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Vómitos en bebés ¿Qué hacer y cómo aliviarlos?

vómitos en bebés

Los vómitos en bebés son más habituales de lo que se cree. Aunque aparecen de forma inesperada y son un motivo de preocupación entre padres primerizos, los vómitos pueden ser muy frecuente durante los primeros meses, e incluso producirse casi a diario en algunos bebés. En la mayoría de los casos no hay de qué preocuparse, de hecho, muchos padres lo confunden con el reflujo , sin embargo, la presencia de vómitos en bebés también pueden indicar algún problema más serio.

La mayoría de las madres primerizas confunden el vomito en los bebés con el reflujo pero igual debemos estar atentas a los síntomas

¿Cómo son los vómitos en bebés? ¿Por qué se producen? ¿Cómo diferenciarlos? ¿Cómo actuar ante ellos?

Cada bebé es distinto, así como las causas que pueden producir este problema. Por lo general se producen debido a infecciones virales, pero también pueden estar relacionados con la alimentación del bebé. Dependiendo de las causas que provoquen los episodios de vómitos en tu pequeño, deberás tomar una u otras medidas para aliviar su malestar.

Si bien pueden preocuparte mucho, y asustar un poco a tu bebé, hasta hacerlo llorar, es importante que mantengas la calma, ya que en la mayoría de los casos son inofensivos.

Veamos las posibles causas de los vómitos en bebés y todo lo que puedes hacer para tratarlos: ¿Cómo son los vómitos en bebés?Causa de los vómitos  – ¿Vomita o regurgita?¿Que hago si vomita? – ¿Cómo evitar la deshidratación del bebé? – ¿Cuándo debo acudir al médico?

¿Cómo son los vómitos en bebés?

Los vómitos son un impulso involuntario del organismo, a través del cual se expulsa el contenido del estómago de una forma fuerte y brusca. En los bebés de 0 a 12 meses, los vómitos suelen ser funcionales, y pocas veces son producto de una enfermedad orgánica.

Pueden presentarse de dos formas distintas: en vómitos o en regurgitaciones.

Los vómitos en bebés

Al igual que ocurre con los adultos y niños más grandes, el vómito en bebés consiste en una expulsión forzada y brusca del contenido gastrointestinal a través de la boca. En estos casos, el bebé necesita hacer un esfuerzo para poder expulsarlo, ya que la cantidad de fluido es bastante grande, a tal punto de vaciar su pequeño estómago.

Al vaciar todo el estómago del pequeño, los vómitos en bebés pueden derivar en una deshidratación, es por esta razón que hay que estar atentas y saber diferenciar las causas que puedan provocar vómitos en bebés.

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Si tu bebé vomita, es importante que observes si tiene otros síntomas, como fiebre o erupciones.

Regurgitaciones en los bebés

Las regurgitaciones suelen ser más comunes que los vómitos, sobre todos en bebés lactantes, ya sea de leche materna o leche de fórmula. Al regurgitar, el bebé expulsa el alimento que acaba de ingerir, pero en este caso, la leche va desde el estómago a la boca en menor cantidad y de forma menos bruscas.

Esto también, es conocido como reflujo

¡Si tu bebé regurgita no tienes de que preocuparte ya que sucede cuando comen mucho!

En ocasiones, la leche que retorna ni siquiera llega a expulsarse fuera de la boca, por lo que se trata de un reflujo más simple y de poca cantidad. En un principio no tienes de qué preocuparte porque son muy habituales en los bebés de esta edad, y suceden cuando comen mucho, lo hacen muy rápido o se encuentran muy inquietos.

Si bien las regurgitaciones no suponen ningún problema y van disminuyendo a medida que el bebé crece, cuando ocurren muy a menudo es posible que se trate de reflujo gastroesofágico.

vómitos en bebes regurgitaciones
Las regurgitaciones pueden ocurrir muy a menudo, pero no hay mucho de qué preocuparse.

¿Por qué se producen? Principales causas de vómitos en bebés

Los vómitos en el bebé puede producirse por distintas causas. En la mayoría de las ocasiones se producen por infecciones virales, pero también pueden estar relacionados con la alimentación del bebé y la maduración de sus sistema digestivo.

