¿Alguna vez has sentido que tu hogar está apagado y triste, como si estuviera enfermo? Pues bien, es muy probable que lo esté. Los hogares al igual que los seres vivos se contagian de malas vibraciones y comienzan, como si de un organismo se tratara, a manifestar síntomas de malestar. Las relaciones de las personas que allí habitan, el orden, la iluminación, la limpieza, e incluso la ventilación son factores que pueden influir en el ambiente saludable de nuestro hogar. ¿Cómo curar una casa enferma?
Nuestra casa también puede expresarse y ser receptiva a la vez, a lo que nosotros le trasmitimos: nuestro estado de ánimo, nuestros pensamientos y hasta nuestros niveles de fatiga y estrés pueden influir en nuestro hogar. Lo mismo sucede de forma inversa: cuanto más abarrotada, desorganizada y sucia se encuentre nuestra casa, más cansancio y falta de energía sentiremos y es que nuestro hogar no es otra cosa que un reflejo de nuestra personalidad.
10 Consejos para curar una casa enferma
Puesto que de un día para otro, nuestro hogar puede convertirse en un lugar incómodo y extraño, es muy importante que reconozcamos las señales que nos envía nuestra casa y recuperemos la comodidad y el disfrute que necesitamos recibir de esta al final de nuestra jornada.
Si deseas entrar a tu hogar y que no tú, sino el que la visita se sienta muy a gusto y acogido, entonces cambia la vibra y llena tu casa de buenas energías. Para ello, te recomendamos seguir estos prácticos consejos.
1. Ilumina tu hogar
La luz natural es fuente de vida, energía y alimento, y es por eso que nunca debe faltar en nuestra casa. Lo ideal es que nos propongamos a abrir las cortinas y ventanas, todas las mañanas, para gozar de la luz natural y dejar entrar aire fresco. Sin embargo, es muy importante que la cantidad de luz sea la adecuada según cada espacio. La sala de estar, la sala de entretenimiento y la cocina siempre deben estar bien iluminados para su disfrute a cualquier hora del día, ya que de está forma te sentirás más alegre y enfocado en lo que haces. Esta es una excelente forma de curar una casa enferma.
En cuanto a las habitaciones, la iluminación debe estar más controlada, puesto que un exceso de luz puede perjudicar tu descanso. Cubre entonces todos los escapes de luz innecesaria que perturben tu sueño, para que puedas descansar plácidamente durante toda la noche.
2. Ventilación suave y adecuada
Para que nuestra casa pueda respirar y renovarse constantemente es fundamental que todos sus espacios tengan una ventilación apropiada. No hay nada más desagradable que una casa con malos olores, especialmente si éstos provienen de la cocina o de los baños. Procura entonces abrir las puertas y ventanas todos lo días durante algunos minutos para que el aire se renueve o en su defecto emplea un poco de ventilación artificial.
Evita los ambientes densos o pesados y ventila tu casa todos los días. Ambienta cada uno de tus espacios con la ayuda de velas aromáticas, aceites esenciales, inciensos o cualquier otra opción natural para que aumentes la sensación de bienestar y propicies la buena energía. Recuerda que los olores suaves y agradables suben tu vibración y mejoran tu estado de ánimo.
3. Juega con los colores
A la hora de recrear ambientes y espacios, los colores ayudan mucho visualmente, especialmente cuando se juega con sus tonalidades. Los colores cálidos son conocidos por brindar la calma y calidez que necesitan los hogares, sin embargo también resulta muy beneficioso utilizar tonos fríos para las habitaciones ya que se tratan de espacios que deben mantenerse lo más relajados posible.
Jugar con la paleta de colores, no sólo se limita a pintar las paredes, también puedes combinar y agregar toques de color a los espacios con las cortinas, los muebles, los jarrones o flores. Lo ideal es que utilices colores vibrantes y llamativos en las zonas donde hay más movimiento como el comedor o la habitación de juego de los niños, pues cuando se trata de los dormitorios lo preferible es que sean relajados. Esta es una excelente manera de revivir y curar una casa enferma.
4. Mantén el orden y la limpieza
Vivir en una casa sucia y desordenada es muy abrumador, pues no sólo te incómoda sino que también te produce cansancio y estrés. Dedica al menos un día a la semana para quitar toda la suciedad de tu casa (incluso esa que nadie ve), vaciar las habitaciones, cambiar la ropa de cama, organizar los escritorios, ordenar el closet, pulir los baños… Pues en la medida que limpiamos y ordenamos la casa, vamos a ir reordenando nuestras vidas. Para una curar una casa enferma debemos empezar ordenando y limpiando.
