En el último día del año es bueno tomarse un tiempo con tu hijo para reflexionar qué es lo bueno que deja el año que se va y qué se puede mejorar para el siguiente. Hacer una lista de propósitos es una de las actividades que puedes compartir con tu hijo para que el próximo año sea mucho mejor para ambos.
Lo primero es explicarle para qué es importante establecerse propósitos de año nuevo, cómo puede ayudar como guía para ser una mejor persona y lo divertido que puede ser sentarse a pensar en lo que debemos mejorar.
Se debe enseñar con el ejemplo, así que una buena forma de que tu hijo se emocione de hacer esta lista es que tú también la hagas al mismo tiempo. Además será un momento para compartir que quedará en la mente del pequeño.
También debes explicarle a tu niño que esta lista es para solo el año que viene, así que ser un astronauta no entra por acá, no porque no lo pueda lograr en la vida, sino porque tardará mucho más tiempo de 12 meses.
Para que este ritual sea duradero, guarda las listas de propósitos de año nuevo en un lugar donde tu hijo pueda verlas cuando lo desee, pero que sea seguro para que no se pierdan. La idea es que al finalizar el año y hacer una nueva lista de propósitos, miren la que hicieron el año pasado y evalúen si cumplieron o no.
Acá te damos una lista de opciones que tu niño puede incluir en su lista de propósitos, recuerda que el mismo tiene que hacerla, pero siempre puedes ayudarlo.
1. Compartir mucho más
Uno de los valores más importantes que deben desarrollar los niños a temprana edad es el de compartir lo que tiene con los demás niños. Explícale que es importante que pueda compartir su comida, juguetes y momentos importantes con los demás niños y que esto le ayudará a crear muchas amistades duraderas que lo llenarán de felicidad.
También ésta es una época importante del año para resaltar que muchas veces es más importante dar que recibir, por lo que es bueno resaltar esta virtud en el resto del año.
2. Ser más ordenado
Para este año un buen propósito que puede tener tu hijo es mejorar el orden en todas sus cosas. Recoger sus juguetes cuando haya terminado de jugar, tender la cama en lo que se despierte y organizar sus cuadernos en la noche son algunas actividades por las que se puede empezar.
Estudios señalan que los niños que son más organizados enfocan mejor sus metas y también son más responsables con sus actividades. Empezar el año con la habitación ordenada es lo ideal.
3. Practicar un deporte
Los niños necesitan ejercitarse al menos una hora al día , pues esto los ayuda en su desarrollo físico y también neurológico. La Organización Mundial de la Salud hace hincapié en esto como recurso para enfrentar el aumento en los índices de obesidad infantil.
Colocar como propósito realizar o continuar con el deporte que más le guste a tu niño siempre será una excelente opción.
4. Ser responsable en la escuela
Cumplir con las actividades que se asignan regularmente en la escuela, para sacar las mejores calificaciones posibles, también es un propósito fundamental en la vida de tu niño.
Explícale la importancia de aprender cada día nuevas cosas en el colegio y lo divertido que es descubrir el mundo a través de la educación. Es bueno que detectes los gustos de tu pequeño y lo animes a intensificarlos, por lo menos si le gustan los animales anímalo para que lea sobre eso.
5. Ser agradecido
Dar las gracias es una de las virtudes que se desarrollan en la niñez, por lo que en este fin de año explica la gran importancia que tiene en la vida ser agradecido.
Está comprobado que los niños aprenden con el ejemplo, por lo que este propósito también debe ir en tu lista de propósitos. El ser agradecido es un gesto de humildad que abre muchas puertas en la vida.
6.Divertirse mucho más
La niñez es una etapa que pasa rapidísimo en la vida. Pronto verás que tu hijo ya es un adolescente y después se irá a la Universidad y se convertirá en todo un adulto con mayores responsabilidades, así que jamás debe pasarse por alto como propósito divertirse mucho más.
Deja que tu niño disfrute de su niñez y juegue con sus amigos y también contigo. A veces a los adultos se les olvida divertirse un poco, así que aprovecha a tu hijo para que te recuerde cómo hacerlo.