Diferenciar la causas del vomito de tu pequeño, pueden ayudarte a saber si se encuentra sano y el tratamiento más adecuado a seguir para ayudarlo a sentirse mejor.

¡Presta mucha atención!

Estas son las causas más comunes de vómitos en bebés:

Para ahorrarnos preocupaciones y problemas es importante diferenciar claramente el vomito en los bebés de la regurgitación

1. Problemas de alimentación

Los problemas de alimentación son la causa más común de vómitos en bebés, y es que durante la lactancia es muy habitual ofrecerles más alimento de lo que pueden ingerir. En esta etapa es muy común que el bebé succione demasiado rápido o esté muy inquieto a la hora de amamantar.

Una causa menos común, pero también muy probable en el bebé son las alergias o intolerancias a algún alimento como las proteínas de la leche materna o de fórmula. También, puede ocurrir que se les estén ofreciendo alimentos inadecuados para su edad, por ejemplo no se recomienda ofrecerles yogurt a los bebés menores de ocho o nueve meses.

2. Un esfínter inmaduro

Muchos de los bebés que regurgitan después de cada toma no lo hacen por haber comido mucho o demasiado rápido, sino porque tienen reflujo gastroesofágico. Este trastorno afecta más a los niños que a las niñas, y suele ser más común en los bebés prematuros o con hernia hiato.

Cuando el esfínter del esófago es aún inmaduro y no cumple bien su función, las válvulas superiores no cierran bien, lo que causa que la comida retorne nuevamente al esófago y la boca. En la mayoría de los casos, el reflujo gastroesofágico (RGE) no presenta muchos inconvenientes, pero si puede dificultar la alimentación del bebé.

Suele mejorar con la edad, cuando el bebé ya se sienta y toma alimentos sólidos.

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Las molestias y regurgitaciones comienzan a ser menos frecuentes cuando el bebé alcanza los 6 meses de edad.

3. Infecciones virales o bacterianas

Las infecciones respiratorias tan comunes en los bebés, como los resfriados o la congestión nasal también pueden desencadenar vómitos en bebés, especialmente durante los ataques de tos. Cuando hay mucha congestión nasal, las secreciones que producen durante la gripe o el resfriado, si son muy espesas, pueden descender por la garganta de tu bebé e inducir náuseas en tu pequeño.

Otras de las infecciones que pueden provocar vómitos en bebés, es la gastroenteritis o cualquier otra infección estomacal, las cuales también pueden venir acompañadas de otro síntomas como diarrea, fiebre, dolor abdominal, pérdida de apetito, entre otros.

Las infecciones urinarias, meningitis e incluso una infección de oído pueden causar náuseas y vómitos en bebés.

4. Nervios, llantos e inquietud

Aunque no es tan frecuente, los ataques de llanto prologado en los que el bebé está intranquilo, duerme poco o tiene tos, pueden hacer que el pequeño vomite. Cuando esto sucede el reflejo nauseoso se activa, y el bebé siente un gran malestar que lo hace vomitar.

Aunque resulta bastante preocupante, vomitar mientras llora desconsoladamente no supone ningún problema para el bebé.

5. Estenosis pilórica

Cuando el bebé presenta regurgitaciones, en ocasiones se suele confundir el reflujo gastroesofágico con la estenosis de píloro, sin embargo esta tiene un origen y un tratamiento distinto. Se caracteriza por aparecer durante las primeras semanas de vida del bebé, y a diferencia del reflujo gastroesofágico, este genera un engrosamiento del canal que une el estómago con el intestino.

Este pequeño desajuste también provoca que el bebé expulse la leche que acaba de ingerir, pero este suele ir disparado como una escopeta, es decir de forma brusca y en dirección horizontal al suelo.

Suele darse principalmente durante las primeras semanas de vida y es considerada una condición médica importante porque puede provocar malnutrición, deshidratación y otros problemas de salud.

Usualmente el tratamiento requiere una intervención quirúrgica.

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Algunos bebés vomitan como una reacción natural para poder expulsar las secreciones o mucosidades de su organismo.

¿Cómo saber cuándo mi bebé vomita o regurgita?

Tanto los vómitos como las regurgitaciones son comunes en los bebés, y aunque en ambos casos hay una expulsión del contenido del estómago a través de la boca, a veces resulta difícil saber si tu bebé está vomitando o sólo regurgita un poco de leche.

