Las varices esofágicas son una dilatación anormal de las venas alrededor del esófago. Se desarrollan cuando el flujo sanguíneo se obstruye debido a coágulo o tejido cicatricial en el hígado.
Lo más grave de este tipo de varices es que tienen tendencia a sangrar de tal manera que, si se presenta una hemorragia incontrolada, las consecuencias pueden ser fatales.
Las varices esofágicas aparecen cuando se obstruye la irrigación sanguínea al hígado
Las personas que tienen alguna enfermedad hepática, son mas propensas a sufrirlas. A continuación, te contamos cuáles son sus síntomas, el posible tratamiento y qué hacer para prevenirlas.
¿Cuándo se desarrollan las várices esofágicas?
Este tipo de várices consisten en venas que se dilatan en el tubo que se encarga de conectar la garganta con el estómago es decir en el esófago. Esto ocurre normalmente en los pacientes de enfermedades hepáticas delicadas o graves.
Se forman debido al bloqueo del flujo de sangre que va al hígado por causa de un coágulo o del tejido cicatricial que se pueda formar en el hígado lesionado. Para superar este bloque, la sangre fluye hacia vasos sanguíneos como las venas que no son aptas para transportar grandes volúmenes de sangre.
Durante este proceso, los vasos sanguíneos pueden filtrar sangre o ceder y romperse, originando un sangrado irregular que puede causar la muerte de la persona.
Las posibles causas de las varices esofágicas son:
- Cicatrización severa del hígado (cirrosis). Esta es una de las enfermedades hepáticas que se puede generar por condiciones extremas a las que se ha sometido el hígado del paciente como infección por hepatitis, enfermedad hepática alcohólica, hígado graso y o trastorno de los conductos biliares conocido como cirrosis biliar primaria.
- Coágulo sanguíneo (trombosis). Los coágulos sanguíneos en la vena porta o en una vena que se encarga de alimentar a la vena porta, puede ocasionar las varices esofágicas.
- Infección parasitaria. Un tipo de infección parasitaria es la esquistosomiasis que normalmente se presenta en América del Sur, África, El Caribe, Medio Oriente y Asia oriental. Este parásito tiene la capacidad de ocasionar daños severos al hígado, los pulmones, vejiga, intestino y otros órganos.
Síntomas de las várices esofágicas
Lamentablemente no hay síntomas previos que te indiquen la formación de las várices esofágicas, a menos que en el paciente se presente una hemorragia, en estos casos la visita a un centro médico es obligatoria.
Entre algunos síntomas después de la hemorragia se encuentran los siguientes:
- Vómitos de flujos grandes de sangre.
- Deposición oscura, con sangre o alquitranada.
- Aturdimiento
- Pérdida del conocimiento en las situaciones más delicadas.
Si la persona tiene una grave enfermedad hepática, el medico puede sospechar de la formación de estas varices si:
- Hay ictericia (coloración amarilla en la piel y los ojos)
- Facilidad para sangrar y formar hematomas.
- Ascitis: retención de líquido en el abdomen. (ascitis)
Factores de riesgo
Como te mencionamos quienes tienen mayor riesgo de padecer este problema son los que tienen enfermedad hepática avanzada y muchas de ellas no muestran evidencia de várices esofágicas, es decir no sangran.
En los siguientes casos es más normal que se presenten en las personas que tienen:
- Presión alta en la vena porta. Esto ocurre cuando hay hipertensión portal.
- Várices grandes. En las personas que poseen várices esofágicas grandes, es más probable que en algún momento comiencen a sangrar.
- Marcas rojas en las várices. En algunos estudios químicos es posible observar si las várices esofágicas tienen puntos rojos o líneas largas rojas, de tal manera que se puede predecir si estas varices están propensas a sangrar.
- Insuficiencia hepática o cirrosis grave. Como te mencionamos en los casos graves de enfermedades hepáticas, la probabilidad de que las várices esofágicas sangren son muy elevadas.
- Consumo continuo de alcohol. Si no has dejado de consumir alcohol y tienes una enfermedad hepática relacionada con esto el riesgo de sangrado es inminente, en algún momento esto va a pasar.
- En casos de sangrado previo, si esto ya ha ocurrido es probable que vuelva a suceder.
¿Cómo prevenir las varices esofágicas?
