El costo de la energía eléctrica representa uno de los más grandes gastos para la mayoría de las familias, por eso es importante saber cuáles son los aparatos que más consumen electricidad.
El consumo anual de electricidad no es cosa de juego pues hay aparatos que consumen electricidad.
Si no somos al menos un poco conscientes con el uso de nuestros aparatos y electrodomésticos durante el año, el excesivo consumo de energía terminará pasándonos factura donde más nos duele: en el bolsillo y la cuenta bancaria.
¿Cuáles son los aparatos que más consumen electricidad en el hogar?
Los gastos recurrentes como el pago del servicio eléctrico forma, parte de los gastos que deben incluirse en el presupuesto familiar mes a mes y a lo largo de todo el año.
Reducir el consumo de los aparatos que más consumen electricidad en el hogar puede marcar una notoria diferencia al final del año, aminorando tus gastos y dándote una mayor flexibilidad para afrontar otros compromisos o simplemente utilizar el dinero como mejor te parezca.
Casi tres cuartas partes del consumo eléctrico de tu hogar se lo llevan los aparatos que usas a diario, como es el caso de los electrodomésticos y que se encuentran conectados permanentemente a la toma de electricidad.
En este sentido debemos crear conciencia en nuestra familia acerca del uso de estos equipos, si bien es cierto que pueden brindarnos un gran nivel de comodidad, la verdad es que la energía consumida por ellos resulta bastante costosa.
Por este motivo es muy importante identificar cuáles de ellos representan un mayor riesgo en términos de consumo para nuestro bolsillo.
De esta forma podrás administrar de una manera mucho más eficiente su consumo, lo cual implica un ahorro directo en lo que se refiere al costo de la factura por servicio eléctrico.
A continuación, te mostramos los aparatos que más consumen electricidad o por lo menos con mayor nivel de consumo en el hogar:
La Lavadora
Es uno de los principales electrodomésticos sin el cual ninguna familia podría vivir cómodamente, ya que es posible sobrevivir sin una lavadora, pero lavar a mano toda la ropa de una familia estándar compuesta por cuatro personas para nada es una tarea fácil.
Por este motivo la lavadora es uno de artefactos más comunes que solemos ver en cualquier hogar moderno, pues la comodidad y la calidad de vida que podemos disfrutar mediante su uso, literalmente no tienen precio.
Sin embargo, su uso trae consigo un considerable consumo energético. Este artefacto necesita una vasta cantidad de energía para dejar en óptimas condiciones la ropa de nuestra familia, pues debe mantenerse funcionando a lo largo de varios ciclos de trabajo, hasta finalmente dejar las prendas secas y limpias.
“Los modelos actuales de lavadora consumen la mayor parte de la energía empleada para su uso al calentar el agua de manera previa en cada ciclo de lavado”
Te recomendamos manejar adecuadamente el manual de usuario de tu lavadora para que elijas una temperatura por debajo de los valores programados por defecto. De esta manera podrás calentar el agua hasta tibiarla, sin la necesidad de malgastar energía eléctrica.
Secadora
Las secadoras son un aparato imprescindible sobre todo en zonas geográficas donde el clima no permite que nuestra ropa se seque de manera normal al aire libre. La excesiva humedad o la presencia de fuertes precipitaciones o nevadas en ciertas épocas del año como por ejemplo en invierno, hace prácticamente obligatorio el uso de una secadora tratándose de una necesidad más que de un lujo.
No obstante, una secadora que se emplee de manera efectiva por lo menos unas 4 veces por semana, puede consumir una buena tajada del total de la energía en nuestra casa.
Esto se debe principalmente al uso de resistencias eléctricas que demandan un gran volumen de energía hasta alcanzar la temperatura adecuada para que nuestras prendas queden bien secas y libres de humedad, sin contar la energía requerida para hacer funcionar el resto de este equipo.
Utiliza la función de centrifugado o exprimido de tu lavadora, incluso un par de veces si es necesario, para que tu ropa cuente con la menor cantidad de agua posible al entrar a la secadora. De esta forma es posible disminuir la temperatura de secado y, a la vez el tiempo de uso y el consumo energético requerido.
