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Maternidad tardía: Pros y contras y riesgos de ser madres pasados los 35 años

maternidad tardia

Cada vez son más las mujeres que se unen a la ola de la maternidad tardía. Quizás como consecuencia de los cambios culturales, sociales o económicos por los que atravesamos, muchas son las mujeres que han optado por postergar su embarazo hasta alcanzada su tercera o cuarta década.

De acuerdo a la American Society for Reproductive Medicine (ASRM), actualmente una de cada cinco mujeres tiene a su primer hijo después de los 35 años y la cifra se ha incrementado 20% respecto a la década pasada.

El paso de los años afecta diversos aspectos de nuestras vidas, pero no el deseo de ser madres. Si bien es cierto que la edad disminuye las posibilidades de conseguir un embarazo, los avances médicos y científicos han permitido que esto vaya quedando poco a poco en el pasado.

La decisión de postergar la maternidad posee detractores y defensores, pero ¿qué opina la medicina al respecto? Si estás pensando en posponer algunos años la llamada de la cigüeña, toma nota de todo lo que te contaremos.

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Ya sean famosas celebridades o tus compañeras del gimnasio, la maternidad tardía es cada vez más practicada por mujeres en todo el mundo.

¿Qué es la maternidad tardía?

Anteriormente podíamos ver como las mujeres daban a luz bastante jóvenes. Muchas de nuestras abuelas tuvieron su primer hijo apenas alcanzados los 20 años. Sin embargo, los tiempos pasan y los embarazos se van postergando hasta incluirse dentro de la maternidad tardía.

Los motivos son variados, desde no tener una pareja estable, hasta asegurar el desarrollo profesional antes de pensar en un hijo.

Las mujeres están cada día más empoderadas respecto a su cuerpo y su salud, por lo que son ellas quienes deciden cuando embarazarse.

Médicos y especialistas consideran un embarazo en edad tardía, cuando se pasan los 35 años de edad. Sin embargo, no existe un pleno consenso al respeto, pues algunos ubican esta cifra por encima de los 40.

Actualmente la decisión de concebir se ha ido retrasando hasta edades que antes podían considerarse para abuelas.

No obstante, una vez que se toma la decisión, casi todas las parejas toman un periodo de 12 meses hasta conseguir un embarazo.

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¿Sabías que 1 de cada 5 mujeres tiene a su primer hijo después de los 35?

¿La maternidad tardía es riesgosa?

El pensamiento común es que dejar atrasar demasiado la maternidad puede ser muy peligroso, sin embargo, esto no es completamente cierto. Con los cuidados necesarios es posible llevar un embarazo totalmente normal.

Tener un mayor riesgo de complicaciones, no significa que estas se vayan a presentar. Esto solo significa que se debe tener un mayor cuidado y atención por parte de los especialistas.

Existe una relación inversamente proporcional entre la edad y la reserva ovárica. A mayor edad, menor es la cantidad de óvulos susceptibles de ser fecundados y menor es también la calidad de los mismos, por ello, los especialistas hacen referencia a un mayor peligro a medida que avanza la edad de la madre.

Llevar un primer embarazo en edad tardía puede complicar la gestación y el desarrollo general del infante. El riesgo de dar a luz un niño con trastornos cromosómicos se incrementa con la edad de la mujer.

Si la mujer tiene un buen estado de salud y su reserva ovárica es correcta, es perfectamente factible afrontar un embarazo pasados los 35 años. Como en el caso de cualquier otro embarazo, se tendrá que pasar el umbral del primer trimestre para descartar cualquier riesgo de aborto.

Con un buen seguimiento médico y algunas precauciones, no se debería afrontar ninguna complicación durante el embarazo.

Al contrario de la creencia popular, sí es posible tener una maternidad tardía saludable.

¿Qué edad es peligrosa para tener hijos?

El Ministerio de Salud argentino indica que la edad de la madre se asocia “fuertemente” con el posible daño del niño, es decir, enfermedad o muerte. Sin embargo, no hay una edad determinada en la que una mujer no pueda convertirse en madre.

La profesora de Biología Reproductiva de la Universidad de Newcastle, Mary Herbert, sostiene que no se debe retrasar la concepción más allá de los 35 años. Esto, debido a que los cambios ligados a la edad no afectan solo al número de óvulos, sino también a su calidad.

