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Niños agresivos: ¿Que hacer?¿Cómo canalizar la agresividad de forma positiva?

Pareciera común que los niños tengan en ciertos momentos rabietas fuertes donde se presencien golpes, empujones, lanzar objetos o gritos. Esto sin duda preocupa a cualquier mamá, porque son conductas agresivas que ponen en peligro tanto al niño como a cualquier otra persona. Los niños agresivos no saben o entienden que tienen conductas agresivas y violentas, pues para ellos se convierte en algo normal actuar de cierta manera después de que ha pasado un tiempo comportándose así. Como mamás, parte de nuestra ayuda hacia los niños para modificar estas conductas es hacerles ver que no son las adecuadas.

Existe una paradoja, no se puede resolver la agresividad de los niños de forma agresiva.

Los niños agresivos adoptan estas conductas disruptivas por factores que se van presentando desde que el niño es tan solo un bebé y el entorno familiar tiene gran influencia en ello. En general, imitando la conducta de los padres o de alguien cercano. Y es que, en ocasiones la violencia se encuentra normalizada en el hogar, resultando difícil identificar por mamá estas conductas que incentivan la agresividad en los niños.

Recordemos que no se puede resolver la agresividad de los niños de forma agresiva. Entonces ¿que hacer?

Causas: ¿Por qué hay niños agresivos?

La agresividad en los niños está compuesta por mensajes que nos quieren enviar los pequeños a mamá y papá o cuidadores principales. Los niños toman la agresividad como la forma más sencilla para expresar lo que están sintiendo, porque lo que conlleva a las conductas agresivas infantil son factores psicológicos que el niño no comprende.

Los niños agresivos suelen ocurrir por imitación o impotencia

Veamos las causas que pueden desencadenar niños agresivos.

1. Entorno familiar violento

La familia es el primer grupo social donde se encuentra inmerso el niño y si el mismo es violento, donde el niño presencia golpes, gritos, insultos y humillaciones entre los padres, adultos, a los otros hijos o incluso al propio niño, esto desencadena niños violentos.

2. Ausencia de afectividad en el hogar

Otro de los aspectos que influye notablemente en la aparición de conductas disruptivas en niños violentos, es la ausencia de afecto por parte de los cuidadores hacia el niño.

Los ninos imitan las conductas agresivas del hogar

3. Frustración o impotencia

Muchas veces la violencia expresa lo que no puede expresarse con palabras. Muchas veces los niños suelen ser agresivos cuando sienten que tienen que pelear por lo suyo, que no son escuchados o no se le tiene en cuenta. Esto suele ocurrir en un ambiente o situación y expresarse en otro.

4. Contenido violentos

La visualización constante de contenido violento motiva al niño a comportarse de manera agresiva. Recordemos que los niños aprenden con el ejemplo, y si se considera gracioso o se valida esta forma de comportamiento muy probable que el niño lo imite.

5. Falta de limites

Cuando los niños carecen de limites, también suele transformarse en agresivos y violentos. Los niños necesitan que se les orienten y guía en su conducta y en que es apropiado o no.

6. Falta de canalización de la energía

Los niños tienen muchísima energía y deben usarla para su desarrollo, si el niño no realiza actividades que le permitan sacar esta energía tales como correr, jugar, o saltar, el niño canalizara esta energía de forma destructiva

Los ninos agresivos demandan el amor de mamá

Niños agresivos: ¿Que hacer? ¿Cómo las mamás podemos ayudarlos?

No hay mejor forma de superar la violencia que con el amor de mamá hacia un hijo. Los niños agresivos demandan amor, atención y disposición por parte de mamá para atender las necesidades físicas y afectivas que tienen. Sabemos que hoy día, la violencia puede estar presente en muchos lugares que pueden frecuentar nuestros hijos y como mamás no podemos controlarlo todo, pero ofreciéndoles un hogar lleno de amor y estima logrará vencerlo.

1. Recuérdale cada día cuanto lo amas

Hazle saber que es la persona más importante en tu vida, que el amor que sientes por tu hijo es indescriptible y es tan grande que no te cabe en el corazón. De esta manera, irás contrarrestando la violencia con el amor más sincero que una madre le puede ofrecer a su hijo.

2. Identifica y señálales las conductas agresivas

Las conductas agresivas no siempre son entendidas como tal por lo niños y como mamás tenemos la tarea de identificar la conducta y señalárselas como negativa.

Por ejemplo, si el niño tiene una gran rabieta y lanza un objeto en forma de protesta, debes saber que esta es una conducta violenta hacia ti mamá, por lo que al cesar la rabieta, siéntate con tu pequeño y menciónaselas como algo negativo que no debe repetirse.

3. Violencia genera más violencia

En ocasiones, las mamás nos podemos alterar más de la cuenta cuando estamos en una situación sumamente estresante con nuestro niño donde no sabemos que hacer y la violencia física o verbal suele aflorar con mayor facilidad. Es importante que podamos tener cuidado con esto, porque sin duda alguna la violencia genera más violencia en el niño.