El Frigorífico
Te imaginas llegar a tu casa sin encontrar en ella un frigorífico, sería prácticamente como volver a la edad media. Los frigoríficos cumplen una función trascendental en el estilo de vida del ser humano actual, pues se encarga de mantener las carnes y otras comidas bien congeladas.
Con el uso de este aparato se evita la proliferación de bacterias y otros microorganismos que de otra forma descompondrían rápidamente nuestros alimentos haciendo imposible su ingesta.
Los frigoríficos llegaron a nuestras vidas para permitirnos disfrutar de otras ventajas como almacenar comidas preparadas a cierta temperatura o simplemente disfrutar de un vaso de agua bien fría en un día caluroso.
Sin embargo, su uso también trae asociado un precio, el cual se refleja en el importe de la factura por servicio eléctrico cada vez que nos vemos obligados a pagarla. Después de la lavadora y la secadora, el frigorífico es uno de los electrodomésticos con mayor consumo energético.
“Una de las principales causas de su elevado gasto, radica posiblemente en el hecho de que en todo momento se encuentra conectado y por lo tanto consumiendo energía”.
Por ello nuestro mejor consejo es que al momento de su compra optes por modelos con una alta eficiencia energética, los cuales pueden ser fácilmente reconocibles porque traen un etiquetado que indica su bajo consumo.
Actualmente la mayoría de modelos cuentan con un nivel de tecnología añadida, dejando atrás a los antiguos frigoríficos metálicos. Ahora es posible encontrar modelos fabricados con materiales que permiten un mayor nivel de aislamiento térmico y esto se traduce en un menor consumo de energía.
No olvides programar las opciones inherentes al control de la temperatura hasta conseguir un rango que te permita mantener frescos tus alimentos sin utilizar demasiada electricidad.
El Televisor
Aunque ha sido desplazado por otras formas de entretenimiento, la televisión incluso hoy en día sigue teniendo una considerable demanda y siendo vista por millones de personas en el planeta. Se estima que una persona promedio consume al menos unas cuatro horas de su vida en frente de un televisor.
Al estar siempre conectado, consume de manera constante energía eléctrica por lo que te aconsejamos desconectarlo mientras no lo estés utilizando, ya que incluso haciendo uso de su función de stand by se sigue gastando electricidad.
Te recomendamos reducir las horas de su uso, pues tiende a fomentar el sedentarismo. En cambio, te animamos a iniciar un nuevo hobby o cultivar otros hábitos mucho más sanos como es el caso de la lectura.
Lavavajillas
Son capaces de ahorrarnos una gran cantidad de trabajo, pues solamente se trata de colocar nuestros platos sucios agregar detergente y listo.
No obstante, necesita calentar cierta cantidad de agua para aflojar la grasa y el sucio adherido a las vajillas y, en el proceso, engulle grandes dosis de energía eléctrica.
Limpiar sus filtros y hacer el mantenimiento que este equipo requiere de manera periódica reduce el consumo de energía eléctrica del lavavajillas
Al realizar el debido mantenimiento, no solo incrementarás la vida útil de tu lavavajillas, sino que además amortizarás tus gastos en la factura eléctrica pues consumirá menos energía para realizar su trabajo.
Aire acondicionado
Durante los calurosos meses de verano la temperatura puede alcanzar sus valores máximos, por lo que tendemos a utilizar nuestro aire acondicionado a la máxima potencia posible, de esta forma logramos mantenernos bastante cómodos y a salvo del molesto calor.
Sin embargo, al igual que la calefacción en los gélidos meses de invierno, el aire acondicionado puede consumir ingentes cantidades de energía.
Por esta razón se recomienda apagarlo mientras no lo estés utilizando y limpiar el panal de la unidad de enfriamiento, esto hace que el equipo pueda refrigerarse apropiadamente, trabajando de forma óptima y consumiendo mucho menos energía.
