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¿Consagrar tu amor en el altar? ¡Menos de la mitad de las parejas quieren casarse!

mitad de las parejas se casan

El ¡Sí, acepto! ya no es una respuesta muy codiciada por las parejas actuales. El sueño y deseo por contraer matrimonio, jurar amor ante la ley y Dios, que predominaba en las parejas de 1990, disminuyó considerablemente  pues los matrimonios se redujeron a menos de la mitad comparados con los de hace 30 años atrás.

Si contraer nupcias está dentro de tus planes o ya tienes esposo, formas parte de ese 48%, en el ranking de las parejas casadas

¡Ta- ta- ta-tan! Las notas musicales del piano, las campanadas de la iglesia, el camino hacia el altar, los anillos y la luna de miel ¡parecen no tener mucho atractivo para los novios en pleno siglo XXl! Las mujeres han cambiado su prototipo de vida perfecta. Prefieren una vida laboral y exitosa, viajar, ser independientes y empoderadas, que un vestido blanco y un príncipe azul.

La disminución de los matrimonios se ha visto reflejada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, debido a que en los años 90, se contrajeron 22 mil matrimonios en los registros civiles porteños, pero en 2017, no llegaron ni a 11 mil casamientos. Una diferencia abismal que ocurrió en el trascurso de solo tres décadas.

¿Un amor libre de compromiso? La vida conyugal suele predominar actualmente

Las relaciones maritales están cambiando en todo el mundo, esto es debido a las modificaciones culturales y legales ocurridas en las últimas tres décadas. Según José María Donatti, máxima autoridad de la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, expresó que los cambios, principalmente jurídicos, dieron valor a las uniones civiles o de hecho, como la convivencia. De esta forma la sociedad se adapta a las nuevas normas.

El número anual de matrimonios inscritos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires descendió un 52% en unos 27 años aproximadamente

Ser conyugues sin compromiso cada vez es más común y es marcada la aceptación social que tiene la convivencia sin alguna unión legal. Para Dora Barranco, socióloga e investigadora del Conicet, indica que quizá la unión legal esté retrasada, pero la conyugalidad ha aumentado en Argentina. Barranco dice que “es un acierto interesante; tiene que ver con probar, testear, hacer ensayo y error. Y luego, ver si vamos a los papeles” o en algunos casos el momento de firmar y compartir votos jamás llega ¿Felices y sin casarse hasta que la muerte los separe?

mitad de las parejas se casan ahora
En 1990 hubo 22 mil matrimonios en los registros civiles, pero en 2017 no llegaron a los 11 mil.

¿Pero por qué antes era distinto? ¿Falta de amor? ¿El concepto de pareja se ha modificado?

La antropóloga Virginia Günther, indica que el matrimonio y la familia son construcciones sociales, que varían a lo largo de toda la historia. La conformación de familias también ha sido restructurada dentro de la sociedad. Hoy para formar una familia no es primordial contraer matrimonio. “Antes, la gente no tenía hijos hasta casarse y ahora primero convive, puede incluso tener hijos, y si funciona, se casa”, comentó Dora Celton, directora del Doctorado en Demografía, profesora y licenciada en Historia de la UNC.

Puede parecer falta de compromiso o desinterés en la carga de responsabilidades por parte de las parejas de la nueva era, pero para Mónica Ghirardi, directora del Programa Estructuras y Estrategias Familiares del Conicet-UNC, tal vez no se trate de un amor libre de compromiso… es otra forma de entender la felicidad entre dos personas.

El matrimonio ya no es para toda la vida ¡Típico! Te casas y te divorcias como cambiar de ropa

La Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires publicó datos sobre Nupcialidad entre 1990 y 2017. El número de casamientos civiles anuales para 1990 fue de 22 mil y en el 2017 esa cantidad decayó hasta llegar a 10.511. Es importante saber que el 22,1 % de quienes se casaron ese año (2017) se habían divorciado, por lo menos, una vez y volvieron a contraer matrimonio.

Estos datos que provienen de la Dirección General del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas, afirman que la demanda de los matrimonios ha disminuido considerablemente y que una parte notoria se ha divorciado y ha vuelto a contraer matrimonio, lo cual deforma la creencia de casarse para toda la vida o ¡Hasta que la muerte los separe!

mitad de las parejas se casan
Los divorcios no son un impedimento para casarse nuevamente.