La mejor opción es retirarse del lugar estresante, tomar agua, respirar y luego volver para encontrar una solución inmediata.

Muchas veces las madres también somos agresivas con nuestros hijos y los maltratamos.

4. No a los castigos físicos en los niños

Los castigos son temas polémicos donde la opinión de cada mamá debe ser tomada en cuenta. Sin embargo, se ha encontrado que el uso de castigos físicos con los niños es uno de los generadores de violencia, lo cual se evidencia cuando el niño juega a ser mamá o papá y le da nalgadas al bebé o regaña haciendo uso de la violencia.

Así como el niño representa la violencia en el juego, la misma será aplicada con los demás niños.

5. Dejar de gritar

Las emociones se transmiten de persona a persona, por eso es importante dejar de gritar. Al gritar, la situación se vuelve peor pues las emociones tienden a escalar y toda la situación se vuelve más violenta. En el caso de los niños, si bien en ese momento «perdieron» pronto ejercerán esa frustración y violencia ante otros o en otra situación.

Recordemos, que esto es puramente inconsciente y no a propósito. Todos los hacemos.

No se puede resolver la agresividad de los niños de forma agresiva

6. No a la violencia psicológica

Si queremos acabar con la violencia física debemos terminar con la violencia psicológica. Por eso, no es recomendable amenazar, gritar, pegar o despreciar pues estas conductas generan violencia, más aun en los niños ya que al no poder defenderse lo expresaran fisicamente con alguien, además que pronto incorporaran ese tipo de conductas.

Lo ideal, es hablar de forma calmada, buscar que el niño entienda la situación y si no hace caso aplicar una consecuencia o castigo

7. Identifica la causa de la agresividad

Si notas que tu hijo se vuelve agresivo identifica el origen y la razón.  Por ejemplo, ¿Se siente frustrado o enojado por algo? ¿Damos un mal ejemplo porque nos tratamos mal los adultos en casa?¿¿Esta viendo algún contenido violento que imita?  ¿Paso algo en la escuela? ¿Esta celoso o se siente dejado de lado?

8. Una actividad para orientar esa energía

En la actualidad, se pretende que los niños pasen sentaditos muchísimas horas sin molestar. Los niños son niños y necesitan jugar, correr, explorar y expresarse Es así que muchas veces, la agresividad se debe a que el niño no puede usar su energía. La solución es muy sencilla, alguna actividad que le permita expresarse, correr y sacar todo eso que tiene dentro.

En la mayoría de los niños suele darse con los deportes, en el caso de las niñas con el baile. Algunos niños suelen manifestarse mejor con el arte, pero se recomienda principalmente actividades al aire libre y que incluyan otros niños.

9. Niños aburridos

Muchas veces, la causa de la agresividad de los niños es que están simplemente aburridos. El problema es el mismo que el anterior los niños necesitan orientar esa energía, la solución actividades o desafíos que les permitan desarrollarse.

10. Un ejemplo positivo

Los niños imitan el mal comportamiento pero la falta de una imagen paterna o de un ejemplo positivo suele ser otras de las grandes causas que produce niños agresivos.

¿La solución?

Un adulto que sirva de ejemplo positivo para que lo oriente, alguien que el niño quiera imitar suele ser una excelente solución.  Un coach, un entrenador, un profesor, un amigo de la familia, un abuelo

Recordemos que la agresividad también presenta un aspecto positivo que es defender a los demás y pelear por lo que es justo. Cuando es bien canalizada la agresividad hace niño más buenos, justos y nos llena de orgullo a las mamás.

Los niños agresivos asustan mucho pero recordemos que la agresividad presenta un lado positivo: defender a los demás y pelear por lo que es justo.

11. Cultivemos la paciencia en los niños

Los niños violentos tienen momentos en donde la violencia es desatada tras situaciones estresantes o incluso ante una derrota. Como mamás podemos cultivar la paciencia en los pequeños a través de nuestro ejemplo y explicándoles que hay momentos donde esperar es mucho mejor. Además, el tema de la derrota puede resultar intolerable para muchos niños agresivos y las mamás podemos mostrarle otras opciones cuando no logren un objetivo, incentivarlos a insistir cuando deseen algo, pero sin caer en la desesperación.

Por ejemplo, si pierden un partido de fútbol díganle que ahora es que faltan partidos donde el podrá jugar y meter mucho goles, pero que necesita asistir a sus prácticas y jugar en casa con la familia.

Los niños agresivos demandan afecto a los padres o cuidadores principales, más allá de señalarlos y etiquetarlos, es necesario que podamos brindarles todas las herramientas afectivas para que puedan darse cuenta que con la violencia solo alejan el amor de mamá y de otras personas importantes para ellos. Cultivemos la paciencia, respeto y estima hacia las demás personas y veremos como nuestros niños dejarán la violencia a un lado para seguir adelante, disfrutando su infancia.

Ante cualquier duda consulte un profesional por el caso particular de su niño

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