A medida que se acerca la fecha de parto, todas nos encontramos en la emocionante espera de los típicos síntomas que dan inicio al trabajo de parto. Una de las señales más notorias e inconfundibles de que van a comenzar las contracciones, es la rotura del saco amniótico, también conocido como bolsa de agua o fuente. Pero, ¿Qué significa romper fuentes? ¿Cómo saber si rompí fuentes? ¿Qué se siente cuando esto ocurre? ¿Es igual a las pérdidas de orina? ¿Qué hago si se llega a romper?
Cuando se acerca la fecha de parto, la ruptura de la fuente es algo normal, e inducido por las contracciones durante el trabajo de parto
Cuando se nos “rompe la fuente” o la bolsa de aguas, quiere decir que el saco amniótico que alojó al bebé durante todo el embarazo, se ha roto y que pronto comenzará el parto. En la mayoría de los casos, la rotura de la fuente ocurre de forma inesperada, como una expulsión repentina de agua que resulta difícil de controlar.
Al romperse, puede salir en forma chorro o bien tratarse de un goteo que viene y va, de cualquier forma ¡no te pongas nerviosa! pues tendrás tiempo de prepararte para ir al hospital.
¿Qué significa «romper fuentes»?
Se llama “romper fuentes” al momento en el cuál el saco amniótico que aloja al bebé dentro del útero se rompe y comienza a producirse la salida de líquido amniótico. La bolsa de agua también conocida como fuente, es un líquido transparente y sin olor que se desarrolla a partir de los doce días de la fecundación, con el objetivo de proteger y contener al bebé durante su desarrollo. Cuando este se rompe, el bebé pierde su protección y por ello es momento de dar inicio al parto.
Algunas mujeres rompen fuente antes de comenzar las contracciones, otras lo experimentan durante la dilatación y otras cuando está a punto de nacer el bebé.
En la mayoría de los casos, “romper fuentes” es una clara señal de que el que pronto va a empezar el parto, (si es que todavía no ha empezado). Sin embargo, existe la posibilidad de que ocurra antes de tiempo, es decir antes de la semana 37 de embarazo y que por lo tanto, sea necesario someter a la mamá a un tratamiento de corticoides para acelerar la maduración pulmonar del bebé. También es probable que administren antibióticos para prevenir una infección del líquido amniótico.
Si la rotura se produce después de la semana 37, es importante acudir al médico para que realice un estudio y determine si el trabajo de parto ha comenzado. En caso de que aún no haya iniciado, sólo es cuestión de esperar unas horas ya que por lo general, las contracciones empiezan unas 12 horas después de la ruptura de fuentes. De no ser así, se administrará oxitocina para acelerarlo.
¿Cómo se rompe la fuente?
Aunque la experiencia de cada mujer es diferente, la fuente suele romperse de manera espontánea cuando el parto de acerca, de hecho se estima que el 15% de los partos comienza con la rotura de aguas. Pero también puede ocurrir durante el mismo y en algunos casos, el médico gineco-obstetra podría tomar la decisión de romperla para a inducir el trabajo de parto.
El 15% de los partos comienzan tras una ruptura de la bolsa de agua
Una vez que se hace visible la expulsión del líquido amniótico de forma repentina, en las siguientes 24 horas, comenzarán a generarse las contracciones, la dilatación y el desprendimiento del tapón mucoso es decir, todos los síntomas y señales de que el momento de parto ha llegado.
En el instante en que la mamá rompe fuentes y el bebé pierde el líquido amniótico, éste queda completamente expuesto al medio externo, por ello es necesario proceder con el parto.
¿Cómo saber si la bolsa de agua se ha roto?
La bolsa de agua podría romperse de forma inesperada, por lo que es probable que pierdas una gran cantidad de líquido, de forma rápida y profusa o bien como un goteo lento a través de la v@gina. La mayoría de las veces, es el bebé que provoca la rotura al empujar su cabecita para salir, pero más que un rompimiento brusco, es un pequeño desgarre que se produce en las membranas de las bolsa.
Dependiendo de donde se haya producido el desgarre, la pérdida de líquido será abundante o poca. Muchas veces suele suceder que si la mamá se sienta o se pone de pie, la cabeza del bebé bloquea la salida de líquido, como si fuera un tapón cuando el desgarre se produce cerca del cuello del útero. Pero si la rotura se da más arriba, el goteo resulta más abundante en estas posiciones.
En ocasiones no es fácil distinguir si la fuente de verdad se ha roto, y es que saberlo a ciencia cierta puede resultar complicado incluso para los médicos.
Si no estás muy segura de haber rompido fuente, realiza las siguientes recomendaciones:
- Colócate una compresa o toalla blanca y controla cada cuanto se moja.
- Vacía tu vejiga apenas sospeches de que has roto fuentes.
- Si el fluido presenta un color amarillento, es probable que sea orina. El fluido amniótico generalmente es incoloro e inodoro.
- Trata de mantenerte recostada, moviéndote lo mínimo indispensable.
- Cuando sospeches de haber roto fuentes, no mantengas relaciones sexuales.
- Contacta a tu médico de inmediato para que puedas salir de dudas.
¿Qué se siente al romper aguas?
Son muchas las mujeres embarazadas que se preguntan ¿qué se siente cuando al romper fuentes o la bolsa de agua? pero como ya lo hemos explicado, la experiencia es completamente diferente para cada mujer. De cualquier forma, se trata de la expulsión de un líquido transparente con un leve tono amarillento que desciende desde la v@gina y recorre las piernas, sin causar dolor o molestia.
Aunque la sensación puede ser similar a la de orinar, el líquido que desciende debido a la rotura de fuentes, es constante, difícil de controlar y cualquier movimiento que se realice lo puede hacer más intenso.
