Ser mamá primeriza es un experiencia indescriptible que nos llena de amor y de vivencías hermosas. Sin embargo, cuando te estrenas como mamá es imposible no recibir por parte de tus seres queridos más cercanos, una gran cantidad de consejos sobre los cuidados de tu bebé, que aunque siempre son bien recibidos, muchas veces no suelen ser del todo ciertos.
Las típicas dudas que surgen con la llegada del bebé, pueden provocar que cometamos el error de creer todo lo que nos aconsejan, incluso si se tratan de expresiones tan extrañas como estas: «Si estabas en el sereno, no puedes entrar a ver al bebé” o “Dale un poco té de orégano para los gases”. Así que ¡cuidado! no todo lo que se habla sobre los recién nacidos es verdad, pues aunque la mayoría de estos consejos se heredan de generación en generación, algunos no tienen ningún fundamento.
El cuidado de un bebé recién nacido es tan importante, que con el tiempo se han creado una serie de mitos que pueden confundirnos, especialmente si somos padres primerizos. Por ello, en el siguiente artículo te contamos cuáles son los más comunes y la verdad sobre ellos.
Los 10 principales mitos sobre el cuidado del bebé
Desde los tradicionales remedios de la abuela hasta creencias que pasan de generaciones en generaciones, existen muchos mitos alrededor del cuidado de los bebés que debes conocer. A continuación te contamos algunos de los mitos más comunes sobre el cuidado de los bebés que seguramente, alguna vez habrás escuchado.
Mito 1: Si estornudan, están enfermos
Aunque los estornudos son un claro síntoma de resfriado, no siempre es así. Los estornudos y la tos son una especie de instrumento que tiene el cuerpo para limpiar las vías respiratorias, por ello si notas que tu bebé tose o estornuda inesperadamente, lo más probable es que esté liberando aquellas secreciones que no puede expulsar a través de su nariz porque aún es muy frágil y pequeña.
Así que si los estornudos no vienen acompañados de otro malestar como la fiebre ¡relájate! tu bebé no está enfermo.
Mito 2: No puedes despertar al bebé para alimentarlo
Este es un mito bastante extraño, ya que no todos los bebés son iguales y cada uno tiene diferentes necesidades. En ocasiones los bebés pueden tener algún problema de alimentación o tener dificultad para llegar a su peso ideal, por eso es probable que el médico establezca un horario específico que implique tener que despertarlo para darle de comer si así le toca.
Recuerda que durante los primeros meses, es muy difícil poder alimentarlos sin que les gane el sueño, así que puedes acercarlo a tu pecho mientras toma leche o biberón para que se mantenga relajado en brazos de mami.
Mito 3: Dejarlo llorar ayuda a madurar sus pulmones
Otra variante de este mito es «déjalo llorar porque si no se malcría». La realidad es que aún no se ha podido demostrar de ninguna forma que exista alguna relación entre el llanto del bebé y el fortalecimiento de los pulmones. Lo que sí es cierto es que el llanto es el principal lenguaje que usan los bebés para comunicarse y expresar si le ocurre algo, por eso es nuestro deber esforzarnos por interpretar sus llantos y cuidarlo con mimos y atenciones.
Si lo dejamos llorar, el bebé no comprenderá por qué nadie lo atiende, y es probable que luego se acostumbre a largas jornadas de llanto para expresar lo que quiere. Además, el no atender sus necesidades al llamado, puede derivar en un niño o adulto con trastornos psicológicos.
Siempre hay que chequear por qué llora el bebé, puede tratarse de mucosidad, un dolorcito que no puede soportar, o porque extraña a sus familiares.
Mito 4: Se debe abrigar mucho al bebé para que no se resfríe
Son muchos los padres que están al pendiente de arropar a su bebé a cada momento pensando que así podrán protegerlo del frío y evitarle algún resfriado, pero antes de aplicar este mito, debes saber que los bebés son poiquilotérmicos, es decir, que aún no son capaces de regular correctamente su temperatura corporal, por lo que tienden a enfriarse y calentarse más rápido de lo habitual.
Como su sistema autorregulador es aún muy inmaduro, lo ideal es que lo vistamos según las condiciones del clima, sin abrigarlos tanto como para sofocarlos, ni dejarlo al descubierto para exponerlos al frío.
Mito 5: El azúcar quita el hipo
En este caso es mejor dejar los remedios caseros sobre el hipo para otra ocasión, pues aunque es común que los bebés tengan hipo por la inmadurez de su sistema digestivo, neurológico y respiratorio se están adaptando al nuevo ambiente y van perfeccionándose en el tiempo. Además, se trata de un movimiento involuntario que surge en el diafragma y que no tiene importancia.