Normalmente ocurren después de que tu bebé come, pero existen ciertas características que pueden ayudarte a identificar, cómo se distingue una de la otra

¡Toma nota!

  • Cuando tu bebé vomita: El alimento sale bruscamente de su estómago y le provoca mucha incomodidad. El contenido o alimento que es expulsado, suele ser mayor que cuando el bebé vomita que cuando regurgita, y es posible que el bebé presente otros síntomas, como fiebre, diarrea e irritación.
  • Cuando tu bebé regurgita: El alimento sale de su boca sin ningún esfuerzo, y no suele molestar o incomodar a tu niño. Esto sucede cuando al alimentarse, el bebé traga aire y al expulsarlo, sube un poco de líquido, pero también puede deberse a un funcionamiento inadecuado del esófago, debido a la inmadurez del esfínter.

Las regurgitaciones son algo muy normal en los bebés y no suele ser motivo de preocupación.

Es muy importante observar al bebé y comprobar si algún otro síntoma o enfermedad

¿Qué hacer ante los vómitos de bebé?

Los vómitos en bebés casi siempre aparecen de forma inesperada, por lo que resultar muy preocupantes. Pero por fortuna, la mayoría de las veces los vómitos censan por sí solos y no es necesario administrar un tratamiento con medicamentos.

La consecuencia más grave de los vómitos en bebés es la deshidratación.

Lo primero que se debe hacer, es observar al bebé y comprobar si algún otro síntoma como fiebre, tos, erupciones, diarrea, etc.

Si el bebé parece tranquilo y no hay una señal preocupante, entonces no hay mucho de qué preocuparse. De cualquier forma, es importante mantenerlo bien hidratado para aliviar el malestar y evitar cualquier riesgo.

  • Ayúdalo a mantenerse erguido o recuéstalo: Una vez tu bebé comience los episodios de vómito, trata de mantenerlo erguido o recuéstalo boca abajo o de costado, para que el fluido no entre en sus vías respiratorias o pulmones.
  • A la hora de la siesta, recuéstalo de costado: Después de los primeros intentos de vómitos, puede que tu bebé necesite dormir su siesta. Recuéstalo a un costado y sobre una superficie plana y firme, sin ningún tipo de peluches, almohadas o ropa de cama acolchada, ya que al tener su cabecita muy elevada puede ahogarse con su vómito. Si llega a vomitar o regurgitar, su cuerpo expulsará automáticamente los líquidos y evitará llegar a las vías respiratorias.
  • Ofrécele muchos líquidos: Al vomitar, tu pequeño puede perder muchos líquidos y deshidratarse, es por ello que resulta muy importante asegurarte de que tu bebé ingiera muchos líquidos, en especial a través de la lactancia. También puedes optar por soluciones de rehidratación oral; lo ideal es dárselos poco a poco, a cucharaditas, sin forzar al bebé.
  • Evita los alimentos sólidos: Si tu bebé tiene más de 6 meses y ya comenzaste a introducir alimentos sólidos a su dieta, lo mejor en estos casos, es no ofrecerle alimentos sólidos, por lo menos hasta que hayan transcurrido 24 horas desde sus primeros episodios de vómitos. Pero apenas pasen los primeros síntomas, retoma la alimentación normal de tu bebé tan pronto como puedas, para que pueda recibir los nutrientes que necesita y recuperarse pronto.

Si tu bebé vomita es importante mantenerlo bien hidratado

Si notas que los vómitos de tu bebé son frecuentes o vienen acompañados de otros síntomas como deposiciones muy líquidas, diarrea, enrojecimiento en la piel o alergias, te recomendamos consultarlo con el pediatra, ya que podría tratarse de una enfermedad orgánica como la intolerancia a la lactosa o de reflujo gastroesofágico patológico.

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Al vomitar de forma frecuente, los bebés se deshidratan y pierden líquidos vitales. Es muy importante mantenerlos hidratados en todo momento, para evitar que esto ocurra.

¿Cómo evitar la deshidratación del bebé?

La consecuencia más grave de los vómitos en bebés es la deshidratación. Si los vómitos son repetitivos el bebé puede ir perdiendo peso poco a poco y debilitarse. Es por ello que resulta tan importante mantener al bebé hidratado para ayudarlo a recuperarse rápidamente, pero:

¿Cómo evitar la deshidratación del bebé?