¿Qué hacer si se rompe la bolsa de agua?
Apenas notes que has roto fuentes, lo primero que debes hacer es fijarte en la hora en que se te rompió y revisar cómo es este líquido. Si el líquido es transparente e inodoro, no hay de qué preocuparse, de hecho es posible que tu médico te recomiende permanecer tranquila en casa un poco más. Puedes aprovechar estas horas para preparar todo lo que necesites para ir al hospital, como la ropa, y avisar a todos tus familiares de que el parto se acerca.
Incluso puedes tomarte una ducha sin problemas, pero sin sumergirte al agua en una bañera o piscina, pues está totalmente desaconsejado.
Si por el contrario notas que el líquido amniótico es verde, tiene una tonalidad café-amarillento, o algún otro color que no sea transparente, deberás avisarle a tu médico inmediatamente y tratar de acudir al hospital o al sanatorio lo antes posible, por si el bebé llega a presentar algún problema.
¿Cuáles son las experiencias más comunes al romper fuentes?
Todas las mujeres que han experimentado la rotura de la fuente, describen la misma como una sensación completamente distinta, sin embargo son muchas las que comparten la experiencia de sentir una gran cantidad de líquido que desciende desde su zona intima, como si se tratara de una cascada o un chorro de agua. Otras incluso escuchan un sonido que hace «pop», como si algo se destapara en el instante que se rompe la fuente.
En algunas mujeres, la ruptura de fuente se siente como una cascada de agua, en otras puede sentirse como un simple goteo.
Aunque para la mayoría romper fuentes es experimentar la salida de un borbotón de agua, no en todos los casos es así, de hecho se contabilizan muchos casos en los que las mujeres apenas sienten un leve goteo o el brote de un hilito de líquido amniótico, que en ocasiones hasta suele confundirse con una pérdida de orina común. También hay quienes dicen sentir una pérdida de líquidos como si se tratara de la menstruación, es decir un término medio entre ambas situaciones.
Como puedes ver, la rotura de fuentes no siempre es igual y puede variar de una mujer a otra, sin embargo esto no significa que no sea algo completamente natural. De cualquier forma, es importante que consultes con tu médico ante cualquier irregularidad.
¿Al bebé le causa daño que se rompa la fuente? ¿Se puede quedar sin líquido?
Romper fuentes puede ser una experiencia preocupante para cualquier mamá primeriza, pero aunque implica la pérdida de líquido amniótico, una vez que la membrana se rompe, la mamá puede esperar entre 48 horas y 3 semanas antes de tener a sus bebé, siempre y cuando conserve gran parte del líquido amniótico y se trate de un embarazo totalmente sano.
En otras situaciones, el parto transcurre a pocas horas de la rotura de fuentes, de hecho se estima que una mamá con gran pérdida de líquido amniótico tiene aproximadamente 6 horas para acudir al hospital y comenzar el parto sin problemas y sin correr ningún riesgo de salud. Éste es más o menos el tiempo que se estima antes que la mamá se encuentre expuesta a un proceso infeccioso, debido a la exposición del bebé al ambiente externo.
De cualquier forma, puedes estar tranquila de que el personal médico evitará que esto ocurra, y controlará en todo momento el estado de salud del bebé, antes y después de nacer.
¿Cuándo hay que preocuparse?
Normalmente, romper fuente no es un motivo de preocupación, al contrario es una simple señal de que el nacimiento de tu bebé ya está cerca. Sin embargo, puede ocurrir que al expulsar el líquido amniótico este sea amarillento o verdoso, una señal que preocupante que puede indicar que el bebé ha defecado meconio dentro de la bolsa. Estas son las situaciones preocupantes en las que debes acudir al médico de inmediato:
- Si el líquido es amarillo, marrón o verde: Si bien se trata de algo muy poco probable, existe la posibilidad de que el bebé defeque meconio, es decir aquellas sustancias que se encuentra su sistema digestivo y que está formada por secreciones del estómago, células muertas y el líquido amniótico. Por lo general, el bebé expulsa el meconio entre sus primeras 48 horas de vida, pero cuando lo hace en la bolsa este puede poner en riesgo la vida del bebé.
- Si ocurre antes de la semana 22 de embarazo: Si la membrana amniótica se rompe antes de la semana 22 es muy probable que se trate de un aborto temprano o de primer trimestre.
- Si ocurre entre la semana 22 y 28: Se trata de un parto pre término inmaduro, porque en esta etapa el bebé aún posee la capacidad pulmonar necesaria para vivir y enfrentarse al exterior.
En estos casos, es sumamente importante que acudas inmediatamente al hospital para evitar cualquier riesgo de infección para tu bebé y para ti. Si aún no tienes contracciones, el médico deberá inducirte el parto y procurar que des a luz en las próximas 12 o 24 horas como una medida preventiva.
Aunque en la mayoría de los casos romper fuentes no representa ningún riesgo o peligro, una vez que la bolsa se rompe, existe la posibilidad de que algunas bacterias puedan entrar en el útero por medio de la v@gina y provoquen una infección en ti o en tu bebé. Por esta razón, es importante siempre estar alerta y consultar con el médico qué hacer para que evitar cualquier inconveniente y procurar que el nacimiento de tu bebé sea un éxito.
En la mayoría de los casos, lo más recomendable es acudir al hospital ante la presencia de cualquier pérdida de líquido para que el médico evalúe si se trata de una rotura de fuentes, si hay dilatación, contracciones y cuál es el estado del bebé. En caso de no producirse un parto, es posible que esté induzca el parto en poco tiempo de ser necesario.
Ante cualquier duda consulta con tu médico de confianza