El estrés es la enfermedad por excelencia del siglo XXI y sus consecuencias pueden incluso, trasmitirse de madres a hijos. Como mamá de niños pequeños, es natural que te sientas exhausta, con tensión y estrés al final del día, pero cuando este sentir se torna recurrente, tu alrededor se puede tornar pesado con tu estado anímico y puedes llegar a transmitir toda esa inquietud y ansiedad a tus hijos. Todas las emociones son absorbidas por los niños, en especial por los bebés, a quienes les haría mucho daño sufrir estrés desde pequeños.
Como madre es esencial que evites o controles el nivel de estrés ya que podría perjudicar a tu pequeño
A veces no te explicas por qué tus niños están inquietos constantemente, reaccionan agresivamente o sufren de ansiedad, pero la verdad es que ello podría estar relacionado con tu estrés. ¡Comienza a estudiarte! quizá seas tú la responsable del comportamiento de los pequeños, incluso durante el embarazo, es por esto que desde que el bebé está en el vientre, se debe tratar de evitar a toda costa situaciones que se alteren de manera brusca y negativa las emociones de la mamá.
Los niños pequeños son como esponjas
El estrés y todas las emociones generadas por los padres, son transmitidas a los niños y sobre todo en los bebés, ya que ellos absorben información del mundo que los rodea y aprenden cosas a un ritmo vertiginoso. Aunque no lo creas, tus hijos están totalmente sintonizados contigo y lo que sientes.
La profesora del Instituto de Investigación de Ciencías Sociales y del Centro de Políticas para Niños y Familias de la Universidad de Duke, Jennifer Lansford, señala que:“Desde el nacimiento, los bebés captan las señales emocionales de los demás. Incluso los bebés muy pequeños recurren a los cuidadores para determinar cómo reaccionar ante una situación determinada».
Si aún no te has convencido, existe un estudio muy simple que afirma esta teoría. Se separó a un grupo de madres de sus hijos durante un tiempo prolongado, para que ellas realizaran actividades que fueran realmente estresantes. Luego de terminar con sus tareas, las mamás se reunieron con sus pequeños y resulta que los bebés también mostraron signos de estrés.
Es por esto que existe un refrán muy famoso que dice: «Cuando mamá no está feliz, nadie está feliz», así que presta mucha atención cuando veas actitudes de tus hijos que pueden llegar a disgustarte, pues tú podrías ser la causante de transmitirle esas emociones y conductas a los pequeños.
¿El estrés está presente en el ADN?
En la Universidad de Pensilvania de Estados Unidos se llevó a cabo un estudio que reveló cómo el estrés del padre al momento de procrear influye en el desarrollo del cerebro del feto, pues este estrés paterno puede alterar las características de su esperma y transmitir las alteraciones a través del ADN y del ARN.
Gracias a la investigación, se conoció que cuando un hombre experimenta estrés puede desencadenar la liberación de una sustancia que puede incorporarse en la maduración de los espermatozoides y a su vez influir en el desarrollo de la fertilización.
De esta forma queda comprobada una vez más cómo el estrés de los padres puede afectar a sus hijos, inclusive en el proceso de procreación. Además se conoció la trascendencia de las cicatrices que ocasionan los estados de ánimo de los padres en las nuevas generaciones.
¿Puede ser el estrés totalmente perjudicial?
En la crianza de tus hijos, existen muchos factores que pueden ocasionarte estrés, pero todo va a depender de tu capacidad para detectar qué niveles de estrés están afectando la relación con ellos. Quizá, a veces es difícil estar totalmente libre de estrés y transmitir sentimientos 100 % tranquilos, para esto es importante que conozcas la clasificación del estrés según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
La primera de las tres categorías del estrés es el positivo, el cual es un nivel de ansiedad bajo que se presenta cuando estás en espera del pinchazo de alguna vacuna en el médico o cuando tu hijo conoce a nuevas personas. También puedes presentar un estrés tolerable causado por la pérdida de algún trabajo o la muerte de un familiar.
El problema está cuando el estrés es tóxico y se sufre de ansiedad intensa que se prolonga durante mucho tiempo, lo cual es preocupante y debe tratarse. Según Sarah Keim, experta pediátrica en el Nationwide Children’s Hospital en Columbus, indica que al estar estresada todo el tiempo, tu bebé también puede hacerlo, así como sentirte ansiosa y presionada, podría afectar la forma de cuidado de tu hijo.
La forma de manejar tu estrés puede ayudar al crecimiento emocional de tu bebé, pues para Keim, «Los padres estresados son menos receptivos a las señales de sus bebés, y el cuidado menos sensible es estresante para los bebés». Por último, la experta concluye que «Un poco de estrés nos da motivación, unidad y propósito”. Entonces si tienes una respuesta saludable al estrés, tu bebé también lo hará.
Controla tu estrés y calma a tu bebé con estas recomendaciones
El estrés es una condición o estado anímico que puedes controlar si pones de tu parte para apaciguar tus emociones inquietantes y agobiadoras que podrían llenar la atmósfera de tu hogar de sentimientos negativos como la negatividad y ansiedad.
- Intenta descubrir el problema que está generando estrés en tu vida, quizá puede ser problemas de dinero o en el trabajo, sin embargo la causa puede estar más oculta y tengas que buscar a fondo y estar atento para averiguar y a su vez evitar desencadenantes.
- Para cuidar a tu bebé debes cuidarte primero a ti misma, para esto enfócate en ti y come bien, duerme lo más posible, toma una siesta cuando el bebé lo haga, toma agua y haz ejercicios.
- Si sientes que es necesario pedir ayuda ¡pídela! Consigue que alguien de confianza te ayude. También puedes comunicarte con un profesional o experto capacitado como un psicólogo, de esta forma te ayudará a administrar tu carga de manera sana.
Cuando logres detectar tu estrés y alcances una solución, es momento de que le prestes atención a tu bebito, pues a veces algunas personas pueden asumir que por ser unos pequeñines no sufren ansiedad. Es importante que tengas claro que el único signo de estrés en los bebés no es el llano, también puede estar estresado cuando veas que presente los siguientes casos:
- No mantienen la mirada ni hacen contacto visual.
- Extienden sus deditos muy abiertos.
- Estornuda muy constantemente.
- Bosteza a menudo.
Cuando veas que tu bebé atraviesa por alguna de estos signos ¡mantén la calma! Tú puedes ayudar a tranquilizar su estrés y ansiedad con las siguientes recomendaciones:
- Coloca suavemente tu mano en su cabecita o en los pies.
- Pon sus manitas juntas.
- Ayuda a que tome un chupón o su pulgar.
- Envuélvelo en una manta caliente y acogedora.
- Sosténlo suavemente mientras hace un sonido de «shhh» o arrúllalo con alguna canción de cuna.
¡La convivencia tranquila comienza por ti! pon a prueba tu estrés e intenta evitarlo para que veas el resultado que generas en tus hijos. Las inquietudes que te sacan de tus casillas muchas veces son ocasionadas por factores ajenos a tus pequeños, no dejes que esas emociones invadan a tu niños, pues las consecuencias podrían ser niños con estrés prematuro creado por sus padres o adultos fatigados desde la infancia.
Bueno si bien ya me lo decían fue imposible evitarlo, fue un embarazo hermoso Gracias a Dios pero las cosas que pasaron como iba a estar tranquila ahora sabemos porque a veces actúa así ???? pobre mi vida????????????????♀️
Obvio los bebés son las personas más perceptivas.