Cuando las mujeres están embarazadas o están intentando tener un bebé deben preparar su cuerpo con las vitaminas necesarias para que el bebé se desarrolle normalmente. El ácido fólico, también conocido como complejo B9 o folato, es esencial en las mujeres embarazadas y de hecho se recomienda para toda mujer que con edad fértil.
La importancia del ácido fólico y la razón para que todos los médicos la prescriban antes y durante el embarazo está en su eficacia en la prevención de defectos en la médula espinal y el cerebro, los cuales pueden ocasionar espina bífida y anencefalia.
Algunos estudios también señalan que el ácido fólico ayuda a reducir las probabilidades de enfermedades del corazón congénitas que pueden afectar al bebé a lo largo de su vida.
Los médicos recomiendan a las mujeres la ingesta de ácido fólico antes de salir embarazadas porque los principales defectos, que se pueden generar por déficit de este suplemento, inician en la primera semana de concepción.
Además, la falta de ácido fólico también afecta a la madre, al poder ocasionar varios tipos de anemias que en consecuencia también inciden de forma negativa en el bebé.
¿En que forma se debe tomar el ácido fólico?
El complejo B9 o ácido fólico está presente en algunos alimentos como legumbres, lentejas, arvejas, guisantes, brócoli, espinacas y espárragos. También se puede conseguir de manera sintética en complejos vitamínicos que pueden comprarse sin prescripción médica, en la mayoría de lo países.
A pesar que muchos apuestan por la ingesta natural de vitaminas, a través de los alimentos ricos en estos complejos, los estudios señalan que en el caso del ácido fólico es mejor la ingesta del producto sintético.
La razón para consumir ácido fólico en forma de medicamento es que la cantidad de está vitamina presente en los alimentos no es suficiente para cubrir las necesidades del bebé y muchas veces la madre no consume las cantidades necesarias de forma natural.
Además, algunos estudios señalan que el folato se pierde en muchos alimentos al momento de la cocción, por lo que su consumo natural puede ser mucho menor a lo que se estima. La recomendación es consumir alimentos ricos en ácido fólico, sin dejar de tomar el complejo sintético prescrito por el médico.
¿Cuál es la dosis recomendada?
Antes de salir embarazada puedes tomar una dosis diaria de 400 mg de ácido fólico. Esta es una medida para toda mujer que esté en edad de procrear, pues así no se esté buscando aún ser madre, el ácido fólico ayudará a que cuando se tome la decisión tu cuerpo esté mucho más saludable y apto para albergar un bebé.
Cuando ya la mujer está embarazada, lo más seguro es que su médico suba esta dosis a un mínimo de 600 mg de ácido fólico al día. Se recomienda que la dosis no se exceda de 1000 mg, pues puede generar niveles más elevados que pueden traer malestares en el organismo.
Algunos complejos de vitaminas que puedes conseguir en la farmacia contienen ácido fólico. Usualmente puedes encontrar el complejo B9 junto a hierro, sin embargo no te puedes confiar. La dosis de ácido fólico en estos suplementos es menor, así que lo mejor es consultar a tu médico y leer la cantidad exacta de la vitamina que está contenida en cada fármaco.
Algunas veces los médicos suben la dosis de ácido fólico regularmente prescrita por condiciones particulares de la madre. Por ejemplo si se tiene sobrepeso tu organismo necesitará una cantidad mayor del suplemento, al igual si tienes antecedentes de un hijo con espina bífida o algún otro problema relacionado con la baja ingesta de vitamina B9.
Si padeces de diabetes seguramente necesitarás más dosis de ácido fólico. Recuerda consultar todas tus dudas con tu médico, así como darle tu historia médica completa para que pueda asegurarse de prescribirte todos los medicamentos que requieras.