Existe una particular historia que encarna a la perfección el divorcio, los matrimonios múltiples y las relaciones maritales de la actualidad. Se trata de una pareja, Carolina Beitia de 30 años de edad y Mauro Bombini de 36. En el 2008 se conocieron y tuvieron una relación intensa. Luego de unos pocos meses, Carolina estaba en la dulce espera de Guido, el primer hijo de ambos, razón por la cual, los enamorados decidieron convivir y casarse.

Al cabo de tres años, en el 2011, entre cuestiones laborales y personales, se apagó la llama que había entre los dos, lo cual los llevó al divorcio. Mauro tuvo una relación con otra mujer  de quien se separó en 2014. Como donde hubo fuego cenizas quedan, Carolina y Mauro retomaron su noviazgo y en el 2016 tuvieron a Margarita, su segunda hija.

El deseo de volver a compartir votos de amor y consagrarlos se hizo presente. Contrajeron nupcias en el Registro Civil de Capital y se fueron de luna de miel con sus dos hijos. Esta vez, fue un final de cuentos de hadas para la pareja, pues se reencontraron. En otros casos, personas llegan a las vidas de los divorciados para emprender una nueva vida.

La superación personal le hace un jaque mate al matrimonio

Las edades comprendidas para contraer matrimonio se ha incrementado aproximadamente cinco años en ambos sexos. En los hombres, pasó de 29 años en 1990, a 35 años en 2017 y en las mujeres, de 28 a 33 años. Edades en las que se podría considerar que las personas han tenido tiempo para formalizar aspectos importantes de su vida y tener cierta estabilidad económica y profesional.

Además de esto para las parejas más jóvenes, contraer nupcias no pasa más allá de una simple ilusión romántica tradicional y antigua. «Atiendo cada vez más a parejas jóvenes, de entre 25 y 30 años, que quieren comunicarse mejor, pero no tienen el casamiento en el horizonte», precisa la psicóloga, especialista en terapia de parejas, Alejandra Esborraz.

Casarse ya no es una opción tan anhelada como lo era 30 años atrás, cuando más de la mitad de las parejas se casaban

El 25% de los casos actuales las mujeres muestran un mayor nivel educativo que sus cónyuges. Esto es debido a que la igualdad de género ha servido para empoderar a la mujer y querer superarse académica y personalmente en este nuevo siglo. Muy pocos son los matrimonios en los cuales la mujer está subordinada a su esposo, normalmente ambos tienen las mismas obligaciones y consideraciones.

«Hasta el siglo pasado, casarse era un destino para las mujeres, ya que era una forma de garantizar la manutención y el reconocimiento social. Ahora, muchas colocan sus expectativas en el desarrollo profesional y la autonomía económica», señala la responsable del área de Promoción de Equidad de las Mujeres de la Subsecretaría de Género de Salta, Julieta Rivera.

Se ha conocido que las parejas que cuentan con grados académicos y estudios postergan la unión civil y la formación de una familia. Se da prioridad a la carrera profesional y todo lo que implica el éxito personal y disfrutar más años sin la responsabilidad que acarrea mantener una familia.

Es decir que las elecciones personales son privilegiadas. Expertos aseguran que hay una preeminencia de un proyecto particular sobre el grupal, por esta razón las personas se tornan más individualistas y apuestan primero a su superación personal.

mitad de las parejas se casan desde hace 30 anos
Las parejas con ambiciones profesionales prefieren postergar el matrimonio y concentrarse en alcanzar sus metas personales.

El matrimonio cada vez va perdiendo el significado que durante siglos ha tenido… Muchos son los factores para no casarse en este siglo XXI. A veces hasta no tener dinero para celebrar una boda de ensueño, las ganas de superarse para formar un hogar sólido y no querer comprometerte tan pronto influye, pero para algunas personas que aún creen en ese amor romántico y de cuentos de hadas, con un final para toda la vida, el altar sigue siendo el mejor lugar para consagrar el amor en pareja ¡Los declaro marido y mujer!

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