación de hormonas. El bebé genera hormonas que lo ayudarán en sus primeras horas de vida. Además, la oxitocina liberada por la madre favorecerá la producción de leche.
  • Liberación del líquido. Durante el parto natural el bebé suele arrojar todo el líquido de los pulmones.
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El parto natural es uno de los más recomendados gracias a los beneficios que tiene para la madre y el bebé.

Tipos de parto

Actualmente existe más de una alternativa al concluir el embarazo. Aunque la decisión de la forma en que nacerá el bebé no corresponde a ninguno de los futuros padres, es importante que conozcas las características de cada una de estas alternativas.

Natural

Se le denomina parto natural a aquel en que los médicos no tienen que aplicar anestesia o medicación de ningún tipo a la madre. Para este tipo de parto juega un papel importantísimo la preparación de la madre.

Con este método la mujer puede percibir mejor los esfuerzos del bebé y ayudarle en su camino a este nuevo mundo. Además, tras dar a luz de esta manera las mujeres se recuperan mucho más rápido que con otras opciones.

Vaginal

Podrías pensar que el parto natural es el mismo que el vaginal, pues no precisamente. Al hablar de este tipo de parto se hace referencia a un nacimiento que ha recibido intervención médica, bien sea con la ayuda de fórceps o medicamentos.

Cesárea

Este tipo de parto se caracteriza porque el especialista debe practicar una incisión en el abdomen y el área del útero con la finalidad de extraer al bebé. Los médicos suelen recurrir a esta operación quirúrgica cuando el parto vaginal presenta complicaciones o se trata de partos múltiples.

Según la OMS, el 20% de los partos en países desarrollados ocurren mediante cesáreas.

Parto natural o cesárea ¿Cuál es mejor?

Una de las preocupaciones más comunes durante el embarazo es sobre el momento del parto. Aunque seas apta y hayas decidido optar por un parto natural, las complicaciones pueden conducir a una cesaría, pero ¿esto es mejor o peor? Los especialistas aclaran esta duda.

Al tratarse de un proceso natural, el cuerpo de la mujer está preparado hormonal y mecánicamente para un parto natural. Sin embargo, pueden surgir imprevistos en el momento del parto que obliguen a los profesionales a tomar la decisión de hacer una cesárea.

Las causas más comunes para la elección de cesárea son: alteraciones de la presentación fetal, peso del feto mayor a 4.2 Kg, placenta previa, embarazos múltiples, dos o más cesáreas previas.

Por ser un procedimiento de mayor complejidad, la cesárea conlleva más riesgos, además de una lenta recuperación. Por su parte, el parto natural permite tener un pleno control y percepción de tu cuerpo.

La mayor parte de los especialistas sugieren que el parto normal resulta mucho más beneficioso que la cesárea. Asimismo, la OMS indica que si la cesárea no está plenamente justificada con razones médicas, puede conllevar riesgos a corto y largo plazo.

Durante el parto siempre se actuará en aras de proteger la salud de la madre y el bebé.

Tips que te ayudarán a conseguir un parto natural y sin complicaciones

La parte clave de todo este proceso eres tú, pues gran parte del peso de que todo vaya sobre ruedas está en tus manos. Toma nota de algunas cosas que puedes hacer antes y durante el embarazo, y otras que puedes evitar, para que este proceso fluya de la mejor manera posible.

Haz ejercicio

Las mujeres embarazadas que realizan ejercicio de manera regular, tienden a tener partos menos complicados. Caminar, nadar, practicar yoga o pilates son los grandes recomendados durante el embarazo.

Caminar a buen ritmo todos los días durante el embarazo, subir y bajar escaleras, hacer sentadillas, sentarse en cuclillas o bailar a ritmo suave balanceando las caderas puede ayudar a que el bebé se coloque en posición cefálica de manera más rápida.

Los ejercicios de Kegel también son muy recomendables para la preparación del parto. Estos mejoran las relaciones sexuales y ayudan a la hora de evitar incontinencia urinaria o fecal postparto.

Acude a los cursos de preparación

Los conocimientos que te brindan te ayudarán a disminuir la ansiedad el día del parto. Además, allí podrán enseñarte masajes que te relajarán durante el gran día. Uno de estos masajes es el perineal, utilizado para prevenir traumatismos en esta zona.

El masaje perineal se usa para estirar y ablandar los tejidos que se encuentran alrededor de la vagina. Este masaje ayuda a la mamá a familiarizarse con la sensación de estiramiento de la zona, lo que le permitirá estar más relajada en el momento del parto.

Otro de los aprendizajes de los cursos prenatales son las técnicas de relajación que incluyen el control de la respiración y la inclusión de sonidos relajantes.

Controla los nervios

Una gran ayuda para conservar la calma durante este momento será tener todo lo necesario para el hospital en un bolso, de esta forma no andarás dando carreras de último momento. De igual forma, el apoyo de tu pareja o seres queridos serán de gran importancia en estos momentos.

Es comprensible que los nervios te invadan, pero no dejes que te abrumen. Intenta mantener la calma, relájate y prepárate para lo que sigue.

No salgas corriendo al hospital

Al conocer las etapas del parto pudiste notar que desde la primera contracción hasta el nacimiento del bebé pueden transcurrir varias horas. Comunícate con el médico que esté monitoreando tu embarazo y acuerda con él el mejor momento para acudir al centro clínico.

Para promover la comodidad durante el trabajo de parto prematuro intenta esto:

  • Camina
  • Toma una ducha o un baño de tina
  • Escucha música relajante
  • Cambia de posición
  • Prueba técnicas de respiración o relajación enseñadas en las clases de parto

Incluso si la bolsa se rompe no entres en pánico, conserva la calma y analiza el líquido, a menos que sea amarillento, verdoso o con sangre, no será necesario que salgas corriendo al hospital.

Confía en el proceso

Salvo para controlar el tiempo entre las contracciones y cuánto duran, olvídate del reloj. Ten paciencia y escucha las señales de tu cuerpo. No te quedes acostada, camina, baila, mantente en movimiento, ya que de esta forma los movimientos y el peso del bebé ayudarán con su postura.

Durante el parto activo prueba estas técnicas para ayudarte con el manejo del dolor:

  • Camina y detente para respirar durante las contracciones
  • Toma un baño caliente
  • Cambia de posición
  • Rueda sobre una pelota de nacimiento
  • Pide un masaje

Si te lo pasas bien todo el proceso será más ameno.

¡No te olvides del sexo!

Una buena forma de liberar oxitocina (hormona de las contracciones) es mantener relaciones sexuales con frecuencia. Esto no resulta para nada peligroso para tu bebé y solo está contraindicado si tu ginecólogo considera que existen causas médicas que lo ameriten.

El acto sexual funciona de dos maneras durante el embarazo: estimulando la producción de oxitocina y ayudando a madurar el cuello del útero, esto último gracias a las prostaglandinas presentes en el semen.

El parto es un proceso fisiológico para el cual podrás preparar cuerpo y mente con antelación.

Conocer cómo se desarrolla todo en torno al trabajo de parto te ayudará a afrontarlo con mayor serenidad. No te dejes sobrepasar por los nervios y rodéate de gente amorosa que te apoye durante este hermoso momento.

Aclara todas tus dudas con tu médico de confianza y concéntrate en disfrutar del maravilloso milagro del nacimiento.

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