La verdad es que este tipo de varices no se puede prevenir porque generalmente se presentan en personas que ya están muy enfermas, a pesar de esto hay medicamentos que pueden prevenir el sangrado no quiere decir que se puedan evitar.
De todas maneras, si padeces de alguna enfermedad hepática lo más recomendable es tratar de cuidarse al máximo para no complicar más la situación. De manera general te recomendamos:
- Evitar el consumo de alcohol. Lo mejor es no consumir más alcohol para no esforzar demasiado al hígado que ya está lesionado.
- Mantener en una dieta saludable. Es buena idea incrementar el consumo de vegetales, verduras y frutas, además de cereales integrales, proteínas magras y nada de alimentos procesados.
- Elimina las grasas y obtén un peso saludable. Debes evitar consumir una cantidad exagerada de grasas, así no tendrás hígado graso y mucho menos cirrosis, por eso si tienes sobrepeso lo más recomendable es adelgazar.
- No te excedas en el uso de sustancias químicas en el hogar, trata de no emplear insecticidas en aerosol en exceso. Si eres una persona que maneja sustancias químicas por tu trabajo trata de mantener las medidas de seguridad, todo esto para no sobrecargar de al hígado en la eliminación de las toxinas.
- Trata de reducir el riesgo a contraer hepatitis.
¿Cómo se diagnostican las varices esofágicas?
Como te mencionamos anteriormente algunos estudios permiten observar y diagnosticar este tipo de varices, uno de ellos es la endoscopia la cual se realiza en los casos donde el paciente ya sufre de cirrosis hepática.
Entre los principales estudios que se llevan a cabo para diagnosticar las varices esofágicas se encuentran:
- Endoscopia gastrointestinal superior.
- Pruebas por imágenes. Incluyen la tomografía computarizada del abdomen, las ecografías Doppler de las venas porta y esplénica, y la elastografía de transición.
- Endoscopia capsular.
Tratamiento de las várices esofágicas
El tratamientos de las várices esofágicas está diseñado para evitar el sangrado de las várices esofágicas sangrantes, ya que esto representa un riesgo elevado de muerte por eso lo mejor es consultar con el medico cual es el tratamiento más adecuado para tu caso.
Generalmente se trata de tratamientos enfocados en disminuir la presión arterial de la vena porta, algunos de ellos son:
- Medicamentos para reducir la presión en la vena porta. Son los conocidos como betabloqueante que facilitan la reducción de la presión arterial en la vena porta y por supuesto el riesgo de sangrado. Algunos de estos medicamentos son el nadolol (Corgard) y propranolol (Inderal, Innopran XL).
- Bandas elásticas. En el caso de que sospeches que las várices esofágicas pueden sangrar es posible emplear la ligadura endoscópica con banda. Esto es aplicado por el medico experto, el procedimiento consiste en envolver con una banda elástica las varices de tal manera que sean estranguladas y no puedan sangrar.
En el caso de que ya ocurra hemorragia, el tratamiento generalmente es el siguiente:
- Bandas elásticas para envolver las venas que están sangrando.
- Medicamentos que retrasen el flujo sanguíneo a través de la vena porta. Entre estos se encuentra la octreotida (Sandostatin) y la vasopresina (Vasostrict).
- Desviación del flujo sanguíneo de la vena porta a través de una derivación portosistémica intrahepática transyugular (TIPS). Esto generalmente se emplea en los casos donde los demás tratamientos no tienen efecto ya que este tratamiento puede tener efectos y complicaciones graves. También se usa como medida temporal en los pacientes que están esperando por un trasplante de hígado.
- Hacer presión en las várices para detener momentáneamente el sangrado. El procedimiento general consiste en inflar un globo que permite aplicar presión en las várices por alrededor de 24 horas, el cual se conoce como taponamiento con globo. Generalmente se aplica antes de aplicar tratamientos más drásticos como el caso de la TIPS. Sin embargo, este tratamiento también puede tener consecuencias graves.
- Restaurar el volumen sanguíneo. Algunos médicos tratan de reponer el flujo de sangre a través de transfusiones sanguíneas y que la coagulación logre parar el sangrado.
- Tratamiento para prevenir infecciones. En muchos casos los médicos dependiendo del caso recetan antibióticos para reducir el riesgo de infecciones.
