Muchas veces creemos que nuestro desarrollo más importante empieza desde que tenemos recuerdos claros, más o menos a partir de los 5 años, pero realmente la mayor parte del desarrollo que marcará nuestra vida se ubica en los primeros cinco años de vida.
Como padres debemos estar muy pendientes que en los primeros años de vida nuestro bebé cuente con todos los estímulos necesarios para que esté preparado para una mayor y mejor vida social. Estos años son esenciales para la formación de nuestros niños por múltiples razones
El cerebro se desarrolla rápidamente
Entre los 0 a 5 años nuestros bebés presentan las mayores conexiones para alcanzar el 90% de su desarrollo total, pero el 80% de las conexiones cerebrales se desarrollan en los primeros 3 años de vida.
Esta cifra no es solo impresionante, sino que nos señala la importancia de brindar las condiciones necesarias para que nuestro pequeño tenga un cerebro muy activo.
Las experiencias afectan el desarrollo
Aunque pensemos que nuestros niños no recordarán lo vivido en sus primeros años, las experiencias que tengan en este periodo ayudará o afectará la cantidad de neuronas que su cerebro desarrolle.
Por ejemplo, algunos estudios señalan que los niños que lloran por horas sin ser atendidos empiezan a disminuir el ritmo de las conexiones cerebrales, mientras que los que escuchan música o permanecen alegres aceleran estas conexiones.
Los sentimientos marcan la actividad cerebral
Mientras más cariño reciba tu pequeño será mucho mejor para su cerebro. Algunos estudios señalan que los bebés con realidades difíciles en sus primeros años de vida son más propensos a desarrollar conductas inapropiadas a lo largo de su vida.
Por su parte, los abrazos, las sonrisas y tratos amorosos ayudan a construir una percepción positiva de la sociedad en el niño, por lo que tendrá mayores probabilidades de ser un ciudadano que acate las normas.
Cuando un pequeño se siente querido y protegido los niveles de serotonina se disparan lo cual estimula a un mayr desarrollo neuronal en el pequeño.
El cerebro de tu bebé es sumamente plástico
La plasticidad cerebral de tu pequeño es mucho mayor que la de cualquier adulto, esto implica que puede modificar sus funciones fácilmente dependiendo de los factores externos.
En este momento, la actividad sensorial y motriz es mucho mayor y los estímulos externos como escuchar música o jugar con otros niños puede influir bruscamente en el aprendizaje del habla.
La inteligencia emocional se desarrolla en los primeros años
Tener una buena salud no solo física sino emocional dependerá en gran medida de cómo se vivan en los primeros cinco años de vida.
Las cualidades para la inteligencia emocional como la confianza en sí mismo, la seguridad al hablar, la empatía con las demás personas, así como el auto control y el trabajo en equipo son virtudes que se aprenden en los primeros años de vida.
