La mejor manera de recuperarte de una descomposición estomacal, producto de diarrea o un virus, es siguiendo una dieta astringente. Este tipo de dieta se basa en combinar alimentos astringentes, es decir, que estriñen o estrechan los tejidos para acelerar la recuperación del sistema digestivo.
Para recuperarse de un virus estomacal, los expertos recomiendan incluir alimentos astringentes y mantenerse hidratado consumiendo muchos líquidos.
El principal objetivo de la dieta astringente es evitar la descompensación de aquellos que padecen algún tipo de dolencia estomacal y restaurar la flora intestinal.
Veamos cuáles son los alimentos específicos que componen la dieta astringente y cómo puedes incluirlos en el menú para recuperar tu salud intestinal.
¿Qué es la dieta astringente?
La dieta astringente se recomienda en cuando se tiene una dolencia estomacal, como por ejemplo en caso de gastritis u otras molestias y deben frenar de inmediato síntomas como vómito, la falta de apetito o la diarrea.
Cuando se atraviesa por una dolencia estomacal, resulta vital que nuestro organismo recupere sus niveles de minerales y el líquido perdido.
De lo contrario, nos exponemos a sufrir un cuadro de deshidratación, ya que carecemos de energía y nuestro cuerpo requiere mantenerse hidratado.
La dieta astringente esta compuesta por alimentos ligeros y que al mismo tiempo surten un efecto astringente, es decir, que estrechan o estriñen los tejidos para evitar la pérdida de líquidos y, de esta manera, mantener nuestra cantidad de electrolitos en un nivel saludable.
Fases de la dieta astringente
En los procesos de descomposición estomacal tras un episodio de diarrea, nuestro organismo se encuentra indispuesto para comenzar a ingerir alimentos de manera habitual.
Por ello dividimos la dieta astringente en tres fases que describiremos a continuación:
- Primera fase: Durante esta etapa de la dieta astringente nuestro cuerpo se acaba de recuperar de un cuadro diarreico y básicamente se encontrará en una fase de ayuno. A lo largo de este periodo aprovecha para reponer líquidos a través de bebidas electrolíticas, sueros y con moderación bebidas isotónicas.
- Segunda fase: Ocurre al haber transcurrido las primeras 6 o 24 horas de la dieta. En este punto nos sentiremos un poco débiles por lo que deberemos consumir carbohidratos de fácil digestión como arroz blanco, papas y zanahorias cocidas, sin olvidar a las carnes magras con un elevado valor nutricional y contenido de proteínas, en este caso podrás prepara un trozo de pollo a la plancha.
- Tercera fase: En esta etapa ya deberíamos estar relativamente recuperados, por lo que es un momento idóneo para introducir otros tipos de vegetales y carbohidratos como el pan blanco y las judías. Lo ideal es que una vez superadas las dos primeras fases, vayas integrando poco a poco las demás comidas de tu dieta regular.
¿Qué tipos de alimentos se pueden comer en una dieta astringente?
Al pasar por un proceso degenerativo de la flora intestinal, lo mejor siempre será alimentarse de manera ligera y evitando a toda costa alimentos que puedan ser irritantes como las carnes procesadas, embutidos, sodas azucaradas o el café.
A continuación, te describiremos en detalle algunos alimentos que podrás tener en cuenta para llevar a cabo una dieta astringente.
Come ligero y nutritivo
La mayoría de las enfermedades digestivas dejan irritada las paredes estomacales, esto trae consigo procesos de indigestión que requieren de una nutrición adecuada.
Para comenzar, puedes probar con carbohidratos de fácil digestión como el arroz blanco o las papas al vapor. Luego, puedes incorporar a tus comidas una buena porción de proteínas, como la pechuga de pollo o pescados como el salmón o la caballa.
El arroz blanco hervido es una gran elección para avanzar en tu recuperación.
Deja de lado el café
El café forma una parte insustituible en la rutina diaria de millones de personas, despertándonos cada mañana y dándonos una carga de energía que nos impulsa de inmediato a realizar nuestras tareas cotidianas.
Lamentablemente, el café puede llegar a ser una bebida bastante irritante desde el punto de vista gástrico y si se acompaña con aditivos como la leche podría llegar incluso a laxar.
Por lo tanto, durante un proceso de recuperación deberemos sustituirlo por otro tipo de bebidas como por ejemplo serían las infusiones.
Las infusiones como el té de menta o la manzanilla pueden sustituir al café sin ningún tipo de problema. En este aspecto, suelen ser inocuas y alivian síntomas como los calambres intestinales, el dolor y la diarrea.
Una excelente recomendación si estás experimentado un cuadro agudo de diarrea, es que prepares una infusión de té con cáscaras de limón, su efecto cítrico es excepcionalmente bueno para cortar en el acto con la diarrea y además te ayudará reponer líquidos y electrolitos en tu organismo.
Elige las carnes magras
Para reponer energías es necesario consumir alimentos con un alto valor nutritivo como la proteína de origen animal. La carne de pechuga de pavo y el pollo son una de las mejores opciones a tener en cuenta para preparar tus comidas.
Además de aportar una gran cantidad de proteínas, también son carnes muy magras de fácil digestión y vienen muy bien tanto en los almuerzos como en la cena.
En el caso de los pescados, en general se recomienda su ingesta, no obstante, durante la dieta astringente deberás dejar de lado el consumo de pescados azules debido a su contenido de grasa.