Las mujeres que deciden llevar un embarazo después de los 35 años, deben mantener un adecuado control de la presión, estudios de laboratorio y ecografías. Esto con la finalidad de detectar patologías de manera temprana.

Aunque existen opciones para procrear más allá de la menopausia, autoridades de la salud como la Sociedad Española de Fertilidad, han llegado al consenso de no buscar una gestación más allá de los 50 años. Esto en base al riesgo obstétrico que supone una gestación a partir de esa edad.

Debido al riesgo que implican los embarazos en diferentes edades, las madres suelen ser categorizadas en tres niveles:

  • Alto riesgo: menores de 20 años
  • Bajo riesgo: de 20 a 34 años
  • Riesgo intermedio: mayores de 34 años

Hay excepciones en las que la condición física de la madre permite un embarazo en avanzada edad, sin embargo, las excepciones no pueden establecer la regla.

La tasa de estas anomalías natales es mayor a los 40 que a los 30, y a su vez, es mayor a los 30 que a los 20.

¿Cuál es la edad límite para ser mamá?

Expertos no establecen una edad definitiva en la que no se pueda producir un embarazo. Aunque los tratamientos de fertilidad son cada vez más avanzados, la edad es un factor de riesgo que no puede ser ignorado en un embarazo.

Muchos especialistas coinciden en que el límite de cada mujer será el momento en que inicie la menopausia, alrededor de los 50 años. No obstante, existen casos en los que se han producido embarazos pasada esta etapa. Todo claro, gracias a la fertilización in vitro.

Jessica Campos Flores, miembro de la comisión directiva de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires (SOGIBA), recomienda, a partir de los 35 años, preservar ovocitos.

Se puede decir que a mayor edad, mayor riesgo. A pesar de que los peligros comienzan a hacerse más notorios a partir de los 35 años, no es igual un embarazo a los 36 años, que a los 50.

Pasados los 40 hay menores posibilidades de embarazos espontáneos, pero a los 50, un embarazo necesita intervención médica.

Es recomendable que las mujeres que desean quedar embarazadas pasados los 35-40 años lleven un profundo control de gestación durante todo el embarazo. Así mismo, es aconsejable que se realicen pruebas exhaustivas antes de la concepción.

La preservación de óvulos antes de los 35 años, posibilita el uso de estos para un posterior embarazo.

Riesgos de la maternidad tardía

La maternidad tardía conlleva varios riesgos debido al desgaste en la cantidad y calidad de los óvulos. Esto se debe a que, todas las mujeres nacen con un número determinado de ovocitos que van disminuyendo con el paso del tiempo.

Enfermedades como la diabetes gestacional y la hipertensión arterial crónica (HTA) son comunes en embarazos de mujeres que pasan los 40 años.

Una baja calidad en los óvulos disponibles pasados los 35 años, puede repercutir en la calidad del embarazo. Sin embargo, las diferencias significativas en el aumento de posibles complicaciones obstétricas como cesáreas y partos prematuros, se producen a partir de los 40 años.

Los posibles problemas de la maternidad tardía pueden agruparse en aquellos sufridos por la madre y, aquellos sufridos por el bebé:

Riesgos para la madre

  • Entre las principales consecuencias de este padecimiento están: daño al sistema nervioso y convulsiones o accidentes cerebrovasculares.
  • Problemas de salud. Además de los problemas de hipertensión y diabetes gestacional, también eres más propensa a desarrollar problemas de placenta previos.
  • Pérdida del bebé. Estudios de la ASRM, de Chicago, indican que pasados los 40 años la probabilidad aumenta un 35%.
  • Complicaciones en el parto. Las probabilidades de prolongar la segunda etapa del parto y presentar sufrimiento fetal son mayores una vez que la madre pasa los 40.
  • Partos múltiples. Existe mayor incidencia de concebir gemelos o trillizos, incluso sin utilizar medicamentos para la infertilidad.

Riesgos para el bebé

  • Nacimiento prematuro. Un nacimiento antes de las 37 semanas con peso menor a los 2.5 kg, puede presentar dificultades durante las primeras semanas de vida.
  • Anomalías genéticas. En la actualidad, hay exámenes para detectar estas anomalías conforme avanza el embarazo, por ello, es vital acudir sin falta a las consultas con el especialista.
El riesgo de fallos en la implantación del embrión aumenta la tasa de abortos espontáneos.