  • La mejor forma de mantener bien hidratado al bebé es a través de la lactancia, pero si tiene muchos vómitos es posible que el pediatra recomiende las soluciones electrolíticas, para reemplazar todos los fluidos, sales y minerales perdidos. Es importante que sea el mismo pediatra quien la recomiende, ya que nadie mejor que él para indicarte la dosis más adecuada para tu pequeño, según su peso y edad.
  • A la hora de ofrecerle la solución de rehidratación oral, espera alrededor de media hora después de que el pequeño haya vomitado, y ofrécele una cucharadita cada 5 o 10 minutos. Trata de aumentar la dosis a medida que cesen los vómitos, pero no lo obligues.
  • Una vez notes que tú pequeño se encuentra mejor puedes volver a darle el pecho u ofrecerle un biberón de leche de fórmula. Algunas mamás continúan amamantado a sus bebés, a la vez que ofrecen las soluciones de rehidratación oral, otras en cambio prefieren esperar, por lo todo depende de que le resulte mejor a ti y a tu bebé.
  • Otros líquidos como el agua, el caldo de pollo o las gaseosas, no ayudan a reponer los nutrientes que necesita un bebé deshidratado. Y estos dependen de la edad.
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Dale de comer o beber en cantidades pequeñas, pero más frecuentes.

¿Cuándo debo acudir al médico?

Los vómitos en bebés casi siempre son inofensivos, pero dependiendo de las causas que lo provoquen, también pueden suponer alguna enfermedad más grave.

En caso de que tu pequeño presente alguno de estos síntomas, acude de inmediato al médico con tu bebé:

  • Si tu bebé es menor de 3 meses, ha vomitado tres tomas de leche y tiene fiebre de 38 grados centígrados. ¡Debes ir al médico! ¡El pediatra querrá examinarlo!
  • Si tu bebé lleva más de 24 horas vomitando. Si bien en algunas enfermedades esto es normal, lo ideal es consultarlo con el médico.
  • Si crees que el vómito de tu bebé es reflujo pero cada vez es mas abundante y/o frecuente, y además notas que ha bajado de peso, es importante que lo evalúe el pediatra.
  • Si muestra señales de deshidratación: orina menos y tiene más de 6 horas sin mojar el pañal, sus labios y boca están secos o llora sin lágrimas.
  • Si el bebé vomita mucho, no tolera los líquidos o vomita aunque no tome nada.
  • Si hay presencia de sangre en el vómito. Aunque en muchas ocasiones es normal que se genere un poquito de sangre, ya que el esfuerzo por vomitar puede rasgar un poco el esófago. De cualquier forma, es importante que lo consultes con el médico, sobre todo si notas que en la sangre aparecen granitos color café oscuro ¡es una señal de alarma!
  • Si a la media hora de comer, vomita de forma violenta y brusca. Esto puede ser señal de estenosis pilórica.
  • Si el pequeño se encuentra adormilado o decaído y su piel luce amarillenta.

Si tu bebé además de los vómitos presenta otro síntoma lo mejor es llevarlo al médico

Como puedes ver, los vómitos en bebés menores de 6 meses son muy habituales, y suelen manifestarse en forma de  regurgitaciones, las cuales no deben confundirse con los vómitos, pues se trata de una expulsión inofensiva de pequeñas cantidades de leche, por parte del bebé después amamantar o succionar.

Lo más habitual, es que los vómitos sean leves y remitan poco a poco, pero si por el contrario, éstos se dan en las circunstancias que te señalamos anteriormente, es necesario acudir al médico de inmediato para evaluar el estado del bebé, identificar las causas y evitar otras complicaciones.

Ante cualquier duda consulta con el pediatra por el caso particular de tu bebé.

Esta publicación ha sido revisada y avalada por la Dra. Abril Espinoza Romero Especialista en Pediatría y Puericultura de la Universidad Central de Venezuela (CMDMC 30.178 | MPPS 92.840)

Además, la Dra. Abril Espinoza Romero es promotora de Lactancia Materna avalada por la OMS-UNICEF y desde el 2012 está enfocada en el área de salud con infantes.

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