Dejar el aire acondicionado encendido todo el día, puede disparar el monto de las facturas de electricidad.
El Horno
Los hornos que trabajan con electricidad, de manera similar a las secadoras, necesitan grandes cantidades de energía para generar el calor necesario que nos permita cocer adecuadamente cada uno de nuestros exquisitos platillos. Por ello su uso periódico representa una fuente de consumo a tener presente.
Puedes aprovechar el calor generado durante la cocción y disminuir notablemente su consumo, solamente con apagarlo unos minutos antes del tiempo previsto de cocción. De esta manera aprovecharás el calor generado para terminar de hornear tus alimentos.
Otro dato adicional que puedes emplear para reducir el costo de tu factura eléctrica es abrir lo menos posible el horno antes de que estén listos los alimentos, pues al abrirlo se perderá calor y el artefacto necesitará más tiempo y energía hasta alcanzar nuevamente una temperatura estable.
Electrodomésticos pequeños
Los electrodomésticos pequeños como las planchas, los secadores de cabello, los ventiladores, batidoras, las tostadoras, cafeteras o exprimidores, a pesar de su pequeño tamaño consumen recurrentemente electricidad para día a día brindarnos una mejora en nuestra calidad de vida.
Al planificar una mejor utilización de tus aparatos eléctricos te recomendamos incluirlos ya que estos pueden sumar más de los esperado en pago de tu próxima factura.
Calefacción
Para mantenernos tibios durante el frío invierno debemos emplear la calefacción. En muchos casos la energía que alimenta los sistemas de calefacción proviene de diversas fuentes por ejemplo quemando combustibles fósiles, mediante el consumo de energía eléctrica y a través de paneles solares que transforman la energía lumínica en calor.
Al emplear electricidad se suele gastar grandes cantidades de energía para utilizar la calefacción, por lo que te recomendamos utilizar medios alternativos de energía combinados, o emplear la calefacción en determinadas zonas de tu hogar para evitar un consumo excesivo de electricidad.
El sistema de calefacción consume mucha electricidad, trata de usarlo justo lo necesario.
¿Por qué es necesario regular nuestro consumo de electricidad?
Tomando en consideración que el uso de aparatos eléctricos puede llegar a representar hasta un 66% del consumo total de energía en el hogar, vale la pena tener en cuenta cuáles son los electrodomésticos que demandan mayor cantidad de energía.
Los servicios asociados al suministro de energía no son para nada económicos en la mayoría de los países, pues muchos de ellos lamentablemente no cuentan con fuentes hídricas naturales.
Como efectivamente es el caso de los ríos que pueden ser encausados hacia las represas para generar electricidad a través de la caída del agua; teniendo que acudir a otras alternativas más costosas como por ejemplo el uso de petróleo en centrales termoeléctricas.
Es por ello que todo el andamiaje requerido para prestar un adecuado servicio eléctrico requiere de una inversión constante y del mantenimiento requerido para que nunca falte electricidad en tu hogar.
Esto lógicamente viene asociado a un costo, el cual puede representar en muchos casos una buena parte del dinero destinado a cubrir los principales gastos de una familia promedio.
Si sabemos administrar con sentido común cada uno de nuestros aparatos, podremos disfrutar de la comodidad y la calidad de vida que pueden traer su uso a nuestra vida, pero sin derrochar ni un ápice más de lo que corresponde al consumo de energía eléctrica.
De esta forma, no solo estarás evitando pagar de más en tu factura, sino que además pondrás tu grano de arena para evitar el sobrecalentamiento global preservando el medio ambiente y al planeta.
Esperamos que este artículo te ayude a reducir considerablemente el consumo de energía eléctrica, recuerda que se trata de poner de tu parte en ser un poco más consciente con el uso de los aparatos.
De esta forma no solo pagarás mucho menos dinero en electricidad, sino que además podrás invertir lo ahorrado en cualquier proyecto de tu interés y al mismo tiempo colaborarás en reducir la huella de carbono que destruye la capa de ozono e incrementa paulatinamente el calentamiento global.