Aunque sean grasas sanas, estas pueden dificultar el proceso digestivo, por lo tanto será mucho más conveniente elegir los pescados blancos.
Las carnes magras y en especial las blancas son perfectas para reducir los niveles de triglicéridos y de colesterol presentes en sangre, por lo que adicionalmente se convertirán en un ingrediente indispensable en las comidas de pacientes con afecciones cardíacas y para prevenir otras patologías como es el caso de la hipertensión arterial.
Repara la flora intestinal
Dentro de nuestros intestinos hay un grupo de bacterias y otros microorganismos que llevan a cabo una útil y saludable labor al descomponer los alimentos y facilitar el tránsito intestinal.
No obstante, la mayor parte de la flora es arrastrada y eliminada tras una diarrea por lo que deberemos consumir alimentos que nos permitan reponerla.
El yogurt y el kéfir son de lo mejor, pues constituyen una de las más importantes fuentes de probióticos naturales de fácil acceso que podremos consumir para reparar la flora intestinal, ayudándonos recuperando nuestra salud rápidamente.
El yogur natural es un alimento clave en la dieta astringente, ya que aporta probióticos que ayudan a restaurar la flota.
Consume alimentos de manera progresiva
La dieta astringente debe llevarse a cabo de forma progresiva y dependiendo de la fase en que nos encontremos, entonces deberemos adaptar nuestra alimentación a ciertos tipos de alimentos.
Tal es el caso de la primera fase o fase líquida, donde nuestro sistema digestivo solo tolera alimentos en su fase más acuosa, como por ejemplo los sueros orales que nos ayudan a reponer una gran cantidad de electrolitos esenciales y los fluidos que nuestro cuerpo necesita para evitar sufrir un cuadro de deshidratación.
Como te podrás imaginar, no cualquier líquido se encuentra recomendado en esta etapa de la dieta astringente. Lo ideal son las bebidas electrolíticas como por ejemplo el suero o la limonada alcalina.
Preparar este tipo de limonada es sumamente sencillo, solo debes:
- Toma tres limones de tu elección (preferentemente que estén cargados de jugo)
- exprímelos en un vaso o en una taza,
- posteriormente agrega una cucharada de azúcar
- vierte una pizca de bicarbonato y otra de sal
- por último agrega agua hasta completar un volumen aproximado de un litro de solución.
La idea de esta preparación es que el limón y el resto de ingredientes le aporten a tu organismo los electrolitos que este necesita para llevar a cabo sus procesos vitales como por ejemplo restablecer el equilibrio de iones.
En este punto también es posible incluir en nuestra dieta bebidas del tipo isotónico, sin embargo, te recomendamos ingerirlas con suma moderación o de ser posible bajo supervisión médica, ya que este tipo de compuestos puede alterar el delicado equilibrio iónico en nuestro cuerpo.
Evita saltarte las comidas
Una de las claves de la dieta astringente es reducir al máximo nivel posible la irritación estomacal. Por esta razón, se deben evitar todos los alimentos procesados así como las frituras, condimentos fuertes, aderezos grasosos y cualquier tipo de soda azucarada.
Sin embargo, al saltarnos las comidas no solo estamos perdiendo nutrientes, sino que además nuestro estómago se inflama al no tener ningún tipo de alimento que digerir, pues los jugos gástricos atacan las paredes de este importante órgano.
Las mejor alternativa para evitar saltarnos las comidas es realizar una merienda entre cada comida principal.
- El dulce de membrillo untado con una rebanada de pan blanco es un claro ejemplo de merienda, además de ser un tentempié bastante apetecible, es muy económico y saludable.
- Otra alternativa es comer en la merienda una pieza de fruta picada con un trozo de pan blanco.
Los frutos secos, a pesar de ser muy recomendados para merienda, en la dieta astringente se encuentran totalmente desaconsejadas. ¿La razón? Contienen materia grasa y fibra que estimula el flujo intestinal y lo que se busca es precisamente lo contrario.
Aprende a elegir la fibra que más te conviene
Este tipo de dieta emplea la fibra presente en algunos alimentos para frenar las deposiciones y de esta forma recuperar nuestra salud estomacal.
Sin embargo, no todas las fibras son iguales y de igual manera no todas están recomendadas para llevar a cabo una dieta astringente.
En este sentido, debemos distinguir entre los diversos tipos de fibras.
- Las fibras solubles o fermentables se encuentran presentes en una gran variedad de alimentos que al ser digeridos emplean las bacterias y microorganismo para restablecer la flora intestinal y ralentizar los procesos digestivos.
- Por otra parte, también existen alimentos con un alto contenido de fibra no soluble, este tipo de fibra es utilizada por nuestro organismo para estimular el tránsito y el movimiento intestinal, pues incrementa el volumen de heces y por lo tanto eliminando los efectos del estreñimiento.
Para seguir una dieta astringente los alimentos ricos en fibras solubles son esenciales, pues nos ayudarán a reponer la salud de nuestro sistema digestivo y evitarán que perdamos líquido a través de las constantes deposiciones.
Si padeces de algún problema estomacal que requiera este tipo de dieta puedes seguir las recomendaciones, sin embargo, si los síntomas se acentúan te recomendamos acudir de inmediato a una consulta médica.
Si sufres de alguna otra dolencia como hipertensión arterial o diabetes, acude de inmediato a un especialista médico para que evalúe si una dieta astringente puede aplicarse a tu caso particular o, si por el contrario, necesitas explorar otro tipo de opciones.