Así que no te preocupes por la aparición del hipo y no pruebes ningún remedio que se suele aconsejar en los adultos. Lo mejor siempre será que los dejemos tranquilos para que el hipo desaparezca por sí solito.
Mito 6: Los bebés no pueden tomar sol
¡Al contrario! El sol es sumamente beneficioso para los bebés ya que se trata de una fuente importante de vitamina D que lo puede ayudar a combatir enfermedades como la ictericia, una coloración amarillenta de la piel que se genera por falta de vitamina D y que se puede incrementar si no se tiene contacto directo con la luz del sol.
Eso sí, debes hacerlo cuando los rayos del sol han perdido toda su intensidad, es decir entre 8:00 y 10:00 de la mañana o al final del día, para que tu bebé pueda aprovechar el sol antes de que las temperaturas sean muy elevadas.
Mito 7: No es necesario bañar a un bebé recién nacido
Muchos personas piensan que no es necesario o no se puede bañar a bebé recién nacido por miedo a que contraiga resfriados u otras enfermedades, pero lo cierto es que sí puedes bañar a tu bebé desde el primer momento con agua y una esponja suave o en la tina con agua tibia, con todas las medidas de seguridad. Recuerda siempre limpiar con alcohol absoluto el cordón de tu bebé, si aún no se ha caído.
Recuerda siempre checar la temperatura del agua antes de bañar a tu bebé. Lo mejor es que sea temperatura ambiente o un poco tibia. Es buena idea probar la tolerancia de la temperatura con tu mano, antes de meter al bebé en la tina.
Mito 8: Los bebés saben nadar por instinto
Este mito es muy común pero a la vez falso y peligroso. Debido a las condiciones naturales en la que se encuentran en el útero materno, el mito de que los bebés nadan por instinto es una verdad a medias. Aunque es cierto que los bebés dejan de respirar por naturaleza cuando se sumergen en el agua, aún ¡pueden ahogarse! Así que si se comete la imprudencia de no sacarlos rápidamente del agua, pueden ahogarse fácilmente, pues sus pulmones aún son frágiles y pueden quedarse bloqueados.
Mito 9: Los bebés pequeños no se mueven mucho y es difícil que se caigan
Contrario a lo que muchos pudiéramos pensar, los bebés aún siendo pequeños, sí son capaces de moverse por sí solitos hasta llegar a caerse. Entre los 3-4 meses los bebés ya pueden empezar a girarse de lado y caerse, incluso si el bebé fue prematuro o posee alguna otra condición clínica, es posible que realice algunos movimientos más rápido que otros bebés.
Con tan solo moverse un poco o empujarse puede llegar lo suficientemente cerca a la orilla del lugar donde se le apoye, por eso nunca debemos distraernos mientras duerman, se bañen o cambies a tu bebé por más pequeño que sea.
Mito 10: Si agregas cereal al biberón, dormirá mejor
¡Ten cuidado! Aunque hayas escuchado que funciona, este consejo puede tener el efecto contrario y en lugar de hacer que tu pequeño duerma profundamente, puede provocar que se despierte aún más seguido por sentirse pesado o con cólicos ya que la formula artificial y los cereales son un poco más difíciles de digerir.
Este es un mito que fácilmente puede engañar a los padres, especialmente cuando ya llevan muchas noches sin dormir y no saben que hacer para hacer dormir a su bebé durante toda la noche.
Recuerda que lo ideal es mantener la lactancia materna hasta los 2 años y de forma exclusiva los primeros 6 meses, por lo cual si se sienten cansados, una solución fácil es practicar el colecho de manera que el bebé se amamante al buscar tu pecho, sin que si quiera tengas que despertarte.
Como te habrás dado cuenta, son muchos los consejos y mitos que giran en torno al cuidado de los bebés que no son ciertos o no están fundamentados, así que si en algún momento tienes dudas sobre si algún consejo relacionado con tu bebé es cierto o no, confía en tu pediatra y sobre todo en tu propio instinto para la próxima vez.
Esta publicación ha sido revisada y avalada por la Dra. Abril Espinoza Romero Especialista en Pediatría y Puericultura de la Universidad Central de Venezuela (CMDMC 30.178 | MPPS 92.840)
Además, la Dra. Abril Espinoza Romero es promotora de Lactancia Materna avalada por la OMS-UNICEF y desde el 2012 está enfocada en el área de salud con infantes.