- Trasplante del hígado. Este tratamiento es uno de los más exitosos ya que normalmente las personas pueden continuar su vida normal. Lo lamentable del caso es que son más las personas enfermas que los órganos disponibles para trasplante.
¿Cómo influye la alimentación en las varices esofágicas?
Si no lo sabias entre el 10 y 15% tiene tendencia a sufrir de varices, por eso en gran medida la alimentación puede evitar su formación o complicaciones, de tal manera que llevar una dieta balanceada influirá positivamente en los tratamientos de recuperación.
Siempre se ha relacionado el sobrepeso con la aparición de varices, además las que son esofágicas aparecen generalmente en las personas que tienen enfermedades hepáticas complicadas, por ello una dieta balanceada es fundamental.
En este sentido, existen una gran cantidad de alimentos se recomiendan ampliamente para reducir la tendencia a formar varices, estos son:
Fibra alimenticia
Es un hecho comprobado que la fibra puede retener agua, de tal manera que ayuda a evacuar sin problemas mejorando la calidad de las heces. Entre los alimentos más conocidos que contienen fibra se encuentran:
- Las frutas frescas o desecadas como las uvas pasas o ciruelas pasas.
- Frutos secos.
- Verduras
- Legumbres
- Cereales integrales.
- Hortalizas
- Salvado de trigo.
Agua
Aunque no es un alimento, es vital para optimizar todos los procesos que se llevan a cabo en el cuerpo. Por ejemplo, facilita el flujo de la sangre, ayuda a eliminar desechos sólidos sobre todo cuando se combina con el consumo de fibra (incrementa el volumen de las heces y las hace más blandas para favorecer el proceso de eliminación.
En este caso se recomienda consumir entre 1 litro y medio y 2 por día, incluso se puede consumir con zumos, infusiones o caldos.
Antioxidantes
De manera general los alimentos que aportan antioxidantes generan un efecto protector contra los radicales libres, por ello normalmente benefician el antienvejecimiento del cuerpo y por ende evitan que se degraden las paredes de arterias y las venas.
Los antioxidantes ayudan a desinflamar y también tienen un efecto vasoconstrictor. Entre los alimentos que contienen antioxidantes se encuentran:
- El Aceite de oliva
- Vegetales.
- Aguacates.
- Fresas.
- Moras.
- Frambuesas.
- Coles.
- Cebollas.
- Arándanos.
- Cítricos.
- Zanahorias.
- Uvas.
- Ajos.
- Espinacas.
- Tomates.
Grasas poliinsaturadas
El consumo de grasas poliinsaturadas ayuda a disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre, esto hace que disminuya el riesgo de padecer arteriosclerosis.
En este sentido la sangre será más fluida, tiene menos viscosidad y dichas grasas tienen un efecto anticoagulante, así disminuye el riesgo de formar trombos. Algún de los alimentos que son fuente de grasas poliinsaturadas son:
- Pescados azules.
- Aceites de semillas como girasol, maíz y soja.
- Margarinas vegetales.
- Frutos secos, sobre todo, nueces y almendras.
- Aceite de hígado de bacalao.
- Frutos secos
Potasio
Evita la retención de líquidos y contribuye con su eliminación, para consumir potasio solo debes ingerir verduras y hortalizas. Frutas frescas como el aguacate y los plátanos, cereales integrales, legumbres, levadura de cerveza y frutos secos.
Carnes
Las más recomendadas son las carnes blancas y las provenientes de aves ya que tienen menos grasa.
Pescados
Los pescados son recomendados gracias a su aporte en omega 3 y las vitaminas que fortalecen el sistema inmune, además de mantener los niveles óptimos de colesterol en la sangre.
A pesar de todo esto te recordamos que las varices esofágicas no se pueden prevenir ya que se presentan generalmente en las personas que padecen enfermedades hepáticas graves y que de alguna manera se mantienen en riesgo de cualquier complicación o la muerte.
De todas maneras, siempre va a ser lo más recomendable mantener una dieta sana, evitar el consumo de alcohol, seguir las indicaciones médicas y no automedicarse. Lo mejor siempre es acudir al médico.
Si comienzas a sangrar es determinante acudir de inmediato a un centro de cuidados médicos para que puedan controlar la hemorragia y evitar que las complicaciones de las varices sean mortales.