Pero además del exceso de polvo y telaraña, tener las habitaciones llena de cosas que no usamos también puede ser un motivo de estorbo. Para que puedas disfrutar de todos los espacios de tu casa sin tener que tropezar con las cosas, te recomendamos que evalúes cuáles objetos dejaron de ser necesarios en tu casa, para que puedas donarlo o incluso tirarlo si ya no funciona.
Deshacerte de lo que ya no necesitas, te aportará un ambiente despejado y con espacio suficiente para que puedas darle la bienvenida a nuevas cosas y proyectos que están por venir a tu vida.
5. Tiende tu cama todos los días
6. Crea espacios para relajarse
Además de tu habitación resulta muy confortante tomar algún rincón de la casa y convertirlo en tu propio espacio de relajación. Ese será el lugar perfecto para que puedas pasar tiempo contigo mismo y desconectarte de la cotidianidad. Lo ideal es que crees un ambiente personalizado con todos los elementos que te gustan, y a la vez uno que te invite al descanso y la relajación.
Puedes usarlo para relajarte al final día y realizar las actividades que más te gusten como leer, tomar un breve descanso, meditar en incluso hacer un poco de yoga. Te recomendamos arreglar este espacio tan personal con una mecedora, una lampara pequeña, alfombras, cojines y mantas suaves, de modo que te sientas cómoda y descansada.
7. Aporta más vida a tu hogar con plantas
Las plantas son sinónimo de vida y salud. Ayudan a renovar nuestro oxigeno y nos acercan más a la pureza de la naturaleza. Aún si tu casa no cuenta con una enorme terraza en donde puedas sembrar todo tipo de plantas, puedes incorporar algunas macetas más pequeñas en el interior de tu casa. En las salas, terrazas o balcones las plantas deben ser un poco más grandes y vistosas, pero en espacios como la cocina lo ideal es que las macetas sean más pequeñas. Hay quienes se la ingenian para cosechar perejil, albahaca, cebollín y otro tipo de yerbas culinarias.
Te recomendamos optar por platas con hojas de forma redondeada porque suavizan el ambiente, también se han convertido en tendencia de hogar contar con pequeñas macetas de cactus y suculentas puesto que son más discretas y su cuidado resulta mucho menos demandante. Sea cual sea tu preferencia las plantas aportarán mucha vida y salud a tu hogar.
8. El dormitorio es para el descanso
Resulta muy común que usemos nuestro televisor, la computadora y el teléfono móvil dentro de nuestra habitación, pero lo más adecuado es que reservemos nuestro dormitorio únicamente para el descanso. Todos estos aparatos electrónicos pueden emitir ciertas ondas que pueden alterar tu descanso y hacerte sentir muy agotado. Evita entonces todos aquellos objetos que te inviten a realizar otras actividades que no están relacionadas con el dormir, como los libros, las consolas de vídeo juegos, el móvil…
9. Deshazte de lo que te entristezca
Si aún conservas objetos que te producen emociones de tristeza o melancolía, te recomendamos que te desasgas de ellos lo más pronto que puedas. No resulta nada saludable estar rodeada de fotos viejas u objetos que te hacen recordar malos momentos de tu vida, por ello deshazte, tira o dona todos aquellos objetos que ya no te aportan nada bueno y sustitúyelos por otros que te trasmitan buenas vibras y gratos recuerdos.
Deshacerse de las cosa viejas, rotas y tristes es una de las mejores formas de curar una casa enferma.
Si tienes alguna habitación desocupada que te produce esa sensación de tristeza y melancolía, por algún miembro de tu familia que falleció o se mudó, úsala y trasforma cada uno de sus rincones para que puedas limpiar esas sensaciones y crear un ambiente más útil para ti. Un gimnasio, una sala de entretenimiento, un armario o una oficina, aprovecha esta habitación para darte el gusto de agregar a tu hogar lo que tanto necesitabas.
10. Menos siempre será más
Tener una casa repleta de cosas y recuerdos, no sólo te hará sentir incómoda sino que además volverá tu vida abrumadora también. Menos es mil veces más cuando se trata de decorar nuestro hogar, por ello tener justo lo necesario es fundamental para predisponer el orden y la armonía, especialmente cuando vivimos en espacios más reducidos.
Deshazte de todo lo que te perturbe y mantén todas tus pertenencias organizadas y bien guardadas, pues sólo a través del orden podrás sacarle el máximo provecho a los metros cuadrados de tu casa y hacer que luzca más grande de lo que en realidad es.
¿Cómo curar una casa enferma?
Recuerda que tu hogar siempre será un reflejo de lo que eres, así como tú eres lo que tu casa te permite llegar a ser. Piensa que cuando todo permanece en orden, las tareas se realizan más rápido y con mayor disposición. Si notamos todo más limpio y agradable, automáticamente estaremos más entusiasmadas y de mejor humor para afrontar las actividades y responsabilidades que tenemos en nuestra vida.