Pros y contras de una maternidad tardía

A pesar de los riesgos que conlleva una maternidad tardía, muchas mujeres siguen posponiendo el título de mamá. Y es que los años de mayor fertilidad suelen coincidir con aquellos que dedicamos al desarrollo profesional o el disfrute.

Para ayudarte a tomar la mejor decisión, es recomendable que acudas a una consulta con tu médico de confianza y definan acciones a seguir en pro de asegurar tu salud.

Ventajas:

  • Existe mayor madurez y paciencia
  • Hay mayor estabilidad económica y profesional
  • Puedes tomar mejores decisiones
  • Vivirás una maternidad más tranquila
  • Tendrás más herramientas para la crianza de tu hijo

Desventajas:

  • Deberás tener mayores cuidados antes de la concepción
  • Existe una mayor probabilidad de anomalías genéticas
  • Requiere mejores y más extensos controles médicos
  • Puede desencadenar algunas enfermedades
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Muchas mujeres recomiendan dejar a un lado el termino maternidad tardía, y llamarlo maternidad fuera de control desde el punto de vista de lo fisiológico.

Recomendaciones para las madres mayores de 35 años

Si bien la maternidad tardía puede desencadenar varias consecuencias negativas, una de las principales es la imposibilidad de conseguir el embarazo cuando la mujer lo considera adecuado.

Especialistas afirman que por cada 10 años de incremento en la edad de gestación, la posibilidad de alcanzarla se reduce a la mitad, mientras que la posibilidad de perderlo en forma de aborto se duplica.

Con la finalidad de prevenir complicaciones del embarazo, es recomendable que las madres sigan una serie de recomendaciones:

1. Evalúa tu estado de salud general

Descarta o controla padecimientos como presión arterial alta, diabetes, enfermedad de la tiroides, anemia u obesidad, antes de planificar tu embarazo.

2. Sigue una dieta balanceada

Mantener una alimentación saludable significa que debes consumir vegetales, legumbres, frutas, lácteos, granos y carnes. Cada uno de estos alimentos te aportará los nutrientes necesarios para ti y tu bebé.

3. Toma ácido fólico

Consumir esta vitamina antes y durante el primer trimestre te ayudará a prevenir defectos en el cerebro y médula espinal del feto.

4. Acude a tus revisiones ginecológicas y prenatales

Si estas planeando quedar embarazada, es recomendable que asistas a una cita médica en la que te informes sobre las posibles anomalías genéticas que pudieran presentarse y cuáles son los exámenes para detectarlas a tiempo.

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Un embarazo en avanzada edad tiene mayor riesgo de anomalías cromosómicas, por lo que es importante que no faltes a los controles médicos durante el embarazo.

5. Vigila tu peso

Durante el embarazo, lo adecuado es aumentar de 1 a 1.5 kilogramos al mes. Para mantenerte dentro de este rango es importante que sigas una dieta saludable y hagas ejercicio.

6. Aléjate de sustancias nocivas

El consumo de bebidas alcohólicas, café y cigarro contaminan tu organismo y causan severos daños al feto.

7. Practica ejercicio moderado

Dependiendo del estilo de vida que lleves, puedes anexar a tu rutina unos cuantos minutos de caminata o nado al día. Si tu especialista lo recomienda, podrías practicar ejercicios más exigentes.

8. Evita el estrés

Mantener un buen estado anímico facilita todo el proceso del embarazo, así que relájate y mantén el estrés fuera de tu vida.

La edad no solo afecta la cantidad y calidad de los óvulos, también tiene consecuencias en la cantidad y movilidad de los espermatozoides.

La maternidad implica un gran impacto en muchas vidas, en la de los padres, los familiares y la del niño. Por ello, no se debe tomar este tema a la ligera y deben considerarse todas las opciones que ofrece la medicina antes de tomar una decisión.

Es importante que establezcas una balanza personal en la que evalúes todos los riesgos y beneficios en tu caso particular. De esta forma podrás afrontar la maternidad con mayor tranquilidad.

No te sientas presionada por lo que dicta la sociedad, el amor de una madre no posee reglas ni edades.

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